El presidente de la República, Yamandú Orsi, participó en el evento “Palancas Uruguay: Impulsar la promesa democrática con soluciones concretas para la ciudadanía” que organizó el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF, antes conocido como Corporación Andina de Fomento), junto a la Fundación Felipe González para lanzar la Red Iberoamericana de Palanqueros a nivel nacional.

Intervino en un panel que lo colocó junto al expresidente español y presidente de la fundación homónima, Felipe González, quien participó por videollamada y también coincidió con el primer mandatario a principios del mes, durante la última reunión plenaria del Círculo de Montevideo. El modelo de “palancas”, que con el evento se inauguró en Uruguay, remite a “un espacio abierto de co-creación de pequeñas reformas sencillas y factibles que puedan ser útiles para la sociedad”, según lo que compartió la fundación en su página web, y se yergue como “una plataforma ciudadana de microrreformas”.

“Seleccionamos ciertas Palancas por su especial interés para la sociedad o por la urgencia del problema que abordan. Damos un impulso extra a estas propuestas, ofreciéndoles una mayor visibilidad ante la opinión pública, para promocionar su activación y su posible recorrido legislativo”, detalló la institución sobre su funcionamiento.

Durante su intervención Orsi dijo que a partir del análisis del modelo entendió que “la clave está en hacer que las cosas que realmente se necesitan ocurran y en clave democrática; que no necesariamente van siempre de la mano”. En sus palabras, “no es solamente la democracia la que logra que las cosas ocurran” y “los problemas concretos de la gente los pueden resolver regímenes incluso, en los que la verticalidad absoluta le da esa garantía de celeridad, velocidad y ejecutividad”.

Para Orsi, el modelo de palancas “acompaña la efectividad de nuestras políticas públicas con un componente democrático que no es porque sí, por una ocurrencia o por vocación”, sino que tiene que ver con “la certeza de que en primer lugar se trabaja y se respira libertad” y, por otro, “le asegura perdurabilidad”. “Creo que una de las claves de esta mecánica simple (...) está en poder utilizar los territorios como lugares de experiencia y de ejecución concreta”, acotó en relación a las intendencias y los municipios. A su vez, reconoció que “gran parte de las acciones exitosas” que tuvo como intendente “fue porque tuve el apoyo de algunas instituciones que se mueven en el ámbito del multilateralismo y grandes diseños pero cuando lo aplican o ejecutan la acción en un escenario concreto, es cuando las diferencias y la polarización no tienen lugar”.

“Ante una inundación, problemas de vivienda o emergencias las diferencias se extinguen y hasta te olvidas de que tenés. Yo he planteado en campaña electoral pero también ahora, en la gestión, ‘la revolución de las cosas simples’ a partir de un diálogo con ustedes; ¿qué es lo que realmente la gente precisa? Por supuesto grandes pinceladas y políticas macro en educación, PBI, todo eso está bárbaro… Ahora, el ejemplo de los incendios es brutal porque ahí tenés una política concreta que cualquier persona común y corriente de cualquier filosofía o de repente esa gente que no le interesa la política para nada, a la hora de una política pública cuando tu le vas con esa propuesta concreta te va a acompañar”, señaló.

De cara a la implementación del modelo, el mandatario agradeció que la CAF haya pensado en el país para “ejecutar estas acciones” y dijo que Uruguay “tiene un camino recorrido”, además de que “la CAF y la academia saben que Uruguay es un excelente banco de prueba de las acciones y las cosas simples, concretas y pequeñas” porque “tiene los paisajes y los paisanos como para hacer que las cosas pasen en clima de convivencia que nos asegura la perdurabilidad de estas acciones”, comentó. Sobre el cierre, dijo que la ciudadanía “en definitiva no pide tanto, pide que quienes estamos para resolver o solucionar los problemas no le demos tantas vueltas y concretemos”, cerró.

Christian Asinetti, Yamandu Orsi y Felipe González (en video).

Christian Asinetti, Yamandu Orsi y Felipe González (en video).

Foto: Alessandro Maradei

Política con la mira “en el paisaje y en el paisanaje”

Durante el evento, el expresidente español (1982 a 1996 por el Partido Socialista Obrero Español) Felipe González dijo que cuando llegó al gobierno quería “que España funcione” porque sentía que “los problemas nos estaban agobiando y la política no se hacía con la mirada puesta en el paisaje y en el paisanaje para hacer políticas que afectaran directamente a los ciudadanos”. Según González, la sensación “lo acompañó durante toda la vida” y por ese motivo el modelo de palancas captó su interés.

“Aterrizar la política en los desafíos y problemas reales requiere una participación ciudadana comprometida”, advirtió, porque “es muy fácil desconectar la política institucional con la vida ordinaria”. Se refirió a que América Latina “tiene todo lo que necesita el mundo en este momento de cambio histórico de unas dimensiones geopolíticas inmensas”, en la misma línea que a principios de este mes, por lo que “no hay ningún resquicio para el pesimismo si se quieren enfrentar los problemas concretos que existen en todos los países con las diferencias propias de unos y de otros”, así como “la experiencia de una cooperación absolutamente necesaria para enfrentar los desafíos del futuro”.

“¿Qué le falta a América Latina para triunfar? ¿Qué le falta para ser relevante en este futuro de esta geopolítica que vemos como caótica? La verdad es que no le falta nada, ni desde la base fundamental que es el capital humano ni los recursos”, acotó. En la misma línea, “poner a trabajar a los ciudadanos” de forma “transversal y con vocación de acuerdo” produce “una especie de reacción extraordinariamente positiva de aproximación”.

“Este instrumento trata de comprometer transversalmente a la ciudadanía, sumando el esfuerzo de la ciencia, la cultura, el trabajo humano y el quehacer de cada ser humano sobre el territorio para hacer propuestas”, condensó. En sentido opuesto, dijo que la “enorme polarización que está dividiendo de arriba a abajo, desde las élites hasta las bases sociales y extremando las respuestas, no conduce a nada”.