El miércoles hubo un encuentro entre los cancilleres de Uruguay y Argentina, Mario Lubetkin y Pablo Quirno, respectivamente, para abordar el proyecto de una planta de combustibles sintéticos de la empresa chilena HIF Global en Paysandú, del cual participó el intendente de Colón, José Luis Walser.

Walser dijo en diálogo con Radio Carve que se planteó a las autoridades uruguayas una relocalización de la planta: “que se evalúen otras alternativas, que sabemos que hay terrenos cercanos, que el costo del terreno representa el 0,0016%, que no es un impedimento para la inversión”.

El intendente argentino manifestó como opción que “si esta planta se traslada a 5 kilómetros tierra adentro del Uruguay, se la aleja de un sector que para Uruguay es toda una zona de reserva, y la aleja de nuestra ciudad”.

Volvieron a remarcar que el proyecto representa un riesgo para el turismo de Colón: “Está planteado a 3.500 metros de nuestras playas, [que es el] principal atractivo turístico”. Y se produce una contaminación visual, por las chimeneas de 80 metros que tendría la planta; segundo, Walser plantea que implicaría riesgos en la contaminación en el aire, porque “la infraestructura es casi una ciudad”, teniendo en cuenta que “el nivel de nuestra ribera es más bajo que la ribera uruguaya”, comentó.

“El predio original tenía 400 hectáreas, la misma superficie que nuestra ciudad, y se compactó a 100 o 200 hectáreas”, pero “la envergadura es imponente”, sostuvo.

Walser mencionó que respetan la soberanía de Uruguay y la “política pública de sustitución de energía por renovables, que también Paysandú necesita empleo, porque lo manifestó el intendente [de Paysandú Nicolás Olivera]; estamos para apoyar que ese proyecto se haga, pero no en ese lugar”.

En relación a la contaminación, “damos de suyo que el gobierno uruguayo hará que eso no pase”. Pero lo que requieren es “tener las medidas de mitigación”.

El intendente declaró que existe preocupación por el desmonte que realizó la empresa sin autorización, por lo que recibió una multa del gobierno uruguayo; señaló que “si antes de tener permisos ya hizo algo que no correspondía, eso genera dudas sobre el cumplimiento futuro de medidas ambientales”.

Por otra parte, respecto al conflicto que se generó durante las presidencias de Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner por la planta de celulosa Botnia, el jerarca argentino expresó que no se quiere repetir la situación; “lo veo muy distinto, porque tenemos tiempo”, agregó. Las instancias entre autoridades de los dos países “nunca habían estado en el proceso que fue de Botnia”, alegó. “Hay una posibilidad cierta, hay lugares para la relocalización y el escenario es favorable”, finalizó.

Nicolás Olivera: La relocalización de la planta “es proporcional a poner en riesgo la inversión”

El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, también estuvo presente en el encuentro mantenido el miércoles en el Palacio Santos. Respecto al asunto planteado por su par argentino, Olivera dijo en Radio Carve que “no está en la agenda de la empresa cambiar de lugar”.

“Analizar la relocalización es proporcional a poner en riesgo la inversión”, agregó el intendente. “Hay que entender que hace dos años se hicieron estudios, instrumentos de ordenamiento territorial, audiencias públicas, votaciones de la Junta [Departamental]; o sea, cambiar un kilómetro es volver a dos o tres años atrás”, afirmó.

Olivera explicó que “el gobierno uruguayo le va a pedir a la empresa, cuando le dé los términos de referencia para que armen su estudio de impacto ambiental, social, visual, económico, y que busquen todos los mecanismos para cómo mitigar este impacto”.

Además, anunció que los vertidos de la planta, aptos para el curso de agua, “pasarán a un colector industrial que Paysandú ya tiene hace muchos años, que atraviesa la ciudad”.