Equipos Consultores publicó una nueva encuesta de opinión pública que realizó de forma presencial y telefónica entre el 18 de noviembre y el 2 de diciembre sobre un total de 1.109 casos. Consignó que al término de noviembre los juicios de la ciudadanía respecto de la gestión de Orsi “están divididos con balance equilibrado”: el 36% la aprueba; una porción idéntica la desaprueba, un 25% se mantiene neutral y un 3% optó por no contestar, lo que arroja un saldo neto “absolutamente” en equilibrio.

Según Equipos, si bien la aprobación se mantuvo idéntica respecto de la medición anterior, la desaprobación aumentó cuatro puntos desde su antecedente más inmediato y “ha venido aumentando gradualmente desde el inicio de la gestión”. Así, mientras en abril estaba ubicada en el 14%, ascendió al 25% en agosto y se colocó en 32% durante octubre hasta alcanzar el porcentaje actual.

“La aprobación se ha mantenido alta entre los votantes frenteamplistas, pero las desaprobaciones han crecido fuertemente entre los votantes opositores”, consignó. Mientras que dentro de su propio electorado la aprobación es del 60% y la desaprobación del 13% –con un 24% que no se posicionó–, los opositores invierten la proporción, con un 63% que desaprueba la gestión, un 22% que no aprueba ni desaprueba y un marginal 15% que avala el desempeño del presidente.

“En el último bimestre la evaluación de Orsi permaneció estable dentro de su propio electorado, sin cambios significativos. Por el contrario, entre los votantes de la oposición se ha dado un gradual pero sostenido incremento de la desaprobación durante todo el año”, afirmó el documento. Mientras que la aprobación entre frenteamplistas estuvo al 64% en abril, 67% en agosto y 60% en la actualidad, la desaprobación de las filas nacionalistas creció del 25% en abril al 46% en agosto y alcanzó el 63% en la actualidad.

Lo anterior contrasta con la imagen personal de Yamandú Orsi. Según el sondeo, es “significativamente mejor” que su evaluación como presidente y configura una característica que “se ha mantenido a lo largo de todo el año en forma similar a lo que ocurrió también la mayor parte del tiempo durante los gobiernos de Vázquez y Mujica”, pero en sentido opuesto al período de Lacalle Pou, cuando “imagen y evaluación de desempeño presidencial estuvieron fuertemente asociadas”. De esta manera, Orsi despierta un 31% de antipatía, 23% de posiciones neutras y 46% de simpatía, diez puntos por encima de la evaluación de su desempeño como presidente.

A nivel territorial, el informe advirtió que las opiniones sobre su gestión presidencial son “muy homogéneas en distintas zonas del país” y tienen una distribución “aproximada en tercios”. Mientras que en Montevideo la aprobación es del 36% y la desaprobación es del 37%, en Canelones es de 36% y 34% y en el interior es de 35% y 37%, respectivamente.

En sentido opuesto, el estudio señala “diferencias significativas” en lo que respecta a la estratificación social y el nivel socioeconómico: “En segmentos económicos medios, medio altos y altos, el saldo neto de Orsi es claramente negativo. Lo contrario ocurre entre los segmentos medio bajos y bajos”, apuntó. De esta manera, la desaprobación en los tres primeros sectores es de 43% y la aprobación oscila el 30%, mientras que la visión negativa sobre el desempeño del primer mandatario se reduce al 31% en el sector medio bajo y al 22% en el bajo y la visión positiva está en 40% y 44%, respectivamente.

“Los datos actuales de Orsi, con un saldo neto equilibrado, son muy similares a los que se registraban en el segundo mandato de Vázquez (2015)”, indicó el documento sobre la aprobación que ostentó en su momento el expresidente frenteamplista, que tuvo 36% de aprobación, 29% de neutralidad y 35% de desaprobación. En esta etapa de su gestión, los expresidentes Vázquez en su primer período, Mujica y Lacalle Pou “han logrado mantener amplios saldos positivos”, mientras que Lacalle Herrera y Sanguinetti tenían saldos “marcadamente negativos”.