La Federación Rural cuestionó el pasaje a Rentas Generales de la recaudación del Fondo de Inspección Sanitaria (FIS), que grava con un 1% a las exportaciones de carne, así como la expedición para el consumo interno y para faena.
“Con esta decisión, un tributo creado para fortalecer la sanidad y la transparencia del sistema cárnico pierde su destino específico y pasa a engrosar la caja del Estado”, señaló la Federación Rural en un comunicado. La gremial empresarial calificó el cambio como “un nuevo atropello a una cadena productiva que ya carga con múltiples costos y obligaciones”, y sostuvo que la modificación “profundiza un problema que venimos señalando desde hace años”, esto es, que “Uruguay no sólo es un país caro”, sino que “es un país costoso”.
“Cuando el Estado agrega cargas sin justificación técnica ni retorno sectorial, la competitividad se erosiona, la producción pierde aire y el interior se achica”, manifestó la Federación Rural.
El FIS fue creado hace más de 50 años con el propósito de “atender el pago de las retribuciones personales y gastos, de cualquier naturaleza, que demande al Ministerio de Ganadería y Agricultura el contralor higiénico, sanitario y tecnológico en los frigoríficos, mataderos, saladeros, fábricas de carnes preparadas, fábricas de embutidos, cámaras frigoríficas y transportes frigoríficos, como así de toda autorización de exportación de carnes y subproductos comestibles”.
Originalmente, los ingresos por este concepto eran vertidos en una cuenta corriente del Tesoro Nacional a su nombre. El pasaje a Rentas Generales fue establecido en el Texto Ordenado 2023 de tributos administrados por la Dirección General Impositiva (DGI) y reglamentado por la actual administración vía decreto en julio, que dispuso que los impuestos que integran el fondo sean administrados por la DGI.
El comunicado de la Federación Rural surgió en este momento “porque consideramos importante que se conozca el tema”, indicó el presidente de la gremial agropecuaria, Rafael Normey, a la diaria. Sostuvo que la Federación Rural ha señalado desde hace varios años que, al aumentar la producción y los precios del producto, se generó “un desfasaje” entre el nivel de recaudación y “el fin específico para el cual fue creado el Fondo”. Señaló que el FIS recauda un monto que es “cuatro veces más de lo que se gasta en el uso para el cual fue creado”, aproximadamente unos 30 millones de dólares por año.
Normey expresó que durante el “gobierno pasado no tuvimos chance de generar opciones concretas”, por lo que el planteo se reiteró en la campaña electoral, y “al asumir el gobierno volvimos con los planteos a las autoridades máximas del gobierno respecto del FIS”. Las alternativas de la Federación Rural eran, o bien “achicar el monto a cobrar”, o “directamente eliminar el fondo y buscarle otra manera a esa financiación”. Pero, con el pasaje a Rentas Generales, “se pierde totalmente la trazabilidad del dinero”, señaló.
El presidente de la Federación Rural remarcó que la función de inspección sanitaria “es un engranaje clave de todo el andamiaje que permite que Uruguay tenga una cadena cárnica que sea de las mejores en cuanto a su calidad a nivel mundial”. “Nuestro inconveniente es que se genere un fondo para un fin y que luego termine siendo un 1% más para la exportación y para el mercado interno que genera cifras importantísimas de recaudación de la cadena”, expresó.
“Un país costoso no le sirve a nadie: no le sirve al productor, que ve cómo cada punto adicional se come su margen; no le sirve a la industria, que compite en mercados globales donde cada dólar cuenta; no le sirve al trabajador rural, cuyo empleo depende de una cadena dinámica; no le sirve al propio Estado, que termina desincentivando inversión y actividad”, cerró la Federación Rural el comunicado, y pidió “reglas claras, respeto institucional y un sistema tributario que acompañe” a la cadena cárnica.