Son los últimos días de Luis Lacalle Pou como presidente de la República, pero ya está pensando en el 2 de marzo, el día siguiente a la entrega de la banda al presidente electo, Yamandú Orsi. En efecto, el 15 de febrero, cuando asumió el nuevo Parlamento, la Asamblea General recibió una petición de Lacalle Pou en la que solicitó autorización para salir del país desde el domingo 2 hasta el 10 de marzo y luego, desde el martes 18 al 31 del mismo mes. La autorización fue votada por unanimidad (126 en 126).
Este pedido se basa en el artículo 172 de la Constitución, que establece que dentro de los seis meses siguientes a la expiración de su mandato el presidente “estará sometido a residencia, salvo autorización para salir del país, concedida por mayoría absoluta de votos del total de componentes de la Asamblea General, en reunión de ambas Cámaras”.
Fuentes blancas señalaron a la diaria que ambos viajes serán exclusivamente de carácter personal, por vacaciones, y que en marzo tendrá “toda la energía puesta ahí”, y luego pasará a trabajar en el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), como ya había anunciado.
Según fuentes del entorno del presidente saliente, este año Lacalle Pou tiene previsto “bajar unos cambios” a la actividad “y ordenar su vida particular y profesional desde el CED”. De todas maneras, en filas blancas no creen que pueda estar “un año afuera” de la actividad política, porque piensan que como Lacalle Pou “lidera, de alguna manera la realidad lo va a poner en el circuito de nuevo”.
Por eso, la gran incógnita es qué rol tendrá Lacalle Pou en la campaña electoral para las elecciones departamentales de mayo, en las que formalmente podrá participar a partir del 2 de marzo, porque no tendrá la inhibición constitucional para hacer política partidaria. Según supo la diaria, dirigentes le han pedido que se meta en la campaña y Lacalle Pou les respondió que si entienden que “puede ayudar en algún departamento”, le avisen. Desde el PN subrayaron que Lacalle Pou en realidad prefiere “no hacer campaña, salvo que sea indispensable”.
Otra fuente aseguró a la diaria que Lacalle Pou transmitió en los últimos días a dirigentes blancos que su intención es “colaborar” y que uno de los departamentos en los que podrá participar en algún evento es Canelones. Aunque el formato está lejos de hablarse, la fuente auguró que, por ejemplo, podrá haber un acto de los tres candidatos de la coalición y Lacalle Pou, que lo podría cerrar o simplemente asistir y no dar ningún discurso. Además, la fuente subrayó que Lacalle Pou será “motivo de consulta” y que él “bajaría línea” por intermedio de los líderes de los sectores.
En tanto, otro dirigente blanco subrayó en diálogo con la diaria que la efectividad de la participación de Lacalle Pou en la campaña dependerá del departamento, porque hay lugares en los que sería “Aparicio Saravia” porque “hay tantos blancos que desborda la blancura”, pero hay otros que podrían ser más “hostiles”.
La metáfora del amanecer y los toros para Xi Jinping
A todo esto, el presidente lleva adelante por estos días sus últimos eventos como mandatario. Este jueves de noche, por ejemplo, estuvo en la base aérea General Cesáreo Berisso para ver el embarque de toros reproductores de las razas aberdeen angus, hereford y braford que le regaló al primer mandatario chino, Xi Jinping.
Sobre los últimos movimientos públicos de Lacalle Pou, fuentes blancas señalaron a la diaria que no sólo son en plan despedida, sino también “en modo política”. Pusieron como ejemplo el evento de este miércoles en San Ramón (Canelones), en dondeel presidente participó en la inauguración de obras de rehabilitación en la ruta 6. Allí Lacalle Pou habló durante diez minutos, justo en Canelones, un departamento crucial para la carrera política del mandatario, por el que fue diputado tres períodos seguidos (2000-2015).
En el discurso resaltó que se tomó “un ratito, porque tenía tiempo de pasar a saludar a algún amigo” en algunos lugares del departamento. “Para mí es muy simbólico: yo soy hijo adoptivo político del departamento de Canelones. Les diría que lo que aprendí de base se lo debo a muchos de los que están acá. Y obviamente que no tuve la presencia cotidiana que tuve durante muchos años. Y, de alguna manera, en este atardecer de un gobierno, uno lo que dice es ‘vuelvo a casa’, aunque en realidad nunca me fui, porque estuvieron siempre presentes en la gestión de gobierno”, sostuvo.
Más adelante, Lacalle Pou hizo una paralelismo entre el atardecer literal de ese día en San Ramón con el atardecer de su gobierno. Sostuvo que “como todo atardecer, tiene la melancolía del final”, pero “por suerte, todo atardecer después genera un amanecer”. “Y en este caso, este amanecer no le toca a la coalición, a lo que nosotros queríamos. Pero, ¿saben qué? El amanecer no es para unos pocos, sino para todos, y si es para todos, tenemos que desearle lo mejor posible al gobierno que viene, si no seríamos tremendamente egoístas con nuestros hijos y nietos”, finalizó Lacalle Pou, entre aplausos.