Este viernes sesionó por primera vez, desde la asunción del nuevo gobierno, la Junta Nacional de Drogas (JND), unidad dependiente de Presidencia de la República. La reunión estuvo encabezada por el prosecretario, Jorge Díaz, quien a su vez preside la JND; el secretario general, Gabriel Rossi, y los subsecretarios de distintas carteras, entre ellos Leonel Briozzo del Ministerio de Salud Pública.

En diálogo con la prensa, Rossi resaltó que esta primera reunión se trata de “un hecho político muy importante” desde que comenzó la nueva administración. “Esto, que en la administración anterior pasó dos veces, sólo muestra la voluntad del gobierno de trabajar en el tema de drogas aunados”, apuntó, y señaló que la JND está vinculada con “una política del gobierno” y del Estado “con relación a todo lo que tienen que ver con la política general del uso problemático de drogas”.

Se refirió a que no se trata únicamente a lo vinculado a determinadas sustancias, sino que también “tiene que ver con comportamientos adictivos”, que pueden ser “los consumos sin drogas”: “las apuestas, los videojuegos, todo lo relacionado con una estimulación, muchas veces, de un funcionamiento que hace que yo repita una conducta”, explicó.

A su vez, hizo una precisión sobre las adicciones, y consideró que para los integrantes de la JND es “muy importante” la clasificación para “no decir que todos son adicciones”. “Hay personas que tienen una dependencia y la mayoría de los usuarios de drogas no tiene una dependencia a las sustancias”, resaltó, y agregó que a “algunos hay que tratarlos y [para] algunos no se necesita tratamiento”.

Consultado sobre si va a haber un cambio de política respecto del gobierno anterior, Rossi confirmó que sí y que “se va a trabajar de forma diferente en cuanto a la coordinación”, ya que observan que “muchas veces se superponen acciones”. “Nos encontramos con proyectos que a veces se están trabajando en distintas instituciones, proyectos similares, y esto no tiene necesariamente que ver con los recursos, sino con su organización”, puntualizó.

“Esto no se soluciona con más plata, sino con una organización, y sobre todo con una gobernanza determinada”, enfatizó, y resaltó que la “gobernanza del tema drogas la va a tener la JND”, que es un “organismo político donde está representado todo el gobierno”.

Por lo tanto, en cuanto al presupuesto y los eventuales pedidos que se puedan hacer, Rossi señaló que solicitarán “en la medida” en que lo necesiten y la JND lo “requiera”. Explicó que con base en la reunión que tuvieron entre todas las carteras, “se decidirá conjuntamente si es necesario aumentar el presupuesto para determinada política”.

“Puede ser que la política [de la] que hablemos en el tema drogas no necesariamente esté hablando del tratamiento de la pasta base”, ejemplificó, e indicó que “puede ser que la política de drogas esté relacionada [con] cuál es la mejor calidad de vida de una persona que está siendo libertada, [que] fue un privado de libertad, ahora salió y se están generando condiciones más dignas para esa persona”.

En ese sentido, llamó a “no pensar en la política de drogas siempre con la sustancia en el medio”, ya que, subrayó, las mejoras pueden relacionarse con la calidad de vida o lo social, y aún así se esté “jugando también en el campo de la estrategia de sustancias”.

Para Rossi es necesario “conjugar” las políticas de salud mental con las de drogas

El 26 de febrero, la JND y la Universidad de la República presentaron un estudio sobre consumo de drogas en estudiantes universitarios de Uruguay que arrojó un alto nivel de consumo en psicofármacos, que supera “sensiblemente” lo observado en la población no universitaria en el mismo tramo de edad.

Al respecto, Rossi habló de forma general y afirmó que se toman la salud mental y el consumo de drogas por “separado” y “como si fueran campos totalmente autónomos”.

Es por eso que, para el secretario general, es necesario “conjugar” las políticas de salud mental con las del uso problemático de drogas, y desde el gobierno esperan poder hacerlo en este período “en forma coordinada y adecuada”.

“Sin dudas nos preocupa que las personas hagan un uso no médico de determinadas medicaciones que son excelentes para determinadas situaciones del punto de vista clínico”, expresó, y continuó: “Acá el tema es que la medicación tiene que estar bien indicada y la medicación tiene que estar indicada por médicos”.

Remarcó que “hay mecanismos en muchas dependencias del Estado”, como las intendencias, con los que van a tener que “trabajar para que esto no pase”. “Tenemos que tener en cuenta que el uso de esta forma de los tranquilizantes, por ejemplo, es adictivo también”, advirtió.

A su vez, se refirió a la adicción a las bebidas alcohólicas, a la que calificó como “un gran debe”, y dijo que, si bien es una sustancia regulada, existen “pocas opciones” para su tratamiento”. “Las opciones de tratamiento muchas veces están marcadas en el ámbito hombres, hombres pobres, hombres consumidores de pasta base”, apuntó, y planteó la necesidad de “ampliar[lo]” y que “sea para toda la población”.

Por último, adelantó que en la próxima sesión de la JND –que, según dijo, será en un mes– van a trabajar específicamente sobre la política del cannabis y sobre el Instituto de Regulación y Control del Cannabis, que es presidido por Rossi y dirigido por Martín Rodríguez.