El lunes 9 de junio se abrió el período para la presentación de postulaciones para ocupar la vacante que deja el director renunciante Wilder Tayler en la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH). El nombre de la exjueza Mariana Mota fue el primero en ponerse sobre la mesa a través del apoyo de representantes de 24 organizaciones de la sociedad civil. Y a pocas horas del cierre del plazo para hacer propuestas surgen nuevos nombres. Es el caso de la exdirectora de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) Rosa Méndez.

La propuesta del nombre de la dirigente nacionalista se hizo oficial el pasado martes cuando se presentó en Secretaría de la Asamblea General. Cuenta con el apoyo de los senadores del sector Aire Fresco Álvaro Delgado y Martín Lema, así como también de los diputados Juan José Olaizola, José Luis Satdjian y Pablo Constenla. Además, le dio su respaldo el representante Pablo Abdala, integrante del sector D Centro.

En diálogo con la diaria Méndez reconoció el “valioso” aporte para la memoria, verdad y justicia de Mota, postulante que recibió un importante apoyo de la sociedad civil. En ese sentido, y desde un “sincero respeto” hacia ella, enfatizó que pretende poder aportar a la INDDHH “otra mirada”.

Según explicó, esto tiene que ver con la “continuidad” en el trabajo de búsqueda de detenidos desaparecidos desde “el compromiso, la responsabilidad y el profesionalismo”, pero a su vez, con el aporte de su “experiencia” para la atención de otras poblaciones que “tienen urgencias” a nivel de derechos humanos.

En concreto, Méndez se refirió a la necesidad de encarar temáticas como los derechos de las poblaciones afrodescendientes —entre ellos, lo que tiene que ver con el racismo estructural—, la pobreza, la migración, las personas trans, la discapacidad, la niñez y la “discriminación múltiple”. “Esto está dentro de una agenda de derechos humanos que tiene que ser más potente”, remarcó.

Según el planteo de la exjerarca, se debe tener en cuenta que la INDDHH “no sólo es el pasado”, y por tanto, más allá de su valor, se deben poner sobre la mesa una serie de “desafíos” que hacen al “presente y el futuro” de la sociedad. “En eso, las nuevas voces con miradas distintas, territoriales y de experiencias más recientes como la mía, tienen muchísimo para aportar”, subrayó Méndez.

Los planteos para “renovar la institución”

Dentro de su agenda, la nacionalista destacó la importancia de trabajar en la “descentralización” de la INDDHH, así como también en “visibilizar” y profundizar su función más allá de la herramienta de denuncia. “Hay que fortalecer la institución, que sea más cercana, con una mirada firme y más amplia, y que defienda el derecho de todas las personas sin importar origen, identidad o condición”, puntualizó.

Concretamente, Méndez se detuvo en la necesidad de que la INDDHH no se limite “sólo a denunciar”, sino que “proponga, escuche y transforme realidades”. En cuanto a la descentralización, cuestionó la falta de presencia, en general, en “el territorio”, y en específico, en lo que hace a las distintas realidades del interior del país. “No tenemos esa visión más amplia y territorial de descentralizar, de llegar al Montevideo profundo y al Uruguay profundo”, indicó.

Méndez se refirió a la importancia de “visibilizar” la institución, tratando de facilitar la información generada, más allá de algunos informes anuales que muchas veces se tornan “demasiado técnicos” y que “la gente no entiende mucho”. En ese sentido, la exjerarca resumió su visión en una apuesta a una “transformación” de la INDDHH con una “mirada mucho más territorial, de descentralización y de visibilidad de la propia tarea”.

Temas a poner en agenda

“Hay que renovar la institución”, planteó la exdirectora. En ese sentido, introdujo temáticas que, a su entender, deberían ser tratadas, como es el caso de la “justicia climática”. Si bien recordó y valoró que la INDDHH presentó su Área de Protección del Ambiente, enfatizó que falta debate más allá del “cambio climático”. Se refirió al abordaje de elementos más concretos como el derecho humano al “ambiente sano” en ciertos lugares como “la periferia” de la capital del país.

Méndez también puso sobre la mesa como un tema de poco tratamiento la “diversidad sexual”. “La Institución de Derechos Humanos al día de hoy no tiene absolutamente nada relacionado con la diversidad sexual, y ahí no estamos cumpliendo con lo que Uruguay ha ratificado a nivel internacional”, planteó haciendo referencia a su experiencia en el tratamiento del tema desde el Mides. “Si una persona trans sufre una situación de violencia institucional y tiene que ir a denunciar, la Institución de Derechos Humanos no tiene una referente y eso no puede pasar”, cuestionó.

Por último, comentó la necesidad de trabajar sobre la xenofobia. “Es algo [de lo] que no se habla mucho, pero hay mucha xenofobia”, remarcó Méndez. Para la protección de las poblaciones migrantes, resaltó que “falta más diálogo con la sociedad civil” y “acercamiento desde la interculturalidad”. De todas formas, reconoció que “se están dando muchos pasos firmes hacia adelante”.