El jueves, un hombre fue abatido por un funcionario policial en el Hospital de Clínicas luego de sufrir una descompensación y amenazar al policía y a otra funcionaria con un portasuero. La víctima falleció minutos después en el block quirúrgico del centro asistencial y el episodio generó varias discusiones sobre el accionar policial en los centros de salud, el posible uso de armas no letales y la formación de los policías para atender este tipo de situaciones.
Este episodio, y otro caso similar que sucedió en Durazno en el que un joven –también con problemas de salud mental– falleció en manos de un funcionario policial, motivaron que la diputada del Frente Amplio Graciela Barrera cursara un pedido de informes al Ministerio del Interior para conocer el uso y alcance de las armas de munición letales y no letales y si existen instancias de capacitación y formación a los policías para saber cómo actuar ante estos casos.
En el texto del pedido, Barrera señala que en las imágenes que se dieron a conocer del hecho del Clínicas puede observarse una “dispar preparación” entre los dos policías que aparecen en la escena. En efecto, dice, la policía intenta “apaciguar” al paciente “sin empuñar arma alguna”, mientras que el policía “que desencadenó el resultado fatal se muestra con el arma empuñada apuntando al paciente”. La diputada señala que pasado un rato se observa al hombre salir del consultorio con el portasuero “con la intención de atacar al funcionario”.
“Es en ese momento en que dispara al pecho, siendo que el espacio entre ambos da para pensar que se podría haber ensayado otra medida antes que apelar a la última opción, que debería ser la de disparar un arma a una zona vital del cuerpo, mucho más si esta es de munición letal”, apunta la legisladora.
Barrera dijo que este análisis la lleva a una “triste conclusión” que tiene que ver con la “depreciación que sufrió la capacitación” de la Policía en el último período de gobierno, “donde se ha potenciado la idea de la mano dura sin respaldo académico que la justifique y deprimiendo el proceso de profesionalización de anteriores gestiones”, analizó.
En la anterior administración, señaló, se desistió de una compra de armamento menos que letal que se había dejado pendiente a finales de 2019, y “recién” a finales de 2024 “concretaron la adquisición”. “Es notorio que al estar por la fecha de adquisición (fin de la gestión) hubo poco tiempo útil tanto para la instrucción como para la distribución del armamento de marras, y quizá esa sea una de las múltiples razones que propician este tipo de desenlaces”, añade.
En ese sentido, Barrera pide a Interior que informe sobre el tipo de armamento menos que letal adquirido “y si se ha distribuido a nivel nacional”. También pide conocer si los policías reciben instrucciones sobre el uso de esa herramienta y su utilización en “situaciones críticas”.
Por otra parte, pide especificar si existen protocolos de actuación policial previstos para aplicar en centros de salud, si fueron validados por el Ministerio de Salud Pública y con qué periodicidad se revisan y actualizan. Barrera pide conocer también si esos protocolos “sugieren” el tipo de armamento que deben portar los policías apostados en los centros de salud y si los policías que están en esos lugares cuentan con armamento menos que letal.
Barrera dijo a la diaria que la “vida está por encima de todo” y que el pedido “no es en contra de nadie”, pero enfatizó en la necesidad del uso de armamento menos que letal en los centros de salud, donde por lo general hay muchas personas, y que existan protocolos para capacitar a los policías. “Si no hay, hay que hacerlos”, consideró.
Interior revisará el uso de armas letales
El ministro del Interior, Carlos Negro, dijo el fin de semana en una conferencia de prensa que los policías tienen la “obligación de cuidar y defender” al personal de salud y a los funcionarios de los hospitales. “En algunas circunstancias es necesario que el personal esté debidamente armado para repeler algún tipo de ataque violento”, aseguró, al tiempo que dijo que el “tipo de armas” va a ser objeto de análisis.
“Va a ser objeto de análisis el tipo de armas que se apliquen mejor a la situación del cuidado en estos centros donde hay tantas personas”, reflexionó. El presidente Yamandú Orsi también comentó el episodio y dijo que sería bueno analizar “tener otro tipo de armamento”, pero apuntó: “Hay que estar ahí. Por lo poco que vi en la imagen, cualquiera de nosotros creo que lo hubiese hecho, porque había un riesgo de muerte, por lo que se pudo ver”, añadió.
Por otra parte, el director del Clínicas, Álvaro Villar, apuntó que el hombre había protagonizado varios episodios de violencia y que, en esta oportunidad, estaba utilizando un “objeto cortante”. “Estaba en peligro la vida de los trabajadores. Por eso el policía, que normalmente está en la puerta de emergencia, pidió refuerzos. Estuvieron otros funcionarios policiales que ingresaron, intentaron controlarlo y, en medio de eso, se produjo el disparo”, relató Villar, en declaraciones a Telenoche.