El 15 de mayo comenzó el Plan Invierno y se anunciaron una serie de iniciativas del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) para atender a la población en situación de calle, que, a pesar de que “se han intentado distintas estrategias políticas”, hace mucho “viene creciendo” y se ha convertido en una especie de “bomba de tiempo” y un problema que “es cada vez más grande”, reconoció el titular de esa cartera, Gonzalo Civila, en entrevista con la diaria Radio.
“Si el objetivo de la política es que no haya personas viviendo en situación de calle, evidentemente no ha funcionado”, sostuvo el ministro. Señaló que el Estado es “uno de los principales proveedores de personas en situación de calle”, ya que “una parte muy importante” de las personas que egresan de la cárcel, del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay y del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente “terminan en situación de calle”, según lo que se desprende de los datos del último censo sobre personas en situación de calle realizado en 2023.
A poco más de 15 días del lanzamiento y el anuncio de la ampliación del Plan Invierno, murió una persona en situación de calle que dormía en la Terminal Goes de Montevideo. El hecho fue informado por el propio ministro, en un intento por “ponerle la cara al tema” y, a su vez, pedirle a la ciudadanía que alerte a las autoridades y colabore con la identificación de estas situaciones de vulnerabilidad.
El objetivo de la administración este invierno fue incrementar en casi 1.000 la cantidad de cupos disponibles en refugios nocturnos. Civila indicó que ya se está sobre los 2.100 y la cifra va en aumento, a partir “de la demanda” y de los esfuerzos para “ir a buscar que las personas se acerquen a las propuestas de protección social”.
En la actualidad, explicó Civila, hay alrededor de “6.000 plazas para dormir en el sistema de protección social”, de las cuales cerca de 4.000 están disponibles las 24 horas. “Tenemos que poner el foco en que en el invierno las personas que no están participando en estos dispositivos de 24 horas tengan acceso por lo menos a un cupo nocturno”, destacó el ministro.
Apuntó también a la necesidad de “discutir qué tipo de cupos queremos”, en pos de “ir a cupos también de mejor calidad”. Señaló, sin embargo, que “la respuesta integral a este problema no puede estar centrada solamente en los cupos” y que “el aumento de cupos indefinido no puede ser una política pública”.
“Las personas que están en situación de calle lo que necesitan es un abordaje integral que implica vivienda, salud, trabajo, no solamente cupos”, sostuvo Civila, y agregó que requiere “una fase preventiva, pero también una acción de política pública que contemple necesidades que tenemos todas las personas”.
En ese sentido, el ministro señaló que el Mides impulsará “un proceso de participación para discutir una estrategia integral”, a partir de la segunda mitad del año, con actores de la academia, de las organizaciones sociales y colectivos vinculados a personas en situación de calle, actores barriales e instituciones del Estado.
Además, consideró que el diálogo social, que lleva adelante el Comité Ejecutivo de la Comisión Sectorial de Protección y Seguridad Social y tiene cuatro ejes -dos de ellos vinculados a la Protección a la Infancia y al Sistema de Cuidados-, “viene a ocupar un lugar importante”, ya que si “no damos pasos sustantivos ahí, vamos a seguir atendiendo emergencias indefinidamente”.
“Vivimos en una sociedad que descarta gente continuamente, que expulsa gente continuamente. La única forma de abordar ese problema es con una estrategia de mediano y largo plazo”, sostuvo el ministro.
“El sistema de ingreso a los refugios es un sistema que genera expulsión”
Civila detalló que una serie de iniciativas con “componentes de innovación” comenzarán a ejecutarse en la segunda quincena de junio, ya que implicarán “un refuerzo presupuestal”. Entre ellas, se encuentra la creación, en principio, de nueve centros comunitarios barriales que contarán con técnicos sociales, “agentes comunitarios” remunerados –una nueva figura de referentes barriales que se implementará en estos dispositivos–, auxiliares de enfermería y coordinadores de los centros.
Además, los centros comunitarios estarán vinculados a “duplas” de trabajo territorial, cuyo objetivo será “complementar, fortalecer y ampliar” el trabajo de los equipos de calle, con la meta de contar con al menos “100 personas trillando el territorio de Montevideo en diálogo con las personas que están en calle”, explicó Civila.
Según las características del territorio y de las organizaciones que los gestionen, los centros funcionarán alrededor de seis días a la semana, principalmente en el horario de la tarde noche, y estarán ubicados en Montevideo, ya que es donde está el “problema más grave”. Asimismo, se priorizarán aquellos barrios de la capital “donde la situación es más intensa en términos de cantidad de personas en calle”, por ejemplo, los barrios de los municipios B y C. El ministro señaló que también se está trabajando en propuestas orientadas a la periferia de la ciudad, donde escasean las iniciativas y “a veces ni siquiera hay refugios en algunos barrios”.
El titular de la cartera de Desarrollo Social se refirió al problema con el sistema de ingreso a los refugios, que definió como “un sistema que genera expulsión”. “Las personas están muchas horas esperando en la puerta” de los dispositivos y “muchas veces se les termina dando cupo en la otra punta de la ciudad porque es donde queda un cupo libre”, lo que genera otra serie de dificultades. “Muchas de estas personas no tienen una voluntad de fierro para decir ‘me voy a quedar acá hasta que llegue el momento en que me den el cupo’. Entonces eso también va generando una ineficiencia del sistema y un problema para las personas”, acotó el ministro.
Con los centros comunitarios también se pretende mitigar la problemática del sistema de ingreso, ya que “la idea es que las personas puedan ir a pedir su cupo ahí”, y así “todos los que vayan por esta vía tengan su cupo a la noche”. Civila sostuvo que en esos centros “la espera no va a ser una cola en la puerta” y estará acompañada por los equipos de trabajo. Además, “vamos a tener un sistema de transporte seguro también para las personas”, agregó.