Como parte del ciclo duplas, que organiza el Club de Ejecutivos de Montevideo en el piso 40 del complejo World Trade Center, este jueves de noche hubo una charla por las cuatro décadas de la recuperación de la democracia con los expresidentes Julio María Sanguinetti (1985-1990, 1995-2000), del Partido Colorado (PC), y Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995), del Partido Nacional (PN).
El nacionalista recordó que en 1989, cuando resultó electo, le ganó a Jorge Batlle, quien “había nacido para ser presidente”, porque “había una inercia histórica” de presidentes en su familia y tenía “el estilo y hasta el traje intelectualmente”, mientras que él era “el aspirante más joven”. Subrayó que fue el primer presidente del PN desde 1865 –no contó los dos colegiados blancos de mitad del siglo XX–, por lo tanto, esperaron “un ratito” para que les tocara.
En cuanto a lo que se logró durante los 40 años de democracia, Lacalle Herrera subrayó que hay “dos o tres líneas” que son las que hablan de un país, “más allá de los enfrentamientos y quizás resabios de haber estado peleando, secuestrando, matando y torturando y todo”. Puso como ejemplo la ley forestal (15.939), de diciembre de 1987, durante el primer período de Sanguinetti, que “ha sido la decisión económica más importante de la historia del país, más transformadora”. “Lo interesante es que convierte, por la ley, a los peores campos del país en los más productivos. Eso se ha mantenido y se ha convertido en el más grande rubro de exportación de Uruguay”, subrayó.
Lacalle Herrera también destacó lo hecho con la energía, dado que “tenemos 90% de energía renovable” y “muy pocos países en el mundo pueden decir eso”. Además, resaltó “la libertad portuaria”, que fue continuada (la Ley de Puertos 16.246, fue promulgada durante su gobierno, en 1992).
“Y algo que no tengo más remedio que decirlo, con todo respeto: en 15 años el Frente Amplio [FA] no cambió nada de lo que habíamos hecho los partidos tradicionales. Siguió siendo una economía de mercado y libre; es decir, que hasta la propia izquierda, que tiene algunos eslóganes, continuó lo que habíamos hecho los otros gobiernos, y lo va a continuar”, sostuvo.
A su turno, Sanguinetti también resaltó “ese proceso de cambio en el FA, que fue muy relevante”, porque venía de ser “un partido con una concepción revolucionaria”. Señaló que el Partido Socialista “sigue siendo un partido marxista”, pero, curiosamente, sus integrantes se hacían llamar “marxistas y leninistas”, no “marxistas-leninistas”. “Servía para decir que son distintos de los comunistas, que, por el contrario, eran muy ortodoxos”, aseguró.
En ese “cambio” del FA, Sanguinetti destacó al contador y exvicepresidente Danilo Astori. Sostuvo que al fallecido dirigente frenteamplista le solía decir: “Danilo, vos vas a tener una posteridad fantástica: antes, nadie te va reconocer nada, pero después, sí. Porque, más allá de aciertos o errores, que los tuvo, fue muy importante en el alejamiento del FA de la doctrina marxista de la sociedad y de la aceptación de la economía de mercado”, insistió.
Sanguinetti también resaltó que la “evolución” les llegó “a todos”, porque en el pensamiento del PN y del PC hubo momentos “de gran distancia”, pero luego se acercaron. Puso como ejemplo que tuvieron un debate por Antel (que llevó al referéndum para anular la Ley de Empresas Públicas, de 1992, que fue aprobado por más del 70%), pero, en cambio, no lo tuvieron por “desmonopolizar los seguros, que para un batllista no era poca cosa”, dado que “las dos primeras empresas del Estado fueron monopolios, el Banco República y el Banco de Seguros”.
“La desmonopolización del puerto fue una iniciativa también del gobierno de él [Lacalle Herrera], que la acompañamos. Es decir, comenzó allí un proceso de que la empresa pública, construcción del batllismo, pasaba a ser una empresa más, el concepto de empresa. Que a un cliente de la UTE se le llamara ‘cliente’, aunque hoy parezca estúpido, fue una revolución, no sólo semántica sino conceptual”, subrayó.
Visiones sobre los primeros 100 días del gobierno de Orsi
Luego de la charla, ambos exmandatarios hablaron brevemente en rueda de prensa, en la que Sanguinetti confirmó que el lunes viajará a Buenos Aires junto con el presidente Yamandú Orsi, que lo invitó, así como también con el exmandatario Luis Lacalle Pou, para un reconocimiento a la democracia en el marco de la entrega de los premios del Centro Ana Frank. “No sé si lo invitaron al doctor Lacalle Herrera…, pero para que no abusen los Lacalle, si no, son mayoría en todos lados”, bromeó Sanguinetti. “Se ve que estamos excluidos los que no somos muy demócratas, por lo visto”, bromeó también Lacalle Herrera.
Consultado sobre los primeros 100 días del gobierno de Orsi, Lacalle Herrera dijo que “realmente” no se ha “conocido el rumbo”, aunque reconoció que sabe que “ha estado atajando penales y problemas que son inherentes a los errores que se pueden cometer”. “Pero estamos esperando por lo menos el presupuesto, para ver si hay una línea que se pueda acompañar o criticar”, sostuvo.
En tanto, Sanguinetti dijo que “hay dos lecturas de la situación”, porque “muchos se quejan de la falta de iniciativa del gobierno, quizás con buenas razones, dentro del propio FA”. “Pero lo podemos mirar diciendo que hay una continuidad de las líneas fundamentales, y que eso también tiene una buena lectura, de que el nuevo gobierno del FA no viene a quebrar ninguna de las bases fundamentales y va a continuar con los parámetros básicos”, finalizó.