El presidente de la República, Yamandú Orsi, recibió este martes a su par ecuatoriano, Daniel Noboa, en el marco de una gira regional de este último, durante la cual también se reunió en Brasilia con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“Una inquietud que compartimos es tener la mayor cantidad de vínculos con los países vecinos y amigos de la región, ya que vivimos en el continente donde podemos decir que está ausente de guerras y que tenemos oportunidades que quizá no las estamos aprovechando lo suficiente”, afirmó Orsi durante una conferencia de prensa conjunta en la Torre Ejecutiva.
Por su parte, Noboa destacó la importancia de, “como naciones de una misma región, tomarse el tiempo para conversar, para entender cuáles son las necesidades de cada uno, las particularidades de nuestros pueblos y también cómo podemos ayudar a solucionar los problemas de la gente”. “La era de ideologías creo que ya pasó”, consideró el presidente ecuatoriano, que apuntó a “atender los problemas urgentes de nuestros ciudadanos”.
Orsi sostuvo que en la reunión bilateral intercambiaron “opiniones y visiones sobre nuestras economías y también sobre la geopolítica y las dificultades que países similares estamos teniendo”. Apuntó que, si bien Ecuador tiene una extensión territorial de una vez y media de la que tiene Uruguay y una población cinco veces mayor, “sabemos que tenemos algunas similitudes o algunos dolores de cabeza comunes”.
En ese marco, los mandatarios firmaron dos acuerdos vinculados a la seguridad: uno de “acercamiento e intercambio” a nivel del Ministerio del Interior y otro en clave del Ministerio de Defensa Nacional, informó Orsi.
El mandatario ecuatoriano afirmó que “Ecuador siempre va a estar abierto a trabajar en conjunto con Uruguay”. En cuanto a los temas de seguridad, explicó que su país está “peleando una guerra en este momento, un conflicto interno contra grupos narcoterroristas que en conjunto son 60.000 hombres y mujeres armados”. Noboa acotó que “la gran mayoría” son ecuatorianos, lo que “nos pone en una situación sumamente difícil porque, al mismo tiempo que tenemos que ser duros y atender las necesidades de todos los ecuatorianos, tenemos que tener empatía con las familias de las zonas más afectadas”.
Traspaso de la presidencia del Consenso de Brasilia
Otra de las razones de la visita de la delegación de Ecuador fue el traspaso a Uruguay de la presidencia pro témpore del Consenso de Brasilia, un mecanismo implementado en mayo de 2023, con el objetivo de fortalecer los lazos entre los países sudamericanos. Para Orsi, “una de las virtudes o una de las ventajas del Consenso de Brasilia es que tiene temas bastante aterrizados, bastante concretos, y eso es lo que más nos gusta”.
Tras la conferencia de los mandatarios, el ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, y su par de Ecuador, la ministra Gabriela Sommerfeld, protagonizaron la ceremonia de traspaso de mando.
Sommerfeld, cuyo país recibió la presidencia el pasado febrero, reafirmó “el compromiso del gobierno del Ecuador con la integración regional y con el Consenso de Brasilia como un mecanismo clave para la concertación suramericana”. Afirmó además que continuarán “robusteciendo” el mecanismo “como un espacio apropiado para el diálogo político regular y sostenido, así como para la cooperación reforzada que conduzca a la integración regional y proyecte América del Sur en el escenario global”.
La canciller ecuatoriana resumió las líneas de acción llevadas adelante en estos seis meses y repasó los tres elementos principales que planteó al asumir la presidencia pro témpore: el compromiso de guiarse por los principios de la región, “como la democracia y los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la justicia social, el estado de derecho y la estabilidad institucional, la defensa de la soberanía y la no injerencia en asuntos internos”; la propuesta de “conmemorar el segundo aniversario del consenso de Brasilia no con una reunión ceremonial, sino con trabajo y más trabajo para impulsar el desarrollo e implementación de la hoja de ruta suramericana”; y la priorización de “ocho ejes estratégicos para enfocar los esfuerzos en este último semestre”.
“Cuando asumimos la presidencia pro témpore reafirmamos la visión común de que América del Sur constituye una región de paz y cooperación basada en el diálogo y en el respeto a la diversidad de nuestros pueblos. Hoy, que tenemos el honor de entregarla a Uruguay, tenemos la certeza de que nuestros países suramericanos son capaces de privilegiar una agenda de paz, de desarrollo, de prosperidad y que el Consenso de Brasilia es una valiosa herramienta para mantener ese diálogo permanente y maximizar las capacidades de cooperación internacional y regional, dejando cualquier ideología de lado”, afirmó Sommerfeld.
En su intervención, Lubetkin celebró que Uruguay “se suma a Ecuador, a Colombia, a Chile, países que ya han coordinado este mecanismo de integración regional en la finalidad de fortalecer los lazos entre los estados de América del Sur y de profundizar la cooperación y la proyección de nuestra región en el resto del hemisferio y en el mundo todo”.
El canciller uruguayo afirmó que la presidencia pro témpore de Uruguay “mantendrá la prevalencia de un enfoque técnico, flexible y pragmático en la conducción del proceso y en la implementación de la hoja de ruta”. Asimismo, dará continuidad a los trabajos de las presidencias que antecedieron, “incluyendo los temas que han despertado mayor interés en las diferentes presidencias, así como priorizar otras áreas de trabajo de acuerdo con oportunidades puntuales que vayan llegando”.
De esta forma, sostuvo que Uruguay propondrá abordar algunos de los ejes del Consenso de Brasilia “de manera combinada y otros de forma transversal, en función de las sinergias identificadas, procurando no duplicar acciones con otras instancias y procesos de integración regional y además racionalizando los esfuerzos como bien lo necesitamos”.
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