El presidente del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), Jaime Saavedra, participó este viernes en un coloquio organizado por el Instituto de Historia de las Ideas de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y la División de Derechos Humanos del Ministerio de Desarrollo Social, bajo el título “Democracia, Desarrollo Social y Derechos Humanos”, horas después de que el vicepresidente del organismo, Eugenio Acosta, presentara su renuncia por diferencias entre ambos.

En su intervención, Saavedra se refirió a algunos desafíos que, como “militante de izquierda”, tiene en su rol al frente del Inisa. El primero de ellos, mencionó, “es ser un tipo creíble de izquierda”, es decir, ser coherente en su trabajo con los “valores que yo digo que sostengo en mi vida cotidiana”.

“¿Cómo me preparo para el desafío que tengo? ¿Cómo recibo a los funcionarios y a las funcionarias? ¿Con qué calidad, con qué humanidad, con qué piedad, con qué apertura de corazón? ¿Cómo trato a los gurises y a las gurisas que están bajo mi responsabilidad tanto en privación de libertad como en las medidas alternativas?”, mencionó Saavedra sobre los aspectos en los que aplica sus valores. El presidente del Inisa sostuvo que no está “por el cargo”, sino por “un programa y por una fuerza de izquierda que no quiere ganar las elecciones por ganar las elecciones, [sino que] quiere ganar las elecciones para alcanzar ciertos sueños”.

Ese objetivo, sostuvo, “tiene que vivirse en cómo yo resuelvo las condiciones indignantes en que compatriotas nuestros trabajan todos los días, en condiciones inimaginables que nosotros normalizamos y no está bien”. Acotó que, en la medida en que “logre ser una persona creíble” y dejar en claro que su objetivo es resolver esas tensiones, “estoy confiado en que la política pública puede avanzar desde una perspectiva de izquierda”.

El presidente del Inisa destacó la necesidad de fortalecer y transformar el Inisa en un lugar “lleno de ilusión, que rescate los saberes, que rescate las buenas voluntades” de una “cantidad de gente con enorme talento, que quiere a la institución y que quiere hacer las cosas bien”. “Ese es un gran desafío que nosotros tenemos, o que yo tengo, para el Inisa”, expresó.

Saavedra manifestó su compromiso de que, al término de este gobierno de izquierda, “el Inisa sea una agencia ejemplar, que vengan de todos lados del mundo para ver cómo trabaja el Inisa. Ese es mi desafío”. “Si gano o pierdo es un resultado, eso es menor, pero la gente me tiene que ver encima del ring tratando de dar la batalla para que esto suceda”, afirmó.

Por otro lado, el presidente del Inisa abogó por “soluciones colectivas” para la salida de los jóvenes que están bajo medidas de privación de libertad. “La política pública, por excelencia, tiene que ser ayudar a la gente a que se organice. Porque la gente organizada es la que modifica la realidad”, sostuvo.

Por último, se refirió a la posibilidad de generar esos cambios con los recursos disponibles. Saavedra, que ha defendido desde el inicio de su gestión que el Inisa no necesita más presupuesto, consideró: “No puede ser que yo asuma los desafíos de una responsabilidad y que no pare de hacer un detalle de las cosas que me faltan. Si todo lo que te falta es casi una justificación de lo que tú no vas a hacer, entonces no hubieras asumido”.

“Yo tengo que hacer, con los recursos que tengo, todo lo que tengo que hacer”, añadió. En su caso personal, aseguró, hace un “gran esfuerzo” para que “todos los funcionarios y las funcionarias trabajen en condiciones dignas: arreglar lo que tenemos y, una vez que arreglamos, cuidar lo que tenemos”.