Paralelamente a la discusión en el Parlamento, el Frente Amplio (FA) continúa con su campaña en defensa del proyecto de ley de presupuesto quinquenal, esta vez con una instancia que reunió al presidente frenteamplista, Fernando Pereira, a la senadora Bettiana Díaz y a la subsecretaria del Ministerio del Interior, Gabriela Valverde.

El acto se realizó en la sede de la Asociación de Funcionarios Judiciales, en el Centro de Montevideo, y contó con la participación de unas 50 personas. Arriba del escenario montado, casi custodiando a los expositores, un cartel del sindicato reclamaba el 2% del PBI para el Poder Judicial y le decía que no a la creación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, algo que finalmente no fue incluido en el proyecto presupuestal del gobierno. También hubo un minuto de silencio en recuerdo del exdiputado frenteamplista (2020-2025) Gustavo Olmos, fallecido el lunes.

La primera en hablar fue la senadora Díaz, quien, como se ha señalado en todas las instancias de este tipo generadas por el FA y el gobierno, hizo un repaso del estado en el que la actual administración tomó el gobierno. “Durante los cinco años del gobierno de Lacalle denunciábamos que estaban desmembrando al Estado, que estaban tomando deuda y que la cosa iba bastante peor”, comentó e hizo referencia a la amenaza de litigio internacional por la obra del Ferrocarril Central y a la negociación del proyecto Neptuno como dos muestras de la mala gestión del gobierno anterior. “No nos sorprendió, ya sabíamos cómo gobierna el herrerismo”, aseguró.

También habló de otra restricción política, que es que el gobierno no tiene mayorías en el Parlamento “y eso implica que hay procesos de negociación que tienen que activarse cada vez que hay que votar un proyecto. Si no somos capaces de salir a conseguir esa mayoría, no le podemos ni cambiar el nombre a una escuela”, ejemplificó.

En ese marco, Díaz dijo que, si bien no es “refundacional”, el presupuesto “imprime” las prioridades políticas del gobierno. Defendió que parta desde una línea de base marcada por el “carnaval electoral” de la pasada administración y que se genere un incremento presupuestal de 140 millones de dólares. “Son montos que nos permiten, con el rediseño del presupuesto, lograr mejores condiciones después del recorte salvaje de los primeros dos años del gobierno de Lacalle”, comentó.

Allí enumeró las prioridades: habló de la pobreza infantil, la seguridad, la “justicia tributaria” y el crecimiento económico. Según señaló, las “adecuaciones tributarias” introducidas en el proyecto son de “profunda justicia” y habló particularmente del artículo que grava a las ganancias del capital de uruguayos en el exterior y el impuesto mínimo global; no hizo referencia al llamado “impuesto Temu”, que sí sería puesto arriba de la mesa minutos después por Pereira, quien también recalcó que se trata de un impuesto “justo”.

Finalmente, comentó que los presupuestos “no están escritos en piedra” y que los recursos establecidos “cambian y se reasignan”, pero “lo que se prioriza son las personas que están más tiradas en la sociedad”, cerró.

Pereira: “Cuando termine este gobierno no habrá trabajador 25.000 pesista”

A su turno, el presidente del FA reiteró que se está ante un “presupuesto de izquierda” para un “gobierno de izquierda”, y argumentó que, cuando gobernó, la derecha “tuvo que hacer el ajuste fiscal” desde los egresos (gasto público, salarios). “¿Qué hace un gobierno y un ministro de Economía de izquierda? Ajusta por los ingresos”, aseguró; y señaló que el FA ya gravó al capital en 2008, con la reforma tributaria, y ahora lo volverá a hacer, en referencia a los cambios tributarios impulsados por el equipo económico.

Sobre el crecimiento, apuntó que ya se pueden empezar a ver señales en esa dirección. Comentó la creación del grupo interministerial dedicado a la política de riego y tuvo un lapsus al destacar la figura de Tabaré Aguerre: lo mencionó como ministro.

Pereira confesó que no sabe por qué “no estamos valorando” al gobierno “en su justa dimensión”. “¿Qué nos dirían si no hubiéramos podido renegociar Arazatí? El gobierno no sólo no estuvo estático, sino que fue a fondo de manera directa (...) Un gobierno de izquierda no se define por cuánto invierte, sino por dónde invierte”, aseguró y remarcó esa idea. “La pobreza infantil en Uruguay no puede tener los números que tiene. Nos tiene que romper el alma que un tercio de nuestros niños esté en esa situación”.

En otro pasaje de su exposición, el presidente del FA comentó que la derecha le exige cosas a este gobierno “que no hizo antes”; incluso las pidió antes, dijo, de que Yamandú Orsi asumiera como presidente. También aseguró que cuando termine este gobierno no habrá trabajadores que ganen 25.000 pesos.

En el cierre de su discurso, comentó que el FA cree en “cumplir con la ley” y en “cumplir con la política macroeconómica seria”. También señaló que no se perseguirán las gestiones anteriores, pero subrayó que, si en “alguna auditoría hubiera hechos de apariencia delictiva”, se denunciarán. “No vamos a perseguir, es sí sólo sí tuvo una falla con apariencia delictiva”.

Valverde: “Cuando tenemos que ir a pacificar un territorio es porque ya hubo cosas que pasaron antes”

Por su parte, la subsecretaria de Interior reiteró la idea de que no fue bueno el estado en el que recibieron el gobierno. “Les puedo asegurar que estas dos páginas [muestra un folleto de dos carillas divulgado en la actividad] dicen mucho más que el informe de transición que recibimos”, lanzó.

De todos modos, señaló que el FA ganó el gobierno y ya “sabía que no iba a ser fácil”. En esa dirección, comentó que las “prioridades son esas” y que el gobierno debió elegir porque “no puedo hacer todo”. Celebró que la seguridad pública sea la tercera prioridad, porque, aseguró, si se invierte en infancia, es menor el trabajo que tendrá el Ministerio del Interior.

Al hacer referencia al presupuesto destinado para la seguridad, habló sobre “políticas de convivencia en clave integral”, que sumen, además de la prevención y represión del delito, políticas de educación, vivienda, salud, salud mental y trabajo. “Cuando tenemos que ir a pacificar un territorio es porque ya hubo cosas que pasaron antes”, advirtió. Luego defendió que en el presupuesto “no hay ningún artículo” que agrave penas o genere nuevos delitos.

“Definimos que esta propuesta tenía que ver con un fortalecimiento institucional, con fortalecer el sistema carcelario y a la Policía en remuneración y salud mental”, dijo, y habló también de fortalecer la Dirección Nacional de Medidas Alternativas.

Sobre esto último dijo que “no puede ser” que mujeres estén presas varios años por ingresar droga a la cárcel “y otras en su casa tomando sol”, en referencia a las imputadas por el caso de estafa de Conexión Ganadera. También defendió el presupuesto destinado a la prevención de la violencia de género y a la lucha contra el crimen organizado, al que se lo está “abordando con una nueva institucionalidad”. “Esta guerra sí que está perdida si la seguimos peleando de la misma forma. Debemos cambiar la estrategia”, puntualizó.