Como una estrategia para disminuir la incidencia de las enfermedades no transmisibles que, según datos oficiales, son responsables de 84% de las muertes, el presidente de la República, Tabaré Vázquez, decretó el viernes 9 la creación, en el Ministerio de Salud Pública, del Consejo Nacional Honorario Coordinador de Políticas Destinadas a Combatir el Sobrepeso y la Obesidad. En él participarán los ministerios del Interior; de Defensa Nacional; de Economía y Finanzas; de Educación y Cultura; de Ganadería, Agricultura y Pesca; de Industria, Energía y Minería; de Desarrollo Social, y la Secretaría Nacional del Deporte. El texto exhorta, además, a que se integren la Administración Nacional de Educación Pública, el Banco de Previsión Social, la Universidad de la República, la Administración de los Servicios de Salud del Estado, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, el Congreso de Intendentes, la Intendencia de Montevideo y las comisiones honorarias de Salud Cardiovascular y de Lucha contra el Cáncer. Cada organismo designará un representante (titular y alterno) para participar en las sesiones del consejo.

Tal como reseña el decreto, en los últimos años hubo un aumento “alarmante” en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad: entre 2006 y 2013 la prevalencia de sobrepeso en personas de 25 a 64 años aumentó de 56,6% a 64,9% y la obesidad creció de 19,9% a 27,6%; el panorama a futuro no es muy alentador: 27,2% de los adolescentes de 13 a 15 años tiene sobrepeso u obesidad.

“Para frenar la epidemia de obesidad es preciso modificar el ambiente obesogénico y promover los entornos saludables que permitan la elección y el consumo de alimentos naturales y con bajo contenido en azúcares, grasas, sodio, así como la práctica habitual de actividad física”, dice el decreto, que recuerda que el Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud insta a los Estados a implementar un plan de acción y “a promover la coordinación entre diversos sectores, particularmente educación, agricultura, comercio, economía y finanzas, transporte, planificación urbana, así como de autoridades locales para consensuar acciones a efectos de detener la epidemia”.

Eso es lo que el Poder Ejecutivo se propone lograr con este consejo, que tendrá además el cometido de asesorarlo, de aprobar líneas de acción y formular propuestas. El decreto explicita algunas de las líneas de acción que se deberán impulsar: “iniciar el cambio cultural” para detener el sobrepeso y la obesidad; promover las buenas prácticas de alimentación de bebés y niños pequeños; impulsar la regulación normativa de la comercialización de sucedáneos de la leche materna; promover la integración de los lineamientos de la Guía alimentaria en las políticas públicas; mejorar los entornos de los centros educativos en relación a la alimentación saludable y la actividad física; impulsar la eliminación progresiva de las grasas trans; instrumentar el etiquetado frontal de alimentos; desarrollar el programa de reducción voluntaria de azúcar y sal de alimentos elaborados; y desarrollar el programa de control de sobrepeso y obesidad en el marco del Sistema Nacional Integrado de Salud.