La comisión investigadora de la gestión de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) desde 2008 hasta la fecha sesionó ayer para seguir estudiando irregularidades detectadas en el Hospital de Rivera, durante la gestión de Andrés Toriani, y en la División de Arquitectura de ASSE. Concurrieron Ricardo Ayestarán, director adjunto a la Región Norte de ASSE, y el arquitecto Daniel Wainstein, ex director de la División de Arquitectura.

Rivera

Tanto el caso de Rivera como el de Arquitectura ya habían sido detectados por ASSE. En Rivera la investigación se inició a fines de 2016, tras constatarse que el monto de contrataciones de servicios médicos se había multiplicado por diez de 2008 a 2015 y que el gasto ejecutado en “Estudios Médicos” se había duplicado en el período 2014-2016, debido a la contratación de profesionales por intermedio del Centro Médico y Odontológico Cuaró (Cemoc); se observó, además, un convenio con la Cooperativa Médica de Rivera (Comeri) para realizar tomografías en Santana do Livramento.

La diputada frenteamplista Cecilia Bottino informó a la diaria que Ayestarán –designado director adjunto en mayo de 2015, cuando Richard Millán fue nombrado director de la Regional Norte– alegó que a él no le correspondía analizar la parte económica sino la asistencial, y agregó que el Hospital de Rivera “tenía muy buenas prestaciones asistenciales”, que justificaban lo invertido.

Según el diputado Daniel Radío, del Partido Independiente, Ayestarán dijo que tenía la convicción de que las contrataciones en el Hospital de Rivera por intermedio de Cemoc se hacían de manera irregular, así como las contrataciones de exámenes vía Comeri en Brasil. También relató que Millán hizo gestiones con una institución de Rivera para que brindara el servicio de tomografías al mismo precio que implicaba la triangulación con Comeri, y que lo consiguió, pero que durante un buen tiempo el director del Hospital de Rivera siguió contratando exámenes en Brasil.

Arquitectura

Las irregularidades en la División de Arquitectura habían sido detectadas en una auditoría de ASSE que estudió el período enero de 2012-julio de 2013 y halló un gasto de 600.076.302 pesos en obras cuyo costo inicial se había estimado en 249.552.525. También encontró obras no inscriptas en el Banco de Previsión Social, ausencia de una estructura de costos realista para calcular el valor del metro cuadrado de construcción, falta de un registro de todas las comisiones de obra e insuficiente supervisión en el área administrativo-contable, entre otras observaciones.

Bottino señaló que la División de Arquitectura se desarticuló y que Wainstein, que depende ahora de una regional, dijo que no conocía la auditoría, que la investigadora le hará llegar al nuevo directorio de ASSE, junto al planteo de Wainstein para que informe qué correcciones se implementaron a partir de aquel informe. Radío agregó que, según Wainstein, era el directorio el que decidía qué obras realizar, no la División de Arquitectura, que tampoco hacía las evaluaciones presupuestales.

La comisión, que trabaja desde setiembre, no ha podido cerrar aún los primeros capítulos que abrió, debido a inasistencias y falta de información, aunque Radío destacó que el nuevo directorio de ASSE no obstaculiza la comparecencia de jerarcas o ex jerarcas, y ha aportado todos los datos requeridos. En cuanto a la denuncia penal que la oposición evalúa presentar, el diputado sostuvo que los abogados están concentrados en el estudio del caso de Bella Unión, porque “los tiempos apremian” y no quieren correr el riesgo de que la Justicia tome definiciones y la comisión llegue tarde.