La Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Uruguay (SCPREU) se unió ayer a la Federación Ibero-Latinoamericana de Cirugía Plástica para avanzar en una campaña de concientización a nivel internacional sobre la importancia de que estos procedimientos sean hechos por profesionales certificados. En un espacio de encuentro virtual, al que tuvo acceso la diaria, presidentes de las sociedades de varios países discutieron la situación interna de cada uno y concluyeron que, en general, hay un aumento de las prácticas estéticas y reconstructivas realizadas por personal sin la capacitación suficiente y que esto trae, entre otras consecuencias, problemas para los pacientes que invierten su dinero sin obtener el resultado esperado.

La presidenta de la SCPREU, Beatriz Manaro, aseguró a la diaria que la preocupación de sus colegas también está presente en Uruguay. Según la dirigente, hay un volumen considerable de procedimientos efectuados por personal no autorizado. Se lleva a cabo desde la aplicación de botox como relleno hasta cirugías de reconstrucción; el mayor peligro son las complicaciones imprevistas: “El cirujano plástico es el que tiene la formación para hacer los procedimientos, pero también para actuar en caso de problemas, y personal médico no especializado o incluso personas que no son médicas están realizándolos en clínicas o consultorios particulares”.

La SCPREU advierte a los pacientes que deben cerciorarse de que quien vaya a hacerles un procedimiento de cirugía plástica haya aprobado una residencia en Cirugía Plástica de por lo menos tres años, y recomienda que sólo se someta a intervenciones en instalaciones médicas acreditadas y aprobadas por el Ministerio de Salud Pública.