El 8 de diciembre empezó la temporada para los 200 guardavidas que trabajan en Canelones y hasta el 8 de enero ya habían rescatado a 41 personas que estaban en situación de peligro en las playas canarias, según el último informe del gobierno departamental. Los profesionales están divididos en 79 puestos –esta temporada se sumó el equipo del balneario Salinas en la calle Guaycurú–, que cubren toda la costa de Canelones desde las 10.30 hasta las 19.30. En diciembre y lo que va de enero las autoridades departamentales comentaron que la cantidad de turistas es buena, y que la mayoría son uruguayos que eligen pasar sus vacaciones haciendo turismo interno.

De todos los rescates hechos en este primer mes, 94,1% fue cuando en la caseta de los guardavidas estaba la bandera amarilla, que indica precaución. La mayoría de los rescates (47,1%) ocurrió entre las 16.30 y las 19.30; de 12.30 a 16.30 –horario en el que se desaconseja exponerse al sol– los rescates sumaron 41,2% del total; el resto, cerca de 11%, fue en las primeras dos horas del servicio: de 10.30 a 12.30.

En cuanto a los lugares donde se produjeron los rescates, 70,1% fue en zonas habilitadas para baños que contaban con servicios de guardavidas; sin embargo, los guardavidas de Canelones lograron socorrer a personas que estaban en zonas no habilitadas para baño (23,5%) y a algunos que se encontraban en playas seguras pero que aún no cuentan con servicio fijo de guardavidas (5,9%).

Además de los 41 rescates, el informe contabiliza 12 asistencias realizadas en la arena por los guardavidas. Según indica fueron cinco heridas en miembros inferiores, una fractura de tabique nasal de un niño de 11 años, un shock sufrido por un adulto de 89 años y otro similar de un joven de 19 años; estos tres casos requirieron asistencia y traslado mediante el servicio de emergencia médica móvil. Además, también menciona el trabajo llevado a cabo en la arena, cuando los guardavidas ayudan a encontrar a niños que se separan de sus familias.

El informe canario destaca que el rescate de más personas fue el 25 de diciembre; involucró a una familia de nueve integrantes en el arroyo Solís Chico, en una zona sin servicio de guardavidas, no apta para baños. Cuando los guardavidas vieron la situación se acercaron para advertirles del peligro y la acción terminó en un operativo de rescate.

Rocha

La situación en Rocha es más compleja que en la costa canaria porque el gobierno departamental cuenta con recursos para que los guardavidas sólo cumplan ocho horas: de 10.30 a 18.30. Sin embargo, en los primeros días de la temporada la gente empieza a salir del agua recién sobre las 19.30. Con sus aguas oceánicas, el departamento rochense es el que tiene menor horario de protección de la costa este, puesto que Maldonado tiene cobertura desde las 9.30 a las 19.30.

La semana pasada, tres personas tuvieron que ser rescatadas por la Prefectura en la Playa de los Pescadores, en el balneario Punta del Diablo, porque se accidentaron luego del horario de trabajo de los guardavidas; Subrayado informó en ese entonces que una muchacha se estaba ahogando y dos hombres fueron a rescatarla, pero quedaron también atrapados en la corriente de agua. A pesar de que no hubo heridas graves entre los afectados, esta fue la primera señal de la temporada: el horario de cobertura no es suficiente.

Según explicó en diálogo con la diaria Tomás Echeverría, presidente de la Asociación de Guardavidas de Rocha (AGR), lo ideal sería trabajar en un régimen como el que hacen en Montevideo: de 8.00 a 20.00. Por más que este sea un reclamo de todos los años, el gobierno departamental de Rocha asegura que no tiene los recursos suficientes para extender el horario de trabajo de los profesionales. En la temporada pasada hubo 59 rescates fuera del horario de trabajo de los guardavidas: 17 antes de hora, 31 después de hora y 11 fuera de la zona de cobertura.

Una de las opciones que se manejaron es implementar un horario cortado, para asegurar que haya guardavidas por las mañanas y luego por las tardes. Sin embargo, para Echeverría esto no solucionaría el problema: “El horario cortado es todo un problema, primero habría que hacer una concientización masiva del público, porque a pesar de que baja la cantidad de gente entre las 13.00 y las 15.00, sigue habiendo personas en el agua, y justamente en ese horario del mediodía hay condiciones climáticas que hacen que se modifique la dinámica de la playa y sea más peligroso”. El informe de la AGR de la temporada pasada respalda las palabras de Echeverría: de los 279 rescates, 33,3% fueron entre las 13.00 y las 16.00.

En Rocha trabajan 134 guardavidas, seis en tareas de coordinación y el resto se dividen en los 57 puestos de vigilancia que tiene el departamento. Como las horas de cobertura no alcanzan, la AGR sigue recomendando que la gente preste atención a las indicaciones de las banderas y banderines en las orillas, aunque Echeverría reconoció que no es suficiente: “El sistema de las banderas es para facilitarle a la gente dónde puede ingresar al agua y dónde se puede bañar con menos riesgo, pero la entrada a las playas oceánicas es siempre súper riesgosa; con el conocimiento se minimiza, pero siempre lo recomendable es meterse al agua si hay guardavidas cerca”.