La Universidad de Michigan, en Estados Unidos, realizó un estudio con 19,2 millones de pacientes –adultos, jóvenes y niños– de seguros privados. Analizaron las recetas que les prescribieron sus médicos durante 2016 y en 23% de los casos se encontró que “no eran médicamente justificadas”. Según recoge la agencia Efe, el autor del estudio, el médico Kao-Ping Chua, advirtió que “la utilización de antibióticos es todavía rampante y afecta a un enorme número de pacientes”, y agregó que “a pesar de décadas de mejoramiento de la calidad y de iniciativas educacionales, los proveedores todavía están recetando antibióticos por enfermedades que podrían mejorar por sí mismas”.

El estudio demostró que 40% de los pacientes (7,6 millones) de entre 18 y 64 años recibió por lo menos una receta de antibióticos. Las recetas inadecuadas de antibióticos fueron más entre adultos que entre niños: 15% recibió al menos una receta inapropiada de antibióticos; en el caso de los menores de edad, 11% recibió una receta que no le correspondía.

En la mayoría de los casos los medicamentos se indicaron para casos de bronquitis y resfriados, “condiciones que la medicina no mejora”, señala la investigación. El médico estadounidense señaló que la resistencia a los antibióticos “es una de las grandes amenazas para la salud pública en el mundo” y si los pacientes siguen tomando medicamentos que no necesitan, esta tendencia seguirá en aumento.

Por otra parte, el estudio, publicado en la revista científica British Medical Journal, indicó que 36% de la recetas fueron encontradas potencialmente apropiadas y 28% no estaban relacionadas con ningún diagnóstico documentado.