Durante el debate presidencial del miércoles, el candidato nacionalista, Luis Lacalle Pou, buscó golpear a su contrincante, Daniel Martínez, al mencionar “las diferencias que hay en la salud”: dijo que en una mutualista el porcentaje de niños de un año correctamente atendidos es de 93%, mientras que en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) es de 27%, y que 98% de las embarazadas que se atienden en mutualistas están correctamente controladas, mientras que sólo lo está 8,8% de las que se atienden en ASSE en Montevideo. En realidad, el dato era de 2015; había sido manejado por el diputado nacionalista Martín Lema –uno de los asesores de Lacalle en temas de salud– en agosto de ese año, cuando el ministro de Salud, Jorge Basso, asistió a una sesión de la Comisión de Salud de Diputados. Días después, en una nota publicada en el semanario Búsqueda, Basso reconoció el problema, pero señaló que ASSE tenía dificultades con los sistemas de información, además de carencias de recursos e infraestructura.

Lema había sacado los datos del portal atuservicio.uy, en el que el Ministerio de Salud Pública (MSP) publica indicadores de los prestadores integrales de salud. Para mostrar la atención durante el embarazo y el primer año de vida, el portal muestra ahora indicadores diferentes: el porcentaje de embarazadas con control de VIH y de VDRL (sífilis) en el primer y el tercer trimestre en ASSE es de 97% –un valor similar al de las mutualistas–, y el porcentaje de niños de un año con control de desarrollo en el cuarto mes de vida es de 40% en ASSE, un valor bajo si se lo compara con las mutualistas, tal como consignó este jueves Verificado. Lema reclamó, por Twitter, que el MSP haya cambiado los indicadores y que no se pueda “hacer seguimiento con los mismos controles”. Consultado por la diaria, el subsecretario de Salud, Jorge Quian, informó que las metas asistenciales (un pago variable que hace la Junta Nacional de Salud a las instituciones por el cumplimiento de determinadas pautas) van cambiando sus indicadores a medida que se alcanzan los objetivos, y que el control del niño durante el primer año de vida se quitó como tal porque era cumplido por alrededor del 95% de los prestadores (mutualistas y ASSE), y en su lugar se impulsaron otros indicadores para mejorar otros aspectos.

Datos actualizados

Este jueves de tarde ASSE emitió un comunicado de prensa en el que difundió los datos oficiales sobre el control de embarazo y del desarrollo en el primer año de vida, al cuarto trimestre de 2018. Allí se ve que 91% de las embarazadas a nivel país fueron bien controladas, y que en Montevideo la proporción fue de 89%. El control de desarrollo en el primer año de vida a nivel país fue de 62% y en Montevideo de 60%. En el comunicado se aclara que el dato fue extraído de las historias clínicas electrónicas de los usuarios de ASSE (que presenta un uso de 75% a nivel nacional).

Quian difundió otros datos, también de ASSE, que surgen del Sistema Informático Perinatal, en base a los nacimientos asistidos en el Hospital de la Mujer del Centro Hospitalario Pereira Rossell. Los datos muestran que en 2018, 79% de las embarazadas de Montevideo tuvieron seis o más controles, una proporción que mejoró a lo largo de los años, en concreto desde 2014, cuando era de 70,6%. Quian señaló que por sí solo ese dato no garantiza una atención oportuna, porque los seis controles podrían haber ocurrido sobre el término del embarazo, y por eso mencionó también la captación del embarazo durante el primer trimestre en Montevideo, que alcanzó a 71,5% de las usuarias de ASSE. Dijo que los datos de todo 2018 fueron un poquito inferiores a los del último trimestre del año, porque ASSE siguió mejorando la captación de embarazos a lo largo del año.

Consultado por la diaria, Lema respondió que la información que manejó Lacalle en el debate fue extraída del sitio que alimenta el MSP y criticó que se hayan cambiado los indicadores. “No puedo dar por buenos todos los datos que dan los prestadores”, reclamó, cuestionando que el MSP haya divulgado los datos proporcionados por el prestador y no haya aportado sus propios datos. En enero de 2017, cuando vio que el MSP había cambiado los indicadores publicados en atuservicio.uy, hizo un pedido de informes al MSP en el que cuestionó el cambio de indicadores y solicitó la información del cumplimiento de metas de ASSE; en abril de 2017 reiteró la solicitud, pero ninguna de las veces recibió respuesta. “Hasta el día de hoy no se contestó, por tanto el último dato del MSP que tenemos nosotros es el que expresó Luis Lacalle Pou ayer [por el miércoles]”, dijo.

Cristina Lustemberg era subsecretaria de Salud Pública en 2015. Consultada por la diaria dijo que en aquel momento ASSE tenía una muy baja proporción de usuarios del Fondo Nacional de Salud –que son por quienes efectivamente se pagan las metas asistenciales–, pero principalmente alegó que ASSE no había desarrollado la informatización al nivel que lo ha logrado ahora (que alcanza a 75%), por lo que habló de un “subregistro”. Al tiempo que se mejoró el registro, se mejoraron las estrategias para cumplir con la captación de controles de más embarazadas y niños pequeños, y ambas cosas explican los valores actuales. Acerca de los datos que deberían estar mejor presentados por el MSP, Lustemberg respondió que el Frente Amplio propone aumentar la rectoría del ministerio, y que muchos de estos datos podrán obtenerse rápidamente –y controlarse– cuando termine de implementarse la historia clínica electrónica.

Indicadores que hablan

Quian opinó que las cifras manejadas por Lacalle Pou “son incorrectas, pero además se pueden desmentir con otros datos”, como la mortalidad infantil, “que está en 6,7 por 1.000 nacidos vivos, la mejor tasa de mortalidad infantil de América Latina después de Cuba”, un valor que se redujo a la mitad, si se considera que en 2005 estaba en 12,78 cada 1.000 nacidos vivos. “Eso significa que los embarazos se están controlando bien, porque la mortalidad infantil aumenta cuando los embarazos están mal controlados”, comentó. Mencionó, también, que la transmisión vertical –madre a hijo– de VIH en Uruguay está por debajo de 2%, límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud y por el cual se elimina una enfermedad (transmisión vertical de VIH) como problema de salud pública. Por otra parte, Quian señaló que Uruguay es el único país de la región que no ha tenido una epidemia de sarampión, y que eso ha sido posible porque el porcentaje de vacunación de niños al año de vida –y por tanto de controles– es cercano a 95%.

Quian dijo que está orgulloso de los indicadores alcanzados por ASSE, pero reconoció que quisiera que fueran mejores. “Me hubiera gustado que [las embarazadas de ASSE] se controlaran tanto como las del sector privado, pero ASSE atiende una población mucho más vulnerable; tenemos 8,9% de pobreza, y todas esas personas las atiende ASSE”, comentó. Acotó que para bajar los indicadores de mortalidad materna (0% en 2018) y mortalidad infantil “hubo que hacer muchas intervenciones, no sólo de salud”, sino que también se trabajó en otras políticas sociales, como Uruguay Crece Contigo y otros programas del Ministerio de Desarrollo Social. Lo mismo dijo Lustemberg, quien expresó que “los datos actuales son los datos actuales, no es que se adecuaron; reflejan un trabajo que viene haciendo el gobierno de priorizar entre toda la inversión que venimos haciendo en políticas publicas y en ASSE”. El prestador público fue potenciado, pero Lustemberg recordó que el gasto por usuario todavía es 22% menor al gasto por usuario del sector privado; no obstante, señaló también que en 2007, antes de implementarse el Sistema Nacional Integrado de Salud, el gasto por usuario de ASSE era 65% inferior al de los usuarios del sector mutual.