¿Contienen agentes tóxicos? ¿Existe daño en la salud respiratoria? ¿Su uso ayuda al cese del consumo de tabaco? Esas son las tres interrogantes que responde una declaración de la Sociedad Uruguaya de Neumología sobre los cigarrillos electrónicos y otros productos por sistemas de liberación de nicotina electrónicos (SLNE). La declaración, emitida ayer, concluye que “los profesionales de la salud nunca deben aconsejar el empleo de los SLNE” y pide hacer esfuerzos “para advertir al público del daño que conlleva fumar con SLNE”.

Según la sociedad de neumología, el consumo de nicotina y otros productos SLNE “viene creciendo en forma sostenida”. Afirma que “los aerosoles de cigarrillos electrónicos contienen agentes químicos tóxicos” que permiten la inhalación de nicotina, ya sea sola o “con otras sustancias como saborizantes con alcoholes y aldehídos, cannabis, cocaína, drogas sintéticas, entre otras”. Agrega que “facilitan la inhalación de sustancias extrañas no seguras” y que “generan nuevos adictos a la nicotina”.

Los neumólogos expresan que todavía no hay evidencia del daño a largo plazo (porque su uso es reciente), pero que “la injuria pulmonar se viene reportando exponencialmente”, y mencionan casos de neumonía (eosinofílica, organizada y lipoidea), daño alveolar difuso, neumonitis por hipersensibilidad, bronquitis respiratoria y otras infecciones. Afirman, además, que su uso “atenta contra la necesidad de respirar aire puro”.

Los cigarrillos electrónicos “no han demostrado efectividad ni seguridad en el tratamiento de cesación de consumo de tabaco”, responden los neumólogos, y advierten que “las compañías tabacaleras promueven su uso e intentan reclutar adolescentes para que se inicien en la adicción a la nicotina”. Dicen que lo han logrado, porque los jóvenes se sienten atraídos por los dispositivos y sus saborizantes. Recuerda, además, que es frecuente el consumo dual de cigarrillos electrónicos y convencionales y que la mejor forma de dejar de fumar es el tratamiento psicológico y farmacológico.