En lo que va del año y hasta ayer, 387 personas habían fallecido en Uruguay en siniestros de tránsito y se estima que cuando termine el año serán 401, según anunciaron ayer las autoridades de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) al presentar el informe preliminar de siniestralidad vial 2019, el último de esta administración. En promedio, cada día muere una persona y 67 se lesionan (12% sufren heridas graves) por colisiones en calles y rutas uruguayas; por el impacto que tiene en la vida de las personas –y para el sistema de salud y de seguridad social–, la disminución de las muertes y lesiones como consecuencia de la siniestralidad vial es una de las metas de los Objetivos Sanitarios Nacionales del Ministerio de Salud Pública (MSP).

El número de siniestros y de lesionados registrados hasta el 8 de diciembre (sobre esa base se proyectaron los días restantes) es el más bajo de la década, destacó el presidente de la Unasev, Fernando Longo, que atribuyó los logros a la forma de trabajo constante que se ha tenido desde la creación de la Unasev e incluso antes. En ello han incidido la normativa creada en los últimos años, como las leyes de tránsito, de las que se desprenden los requerimientos de mayor seguridad vehicular, el control de la velocidad, la exigencia del uso de elementos de protección, como el cinturón de seguridad, el sistema de retención infantil y el casco, y no conducir habiendo consumido alcohol. También se destaca el hecho de contar con una agencia de seguridad vial como la Unasev, que se creó en 2007 y ha permitido articular criterios, crear normas, aportar datos estadísticos, definir el permiso único nacional de conducir y establecer los valores de multas, tal como detalló Marcelo Metediera, director de Tránsito de la Intendencia de Canelones. El director nacional de Vialidad, Leonardo Cola, agregó que en los últimos cinco años se han rehabilitado a nuevo 3.300 kilómetros de carretera, que han creado cruces elevados (tres en la ruta 1 y uno en el cruce de las rutas 5 y 48), 65 rotondas nuevas que han descomprimido cruces complicados y terceras vías. Las obras incorporaron estándares de calidad, como las barreras de seguridad y bordes señalizados cuando se pasa de la calzada a la banquina.

A fines de 2018, cuando la Unasev se alejaba por segundo año consecutivo del descenso que buscaba “a este directorio se nos había dicho que éramos los causantes de la siniestralidad”, recordó Longo, y con los nuevos datos expresó que “no somos los causantes del aumento ni del descenso”, y pidió mirar las tendencias, más que los números puntuales.

Diferencias por departamentos

Con respecto a 2018, los departamentos que lograron reducir más la mortalidad por siniestros de tránsito fueron Río Negro (-58%), Salto (-50%), Maldonado (-48%), Artigas (-40%) y Tacuarembó (-45%), y entre quienes lo incrementaron están Rivera (40%), Cerro Largo (36%). De todos modos, hay números de fallecidos que en algunos departamentos son muy bajos, y un solo siniestro puede explicar gran parte de la variación. Los departamentos más poblados, Montevideo y Canelones, también redujeron la siniestralidad (-14% y -20%, respectivamente).

¿Qué ha pasado en los departamentos que no han logrado reducir la mortalidad? Longo lo atribuyó a temas de fiscalización y control, y dijo que “la falta de recursos económicos a veces incide en departamentos pequeños”, porque “los que tienen más poder adquisitivo pueden adquirir radares, tecnología con la que cambian la situación”. Comentó también que en muchos lugares del interior no hay transporte público y que eso hace que las personas tengan que trasladarse en moto llevando a niños pequeños sentados entre medio de los adultos. “Es un problema de estructura del país”, sostuvo.

Foto del artículo 'En 2019 Uruguay alcanzó la tasa más baja de siniestralidad vial de la década'

Entre los nuevos actores vulnerables están los deliveries. Longo dijo que han capacitado a 2.000 motociclistas que reparten en moto y que ahora comenzarán con quienes lo hacen en bicicleta. Con respecto a los monopatines, reconoció que son un problema que incide en la siniestralidad y dijo que la Unasev está apoyando en la redacción de la reglamentación a nivel nacional, para lo que se ha tenido en cuenta la normativa que empezó a implementar Montevideo y en la que está trabajando España, que tras varios años de discusión no ha logrado aprobarla.

Desafíos

Entre los desafíos que quedaron por implementarse en este período de gobierno, Longo dijo que uno de los debes es que “la Policía pueda tener mayor incidencia, mayor tecnología”. Metediera añadió que el Congreso de Intendentes (CI) discutiría ayer la implementación de la fiscalización móvil para cuerpos inspectivos de todas intendencias; según explicó en diálogo con la diaria, eso implicará “desarrollar un software mediante el que los inspectores de tránsito de todo el país van a fiscalizar por medio de celulares o de tablet”, lo que permitirá disponer de inmediato de información con la que es posible cruzar datos. Lo otro que discute el CI es la reglamentación del capítulo de la ley que crea el registro de poseedores de vehículos, “una herramienta fundamental para vincular a la persona que conduce el vehículo con quien tiene la titularidad y hacerse cargo de lo que se hace en la vía pública”.

Metediera señaló que es necesario crear, de manera “urgente”, una fiscalía de tránsito, porque la Justicia suele tener muchos temas y termina tratando “como un tema menor” los asuntos del tránsito. Cuando se comete una infracción, según la severidad, además de la multa la persona tiene que cumplir una pena por la Ley de Faltas, que prevé hacer trabajo comunitario, cumplir una pena de privación de libertad, o una medida sustitutiva a la prisión. Metediera comentó que en Maldonado “de 700 leyes de faltas que fueron al juzgado se sancionaron 20”, y expresó que eso incide en que “después salís a trabajar a la calle, y si el resultado de los operativos no tiene seguimiento” se repiten situaciones que no deberían ocurrir. Opinó, además, que “algunas sanciones jurídicas deberían dejar de ser faltas y convertirse en delitos penales; las picadas, por ejemplo”.

Martín Elgue, director de la Unasev desde hace un año y medio e integrante del Partido Nacional, comentó, a título personal, que la Unasev debería ser una unidad ejecutora, tener presupuesto propio y un cuerpo inspectivo propio. Luego, consultado por la diaria, explicó que planteó esa propuesta cuando ingresó al organismo, pero que no está en la agenda del actual gobierno. Sin embargo, dijo que sí lo está en la de la próxima administración. “Buena parte de esto que planteamos está en la idea de la nueva Unasev, ojalá se pueda concretar en el lustro que viene”, expresó. Dijo que en estos diez años la Unasev ha alcanzado la madurez y el fortalecimiento como para dar un paso de ese tipo, que ayudará a mejorar la eficiencia y la eficacia de las acciones planeadas. Detalló que la Unasev cuenta con el Sistema de Información Nacional de Tránsito, que permite “visualizar rápidamente dónde están los focos rojos de mayor siniestralidad” en todo el país, y que contar con un cuerpo inspectivo propio le permitirá “hacer acciones y operativos rápidos” en esos puntos, con “independencia y rapidez”, en complementación –y no contra– los otros cuerpos inspectivos. Longo coincide en las necesidades expuestas por Elgue; el actual presidente dijo que “tener alguna facultad legal que le dé a la Unasev algún tipo de injerencia en las políticas de fiscalización es un tema a analizar”, y explicitó que es un problema que no se controle el uso del casco en algunos departamentos; para él, todo sería mejor si la Unasev pudiera ir, controlar y generar acciones.

Constantes y variantes

Entre los fallecidos, el perfil es similar al de otros años: ocho de cada diez fallecidos en 2019 eran hombres, y hay dos picos de franjas de edades más afectados: mayores de 70 años (17%) y jóvenes de 20 a 24 años (10%). Los usuarios más vulnerables son los motociclistas –41% de los fallecidos circulaba en moto, esto es 155 personas–, los siguen los peatones (18% de los fallecidos) y los ciclistas (7%).

En cuanto al consumo de alcohol, Longo evaluó como exitosa la política, porque 93% de las espirometrías realizadas a conductores participantes de siniestros de tránsito dieron negativo; los casos positivos (761) fueron el 7% restante y ocurrieron en mayor proporción los domingos y los sábados (en ese orden) que en días hábiles. Se desconoce el acatamiento del uso del casco a nivel general, pero sí se sabe que 78% de los motociclistas que estuvieron involucrados en un siniestro en 2019 llevaba el casco puesto (en 2018 lo había hecho 72%). A diferencia de lo que ocurría en años anteriores, en 2019 la mayoría de las personas fallecieron en siniestros en rutas nacionales (53%), mientras que 47% se accidentó en ciudades y caminos departamentales.