Del viejo papel escrito de puño y letra de los médicos se pasó a la historia clínica electrónica. Este formato amigable permite a los profesionales rellenar ciertos campos en la computadora, habilita a tener toda la información centralizada y compartida con todos los especialistas que atienden al usuario y, siempre con la precaución de mantener los datos anónimos, puede funcionar como base de datos de la salud de la población. Desde 2014 Uruguay desarrolla el proyecto de historia clínica electrónica oncológica. Según contó a la diaria Lucía Delgado, directora de la cátedra de Oncología Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República y directora del Programa Nacional de Control del Cáncer, la herramienta “tiene un diseño que transforma la información que el médico va a volcar en la historia en datos lógicos” y recalcó que “es la única forma” de conocer a nivel nacional cuáles son los tiempos que pasan desde que la persona va a la consulta, accede al diagnóstico e inicia el tratamiento, además de cuán apropiado es el tratamiento y qué resultados se están teniendo.

Delgado sostiene que los beneficios de la historia clínica electrónica “son enormes” y resalta que “cumple con el objetivo de mejorar la asistencia”. Puntualizó que “la información se recoge en campos de respuesta precodificada, que son muy sencillos y amigables, aunque también tiene una parte en la que el médico escribe libremente. Poder contar con información es clave para lo que hoy es un objetivo central en el que todos acordamos: mejorar la calidad de asistencia en el país”.

Uruguay cuenta solamente con los registros del Fondo Nacional de Recursos, que financia tratamientos oncológicos con medicamentos de alto precio; si bien esa base de datos arroja importante información sobre la eficacia de los tratamientos, la base de datos está compuesta por una minoría de pacientes. Este nuevo tipo de registro de información permitirá tener datos a nivel nacional y así se podrá saber qué resultados hay en Uruguay en todas las instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud. Delgado comentó la importancia del registro: “¿Uruguay tiene los mismos resultados en salud que los centros más importantes del mundo? Para responder esa pregunta es necesario que tanto esos centros como nosotros registremos los datos. Necesitamos saber efectivamente cuáles son los resultados terapéuticos, por ejemplo: ¿cuánto tiempo viven las pacientes con cáncer de mama diagnosticadas y tratadas en Uruguay?; ¿cuál es la diferencia entre aquellas que son tratadas en una etapa precoz y aquellas tratadas en una etapa más avanzada?; ¿qué pasa con el cáncer de pulmón: cuáles son los resultados que se pueden obtener en el país si no podemos evitarlo? El registro de los tratamientos nos permite tener respuestas a nivel nacional”.

Actualmente la historia clínica electrónica oncológica se aplica en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y en algunos prestadores privados. La meta del Ministerio de Salud Pública, dijo Delgado, es que en octubre de este año se pueda completar la implementación en todos los prestadores del país. “El tema es generar las condiciones que hacen posible implantar esta historia clínica, que es un desafío desde el punto de vista tecnológico –aunque ya está resuelto– y también está el tema de los recursos humanos capacitados, pero todo eso en este momento está muy avanzado y no tenemos dudas de que es una de las cinco áreas priorizadas en el tratamiento del cáncer”, sostuvo. Subrayó, además, que “este registro no es menor, nos permitirá saber si lo que hemos hecho y lo que estamos haciendo requiere ajustes o no”.