La nueva sede asistencial del Banco de Seguros del Estado (BSE) está a metros del Hospital Policial, a pocas cuadras del Instituto de Traumatología y Ortopedia, y en el cruce de dos importantes arterias de Montevideo: José Pedro Varela y José Batlle y Ordóñez. La ubicación no es menor para un hospital al que llegan trabajadores accidentados de cualquier punto del país; ese fue uno de los motivos por los que el BSE le compró el terreno al Ministerio del Interior. El proyecto comenzó en 2010 y costó 40 millones de dólares. Rodolfo Vázquez, ex director de la Central de Servicios Médicos del BSE (anterior nombre del hospital) y actual subgerente general del banco, informó a la diaria que la obra costó menos de lo esperado –se preveía una inversión de 46 millones de dólares– y que se financió con la recaudación del seguro de accidentes de trabajo “que establece que lo que se pueda tener como ganancia se tiene que invertir en prevención y en el seguro de accidentes de trabajo”, dijo.
La estructura tiene un área construida de 12.000 metros cuadrados y más de 2.000 de espacios enjardinados. El edificio y su entorno difieren por completo del actual, que fue inaugurado en 1951 en el centro de la capital, en la esquina de Mercedes y Julio Herrera y Obes. El equipamiento es totalmente nuevo. “Es muy poco lo que hay que mudar. Vamos a mudar a los pacientes un fin de semana: dejaremos de funcionar un viernes en el viejo hospital y empezaremos a funcionar el lunes en el nuevo”, detalló Vázquez, que explicó que eso sucederá en un plazo máximo de 60 días, que es el tiempo que insumirá la capacitación del personal en el uso del nuevo equipamiento. Sobre la sede que quedará en desuso, dijo que no se puede usar más para salud porque “es una estructura edilicia concebida como los hospitales de la década de 1950, vertical, con salas de múltiples pacientes, de seis a ocho, en el centro de Montevideo”. El BSE la reconvertirá en áreas administrativas, y nucleará allí las oficinas que tiene dispersas en Montevideo.
Tecnología de punta
“Lo novedoso del hospital es el equipamiento en rehabilitación; algunos equipos son únicos en el país y en Sudamérica”, valoró Vázquez. Entre ellos mencionó la adquisición de un test funcional denominado Evaltech, que hace una evaluación completa de la capacidad funcional de la persona, con informes automatizados: “Es para evaluar el movimiento fino y los múltiples movimientos que puede desarrollar un trabajador durante su actividad laboral; permite evaluar los trastornos luego de padecer un siniestro, decir exactamente qué tratamiento de rehabilitación hay que hacerle y controlar la evolución de ese tratamiento. También sirve para prevención, por ejemplo, en trabajos muy específicos y muy peligrosos, como puede ser el manejo de grúas, de modo que puede ser utilizado previamente para establecer si un individuo está capacitado para desempeñar ese trabajo”, puntualizó.
Además de ese aparato, resaltó que el nuevo hospital incorporó un laboratorio de marcha; dijo que Teletón cuenta con uno para el trabajo con niños y que este es el primero que se instala en el país para trabajar con adultos. “Permite evaluar todos los posibles trastornos de la marcha de una persona en forma tridimensional: va a una computadora, y esa computadora indica el tratamiento y permite seguir la evolución del paciente”, detalló.
Además, la nueva sede cuenta con un enorme equipamiento de rehabilitación, con piscinas, gimnasios, salas de fisioterapia y talleres de recapacitación laboral; se compraron bancos de cuádriceps, bicicletas elípticas y ergonométricas, caminadores, equipos de musculación, de realidad virtual y de ultrasonido, sillas para terapia y tanques de hidroterapia. Hay, además, quirófanos, área de policlínicas, de internación y de farmacia. Mediante un convenio, el hospital utilizará el CTI del Policial.
Investigación, capacitación y docencia
Según Vázquez, los equipos de salud del BSE “siempre han sido de excelencia en rehabilitación”, incluso a nivel internacional, por eso resaltó que el nuevo hospital y su equipamiento potenciarán las capacidades de los equipos de salud. “Queremos ir a más. Esto implica agregar investigación y docencia a la asistencia”, sostuvo. Dijo que el hospital es un centro destacado en las especialidades de traumatología, cirugía reparadora, salud ocupacional, anestesiología y cirugía general, y que puede recibir a estudiantes de posgrado de esas especialidades. Adelantó que han mantenido conversaciones con la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República y que se están haciendo algunos trámites. Médico de profesión, Vázquez valoró que además de la oportunidad para quienes se formen, es importante que el hospital haga docencia, “porque aumenta la calidad de la atención”.
En cuanto a la investigación, mencionó dos proyectos en los que se viene trabajando desde hace un par de años. Uno surge de un convenio con el Institut Pasteur de Montevideo sobre traumatismos encefalocraneanos de origen traumático, que investiga para aplicar a la práctica clínica los resultados a los que llegue. “Va a permitir hacer un tratamiento personalizado a cada traumatismo encefalocraneano. Una de las cosas que ha arrojado la investigación hasta ahora es que no todos los traumatismos encefalocraneanos deben asistirse de la misma manera. Muchas veces depende de determinadas características, que es lo que se está buscando ahora con la investigación. Son marcadores específicos que aparecen en el líquido encefalorraquídeo, que van a hacer una medicina de precisión y personalizada y van a permitir anticiparse a qué tratamiento específico requiere ese paciente, o sea que es algo que apunta hacia la medicina del futuro”.
Vázquez destacó, también, que hace dos años el hospital incursionó en el equipamiento de los amputados de miembro superior con prótesis 3D, algo que se va a desarrollar más ahora, en la nueva sede. Verónica Franco, médica y jefa del Departamento de Rehabilitación, detalló, en diálogo con la diaria, que ese trabajo lo están llevando a cabo con un grupo de jóvenes diseñadores; son ayudas técnicas (llamadas prótesis 3D) que van a beneficiar principalmente a pacientes con amputaciones parciales de mano, para que pueda hacer actividades básicas de vida diaria.
Tanto Franco como el presidente del BSE, Mario Castro, que fue el único orador de la ceremonia de inauguración –a la que asistieron el presidente de la República, Tabaré Vázquez, la vicepresidenta, Lucía Topolansky, y los ministros de Salud y de Trabajo, Jorge Basso y Ernesto Murro, entre otras autoridades–, destacaron el convenio que tiene el hospital con el Instituto Nacional de Empleo y Formación (Inefop), que permite la capacitación y la inserción laboral de quienes sufrieron siniestros.
Referencia en rehabilitación
“Nosotros tenemos un acompañamiento del lesionado a lo largo de su proceso y, si se logra la reinserción, que es nuestra meta, también lo acompañamos”, explicó Franco. Especificó que se da “un continuo de asistencia”: “Si la persona siniestrada queda con alguna lesión, el banco le otorga una renta que le permite acceder a adaptaciones, sean prótesis, ayudas técnicas, bastones, sillas de ruedas, férulas, ortesis de por vida, que es algo muy importante”, valoró. Detalló que las lesiones son variadas: “desde lesiones graves como los traumatismos craneoencefálicos, lesionados raquimedulares, amputaciones de miembros superiores, inferiores, amputaciones parciales de manos, hasta las tendinopatías tan comunes en trabajadores por hacer movimientos repetitivos. Abarcamos una amplia gama de lesiones de menor a alta complejidad”, resumió.
Vázquez explicó que el subsistema de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que administra el BSE “asiste al trabajador que tuvo un siniestro desde el traslado del lugar del accidente hasta llegar al hospital” y luego cubre el tratamiento –ambulatorio o la internación–, y que si queda con una discapacidad vitalicia “sigue siendo atendido por el BSE como un rentista, nunca hay un traslado al Sistema Nacional Integrado de Salud; son dos sistemas que funcionan en paralelo y distinto. Acá no se pagan órdenes ni tickets, el seguro ni siquiera lo paga el trabajador, porque es un seguro de responsabilidad civil para el patrón”, aclaró.
En cuanto a las posibilidades de que puedan atenderse allí personas que no hayan sufrido un siniestro laboral, Vázquez dijo que “sería muy egoísta y muy tonto tener un centro de estas características y no ofrecerlo al resto del sistema”, y que el BSE está dispuesto a hacerlo.
En diálogo con la prensa, Basso aludió a esa oportunidad. Dijo que va a permitir la articulación de este centro con las políticas de rehabilitación nacional, y que se harán acuerdos de complementación. Dijo que la población uruguaya “envejecida y con distintos tipos de alteraciones vinculadas al aumento de la sobrevida y al impacto de las enfermedades reumáticas y artrósicas, y vinculadas a los problemas de accidentabilidad, necesita cada vez más” este tipo de servicios. “Estamos frente a un emprendimiento que significa un antes y un después desde el punto de vista de la rehabilitación en nuestro país”, dijo, y deslizó la posibilidad de que este hospital se convierta en un centro de trauma, para la atención de la etapa aguda, y también de la rehabilitación de personas traumatizadas.
Algunos números
• 500 es el número de trabajadores del hospital del BSE, incluido el personal administrativo, de enfermería, técnico y médico.
• 125 camas tiene el nuevo hospital (el anterior tenía 97). Tiene además 25 camas para uso de familiares de pacientes del interior del país y que pueden usarse en caso de catástrofe, dijo el subgerente del BSE, Rodolfo Vázquez.
• 1.474.000 personas integraban la población económicamente activa en 2018, es decir, son los potenciales usuarios del hospital del BSE.
• 1.000 personas reciben atención médica cada día en el hospital del BSE. La mayoría de los lesionados sufrieron siniestros de tránsito, entre los que sobresalen los deliveries.
• 5% rebajará el BSE la tarifa de accidentes de trabajo a la que están obligados a pagar todos los empresarios, anunció el presidente del BSE, Mario Castro.