“Se trata de un error en más de 40.000 dosis”, había dicho el subsecretario del Ministerio Salud Pública (MSP), Jorge Quian, el 12 de junio cuando se informó que vacunaron contra HPV sin autorización de sus padres a un niño en una escuela de Toledo Chico. Hoy se supo que hay más casos: se confirmó que una niña en Rivera fue vacunada sin el consentimiento necesario, y el Colectivo Ciudadano por la No obligatoriedad de la vacuna contra el VPH aseguró el lunes en un comunicado de prensa que cuentan con “tres testimonios de familias, en tres escuelas distintas desde que se comenzó a vacunar en ellas, cuyos niños fueron vacunados contra el VPH a pesar de que sus padres no habían autorizado dicha inoculación”.

Quian afirmó en declaraciones a Telemundo que “preocupa que no se cumpla con la voluntad de los padres”, y agregó: “No nos alarma porque no le estamos dando ninguna medicación que pudiera causarle un daño”; de hecho, la recomendación de la cartera es que esa niña reciba la segunda vacuna para completar la inmunización. Según el viceministro el error se produjo porque las niñas se intercambiaron de lugar, lo que generó la confusión del personal que las vacunaba. El MSP decidió hacer algunos cambios a partir de estos casos: se reducirá el ritmo de trabajo de la campaña de vacunación, por lo que ahora los equipos de salud cubrirán menos escuelas por día: “En vez de ir a tres escuelas por cada turno, iremos a dos escuelas o menos si las distancias son mayores”, dijo el subsecretario, y agregó que los vacunadores que cometieron los errores serán derivados a tareas administrativas.

Mujer y Salud en Uruguay (MYSU) apoya al colectivo en el reclamo: “Se ha incumplido por parte del MSP la resolución 695/19 de la INDDHH [Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo], no garantizando los derechos de las familias y de los niños y niñas. Este caso es una falta grave, es una vulneración de derechos y debemos impedir este tipo de atropellos”, explica el comunicado de MYSU. El colectivo contrario a la vacuna reafirma que “es más que evidente que el formulario provisto por el MSP, lejos de garantizar el ejercicio de los derechos de las familias y los niños, induce a error a quienes deben acatarlo y por lo tanto la ocurrencia de estos errores se repetirá”; además, recalcan que recibieron denuncias de “graves faltas administrativas” como el hecho de que “maestros y alumnos corrigieron y completaron información faltante o errónea en los formularios y carnés de vacunas”.

La vacuna en los varones busca disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello uterino en mujeres porque genera un descenso en la prevalencia de circulación del virus, así como a disminuir el desarrollo de cáncer de pene, de ano, de boca y verrugas genitales.