Los envases de productos de tabaco que se comercialicen en Uruguay a partir de enero de 2020 lucirán todos iguales: serán de un color verde amarronado (Pantone 448C con acabado mate), que es el que menos estimula a consumir; tendrán 80% de advertencias sanitarias en todas sus caras, y un diseño único para todas las marcas, es decir, si bien aparecerá el nombre, tendrán “un uniforme estilo de letra, tamaño, posición y color”, tal como establece el Decreto 120/019 de diciembre de 2018.

El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, anunció que la Justicia falló a favor del Poder Ejecutivo ante una acción de amparo iniciada por las tabacaleras Montepaz y La Republicana. Basso resaltó que la Justicia le “sigue dando la razón” a la política contra el consumo de tabaco que inició el gobierno uruguayo en 2006, en sintonía con el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud. De hecho, el decreto en cuestión reglamenta el artículo 8º de la Ley 18.256 de 2008, que ya anunciaba la prohibición de elementos descriptivos y marcas de fábrica que crearan “la falsa impresión de que un determinado producto es menos nocivo que otro”.

En 2018 el Ejecutivo ya había intentado implementar la decisión, mediante un decreto aprobado en agosto de 2018, pero tras un recurso de las tabacaleras, dejó en suspenso la propuesta, que iba a regir desde febrero de 2019. En paralelo, el Parlamento aprobó la Ley 19.723 y en ella se basa el decreto 120/019, firmado en mayo.

Según consta en la sentencia del juez Pablo Eguren, las tabacaleras alegaron que el decreto las obliga a hacer “enormes esfuerzos logísticos” y les “impide [...] emplear sus logotipos”, lo que viola “sus derechos de propiedad e industria y obstaculiza o al menos dificulta a los consumidores identificar los productos que consumen, en manifiesta violación a su derecho a la salud”. El juez no hizo lugar a esos argumentos.