Dos mujeres de 67 y 55 años, una de Montevideo y una de San José, tenían un aneurisma –una dilatación anormal de las paredes de una arteria o de una vena en el cerebro. Ambas habían sido intervenidas tiempo atrás de manera urgente, pero requerían una nueva cirugía para evitar otro accidente cerebrovascular hemorrágico; el mejor método para hacerlo era mediante cirugía endovascular, un procedimiento mínimamente invasivo que se hace a través del interior de los vasos sanguíneos, evitando cirugías abiertas. Ambas fueron seleccionadas por el Centro Regional de Neurocirugía (Cerenet) del Hospital de Tacuarembó (Administración de los Servicios de Salud del Estado, ASSE) para usar, por primera vez, un angiógrafo de última generación que instaló este centro, a un costo superior a 1.000.000 de dólares, según explicó Ciro Ferreira, director del hospital, en diálogo con la diaria. Las cirugías fueron exitosas y formaron parte de las primeras Jornadas Internacionales de Patología Neurovascular, que se desarrollaron el lunes en el Hospital de Tacuarembó. Los procedimientos fueron hechos por Alejandra Jaume, neurocirujana, Mariana Romero, que está terminando de cursar la residencia de neurocirugía, y Matías Negrotto, imagenólogo, y fueron retransmitidos en tiempo real en el anfiteatro, donde fueron seguidos por 150 personas, entre ellas neurólogos, intensivistas, emergencistas, médicos generales y personal de enfermería.

Se trata de procedimientos costosos –implica una colocación de stent, malla de metal que se usa para abrir venas y arterias que cuesta alrededor de 10.000 dólares– que no están incluidos en la canasta de prestaciones que deben brindar las instituciones. Ferreira informó que hasta ahora sólo se hacían en lugares privados, porque a nivel público ningún centro cuenta con un angiógrafo de este tipo, que permite hacer neurocirugía, cirugías cardiovasculares y cirugías del sistema vascular periférico.

En diálogo con la diaria Jaume valoró que es un equipo “de los mejores a nivel mundial”, y que además de asistir, se espera que aporte a la formación de recursos humanos, algo en lo que el Hospital de Tacuarembó está trabajando con el Hospital Maciel, en donde trabajan los tres profesionales que hicieron los procedimientos. Ellos se formaron en el área endovascular con la neurocirujana Teresa Lin, en una institución privada –el Centro de Diagnóstico e Intervencionismo Vascular– y luego hicieron pasantías en el exterior. Cuando regresaron al país, hace más de un año, comenzaron a diseñar el proyecto para hacer este tipo de procedimientos en el sector público, relató Jaume.

“Como director fue algo que me llenó de orgullo, hacer estos procedimientos de alta precisión y tecnología a 400 kilómetros de Montevideo”, expresó Ferreira. Comentó que el hospital podrá hacer estas cirugías no sólo a pacientes de ASSE, sino también del sector mutual que residan al norte del país. Dijo que el área de influencia del hospital al norte del Río Negro es de 450.000 habitantes, considerando a quienes se atienden en el sector público y en el privado, pero que, además, los procedimientos pueden abarcar a personas de cualquier punto del país, como ocurrió ahora. Remarcó que el Cerenet, que es dirigido por el neurocirujano Pablo Pereda, fue creado en 2001 y que desde entonces ha asistido a más de 9.000 personas, y que hace más de 30 intervenciones neuroquirúrgicas por mes, un número similar al que hace el Hospital Maciel, que también espera tener habilitado en los próximos meses un angiógrafo de última tecnología.