El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa que se transmite por gotículas que proceden de la nariz, la boca y la faringe de personas infectadas. Tal como reseña la Organización Mundial de la Salud (OMS), en dos o tres semanas la mayoría de las personas se recuperan de la enfermedad –los principales síntomas son fiebre alta, secreción nasal, conjuntivitis y erupción cutánea–, pero puede causar complicaciones graves, como ceguera, infecciones de oído y neumonía, principalmente en niños malnutridos y en personas inmunodeprimidas. Esta enfermedad se previene con vacunación; las Américas habían tardado 22 años en eliminarla como problema de salud pública, pero la baja vacunación en otras regiones provocó su reingreso.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó el viernes 24 lo que ocurrió en la región desde el 1º de enero de 2019 hasta el 24 de enero de 2020: 20.430 casos confirmados, entre ellos 19 muertes; 88% de los casos ocurrieron en Brasil, que tuvo 18.073 infectados y 15 fallecidos. Los otros 13 países afectados fueron: Argentina (114 casos), Bahamas (tres), Canadá (113), Chile (12), Colombia (242 casos, incluida una defunción), Costa Rica (10), Cuba (uno), Curazao (uno), Estados Unidos (1.282), México (20), Perú (dos), Uruguay (nueve) y Venezuela (548 casos, incluidas tres defunciones).

Venezuela bajo control

Según publicó este jueves la OPS, el brote de sarampión en Venezuela está bajo control. Entre julio de 2017 (cuando se originó el brote) hasta 2019 este país notificó 7.054 casos y 84 muertes, la mayoría fueron en 2018, cuando hubo 5.779 casos y 75 fallecimientos; la mayoría de los afectados fueron niños. La situación cambió en 2019, cuando hubo 548 casos (incluyendo tres defunciones). La campaña de vacunación que se desarrolló con apoyo de la OPS y otros organismos internacionales fue clave: alcanzó a 9.000.000 de niños de seis meses a 15 años; también aportó la educación a la población sobre los síntomas de la enfermedad, las guías de detección y la adquisición de reactivos de laboratorio.

Uruguay

Los nueve casos que hubo en Uruguay en 2019 ocurrieron en abril, cuando un ciudadano ruso con sarampión viajó en un Buquebus desde Argentina y contagió a personas con las que tuvo contacto en el barco y en Montevideo. El brote se logró contener, confirmó a la diaria Teresa Picón, directora de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública (MSP).

La alarma generó una muy buena respuesta de la población, que atinó a vacunarse, principalmente quienes dudaban si tenían o no la segunda dosis (mayoritariamente, los nacidos entre 1967 y 1986). Uruguay mantiene la cobertura de 95% que permite controlar los brotes, aseguró Picón. A comienzos de 2019 el MSP resolvió adelantar la segunda dosis: en lugar de darse a los cinco años se da a los 15 meses (la primera se mantiene a los 12 meses), y, según Picón, 72% de los niños menores de cinco años la recibió. Además, se recomienda una dosis “cero” para los bebés de seis a 12 meses que vayan a viajar.