La cantidad insuficiente de médicos en puertas de emergencia y de urgencia de varias instituciones de salud es un tema de preocupación, porque allí se definen diariamente situaciones de vida o muerte y el mínimo error puede costar muy caro. Encontrar soluciones para este problema fue uno de los temas que las sociedades científicas de Emergencia y Trauma y de Emergencia Pediátrica le plantearon al Sindicato Médico del Uruguay (SMU) en 2018, cuando iba a comenzar a discutirse el actual convenio salarial en el Grupo 15 de los Consejos de Salarios (Servicios de salud y anexos), que se aprobó en octubre de ese año. En él quedó explicitada la voluntad del Ministerio de Salud Pública (MSP) de “analizar y actualizar la normativa sobre las dotaciones médicas en las puertas de emergencia de todo el país” y su compromiso “a citar a las partes para la consideración de las normativas necesarias previo a su resolución, con anterioridad al mes de febrero de 2020”. Y en eso están. El martes comenzó a funcionar en el MSP una mesa de trabajo integrada por representantes del ministerio, del SMU, de la Federación Médica del Interior y de las sociedades científicas (que incluyó también a la de Medicina Interna).

Soledad Iglesias, de la Unidad de Negociación del SMU, explicó a la diaria que hasta ahora “el cálculo de la cantidad de médicos que incorporan los prestadores es a libre albedrío de la gestión de cada empresa. No estamos pidiendo un ideal, estamos pidiendo un piso para dar una asistencia mínima de calidad a los usuarios”. Aclaró que se pretende que la reglamentación sea única a nivel nacional y que además del sector privado (el Grupo 15 es del sector privado) abarque también a la Administración de los Servicios de Salud del Estado y al resto de los prestadores públicos.

Los gremios y las sociedades presentaron dos documentos –uno para las puertas de emergencia de adultos y otro para las pediátricas– en los que, en palabras de Iglesias, hacen “un raconto y un planteo de llegar a una dotación mínima de médicos”: dos médicos en puerta de emergencia de adultos para un volumen de 50 consultas en 24 horas y un pediatra cada 25 consultas en 24 horas en las puertas de pediatría. “Ese es el piso. Por ejemplo, en el caso de pediatría, si tenés más de 25 consultas en 24 horas –que la mayoría de las instituciones de Montevideo las tienen– vas a tener que tener dos pediatras”, explicitó Iglesias. Además, los médicos solicitan que quienes trabajen en el área de emergencia “sean sólo para emergencia” y no tengan que ocuparse de los pacientes internados en el área de cuidados moderados (piso). “Tenemos instituciones privadas en las que después de las 20.00 el médico que está en la puerta se hace cargo de los pacientes en piso –tienen hasta 80 camas habilitadas–, y tiene que subir a asistir a esos pacientes, además de ser el responsable en la puerta de emergencia de los pacientes que llegan, que no sabés de qué complejidad van a ser”, relató Iglesias. “No debe existir una doble tarea; no queremos remuneración por esa doble tarea, lo que queremos es una sola tarea con la remuneración que está laudada, y que haya en la puerta de emergencia la dotación que tiene que haber y en el piso el médico de guardia tiene que estar para dar asistencia a los pacientes internados”, aclaró.

2 médicos cada 50 consultas en 24 horas en emergencias de adultos. 1 pediatra cada 25 consultas en 24 horas en puertas de pediatría

Esto mejoraría la realidad actual; Iglesias relató que en el interior del país “hay lugares donde el pediatra está de retén en su casa, no en la puerta de emergencia”, y que “en Montevideo hay lugares donde hay dos médicos de guardia y superan ampliamente 50 consultas por día”. Acotó, también, que hay instituciones que cuentan con la dotación adecuada.

Cambiar la pisada

En el documento, los médicos analizan la estructura de las puertas de emergencia; incorporan el triaje –donde clasifican la atención según la urgencia– y los sectores de atención intermedia y de alta complejidad, y plantean incorporar policlínicas de atención inmediata, algo en lo que coincidió el ministro Jorge Basso, dentro del área sanatorial, pero fuera de la especializada. Iglesias transmitió la preocupación del ministro respecto de que se fomente la “hiperconsulta” que se da en puertas de urgencia y de emergencia. Esto ya se da y es un problema, afirmó la médica: “La cultura de la población en general, incluidos nosotros los médicos, es ‘voy a consultar en el lugar donde me resuelvan más rápido el problema que tengo, y el lugar más rápido donde me va a atender alguien es en la puerta de emergencia’. Eso está en la fantasía de la gente, porque a veces se pasan tres, cuatro, cinco horas en una puerta esperando. Hay que solucionar este problema, porque si no seguís atendiendo mal, como nosotros entendemos que está sucediendo, tenés una mala calidad de asistencia en la puerta, no solucionás ese problema y se te recarga la puerta de emergencia”. Según Iglesias, entre 80% y 85% de las consultas en puertas de emergencia son de baja y muy baja complejidad, y para eso hay que fortalecer el primer nivel de atención (teniendo más policlínicas, por ejemplo).

Los gremios presentaron, además, otros dos documentos, para aggiornar la reglamentación de los CTI de adultos, y pediátricos y neonatales, que son de 2009 y 1998, respectivamente, y también tienen dificultades en el proceso asistencial, pero todavía no ha habido reuniones específicas por esas áreas, dijo Iglesias.

La mesa volverá a reunirse el martes 21. La meta es “llegar al 29 de febrero con este acuerdo para que el ministro firme el reglamento”. Una vez que esté aprobado por el MSP, el acuerdo se trasladará al Grupo 15, y allí los médicos negociarán la implementación con las empresas, comentó la médica. A fines de diciembre el futuro ministro de Salud, Daniel Salinas, se reunió con representantes del SMU. Iglesias transmitió que Salinas “planteó en diversos temas que iba a respetar todo lo que esté dentro de acuerdos firmados y las reglamentaciones que existan”.