“En China, hasta fines de enero de 2020 los casos de covid-19 estaban fundamentalmente restringidos a una sola provincia. La ausencia de restricciones de viajes entre provincias y ciudades hizo que se produjera, al inicio, un incremento exponencial en el número de casos fuera de la provincia afectada. El establecimiento de prohibiciones de viaje entre las ciudades determinó una reducción en la difusión de la epidemia”, expresa el tercer editorial sobre covid-19 que elaboró el Departamento de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina. El texto fue publicado ayer con el título “Los posibles efectos de la movilidad de los uruguayos/as en tiempo de epidemia”. Los investigadores mencionan lo que ocurrió en la provincia china de Hubei, donde surgió la epidemia, para explicar que las estrategias para combatir varias epidemias, incluso la de covid-19, consisten en la interrupción de comunicaciones aéreas, marítimas y fluviales, y en el cierre de fronteras, pero que en el caso de covid-19 no están claramente descritas las recomendaciones orientadas a restringir la movilidad interna, “aspecto que debe ser considerado a la hora de determinar medidas de control”, sostienen.

“El contacto entre individuos condiciona la forma y velocidad en que las epidemias se desarrollan”, afirman, y agregan que las estrategias de distanciamiento social, aislamiento y cuarentena inciden en dos aspectos: el número de contactos entre personas contagiadas y susceptibles, y la diseminación espacial del virus.

Al publicar el editorial, había 350 casos registrados de covid-19 en Uruguay. Los especialistas dicen que hasta ahora se ha observado una concentración de casos en barrios de altos ingresos de hogares de Montevideo, y que eso hace suponer que “la expansión hasta el momento se ha dado en gran medida a través de clusters”, a los que definen como “agregación de casos” relacionados entre sí que corresponden a grupos sociales o geográficos y que en general se vinculan a eventos sociales o deportivos de gran aglutinación.

Los autores advierten que “si se produce una movilización masiva” de personas infectadas o de sus contactos (potencialmente infectados) fuera de esos clusters, “aumenta la probabilidad de que se produzca una mayor dispersión del virus”.

Por ahora subexponencial

El editorial cita un trabajo hecho por el Grupo Uruguayo Interdisciplinario para el Análisis de Datos de Covid-19 (de la Universidad de la República), titulado “Crecimiento subexponencial de casos confirmados de covid-19”, en el que los investigadores, con base en datos aportados por el Ministerio de Salud Pública, proyectaron posibles escenarios. “El crecimiento del número de personas con test positivos para covid-19 en Uruguay se ajusta a curvas subexponenciales (incremento más lento en el número de casos en el tiempo comparadas con curvas exponenciales), a diferencia de lo que ocurre en otros países que cursan etapas comparables de la epidemia que presentan un crecimiento en el número de casos de forma exponencial”, analiza el editorial. En otras palabras, la cantidad de casos en Uruguay no se ha duplicado en dos o tres días, como ha ocurrido en buena parte de los países. En ello, según los investigadores de Medicina, incide “la transmisión en comportamientos más o menos cerrados” y la implementación de las medidas restrictivas para reducir los contactos de las personas.

Las proyecciones con los datos actuales dan tranquilidad, pero los investigadores del Departamento de Medicina Preventiva y Social aclaran que no se puede descartar que se tenga “una foto sesgada de la realidad”, y sostienen que “dado que aún se testea a un número limitado de casos sospechosos y sus contactos” es posible que “estemos viviendo solamente la punta del iceberg del total de la población infectada y capaz de transmitir la enfermedad, y desconocemos el total de infectados en el país así como su distribución etaria y geográfica”.

Los autores no se explayan sobre ese posible escenario. Expresan que el crecimiento subexponencial “permite ganar tiempo para preparar los servicios de salud, afinar los mecanismos de control de vigilancia epidemiológica, educar a la población e ir incrementando lentamente (sin sobrecargar los servicios de internación crítica) el número de personas resistentes a la enfermedad”, porque se entiende que adquieren inmunidad después de haberse infectado una vez.

“No debemos perder de vista que una curva subexponencial puede rápidamente transformarse en exponencial si se produce un aumento acelerado de la población enferma”, advierten. Ante el comienzo de la Semana de Turismo, los docentes explican que “la movilidad interna masiva” podría ser “un factor desencadenante de un incremento exponencial de casos” y que el aumento de desplazamientos podría incidir negativamente en el control de la epidemia, ya que hay departamentos que aún no tienen ningún caso diagnosticado (eran diez al momento de escribir el editorial, ahora son nueve). El texto recuerda, además, que los recursos hospitalarios para tratar a los pacientes de mayor gravedad “son más escasos en muchas localidades del interior en comparación con la capital del país”.

“La predisposición de la población a cumplir con las recomendaciones de no movilizarse es fundamental en esta coyuntura”, expresan, y sugieren que el Estado implemente medidas para minimizar los movimientos. Afirman que debemos ser conscientes del riesgo de contagiar a otros y que tenemos que considerar que hay infectados que no presentan síntomas, y mencionan que en algunos estudios las personas asintomáticas superan el 50%.

Integración

El Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República forma a epidemiólogos, especialistas en salud pública y en administración de servicios de salud.