La infectóloga e intensivista Daniela Paciel, docente honoraria de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, considera que el nuevo récord de 1.215 casos nuevos de covid-19, registrado el domingo, se debe a un “atraso” de los resultados de los análisis de entre 48 y 72 horas en el ámbito privado y de “hasta una semana” en el ámbito público.

La especialista aseguró a la diaria que en el sistema público hay personas que tuvieron contacto con casos positivos que transitan toda la cuarentena sin ser contactadas y que se les realice el hisopado. “Claramente hay una sobredemanda del sistema. No lo podemos negar, eso se está viendo en los números”, afirmó.

Paciel dijo que entre dos y cuatro semanas atrás “teníamos los resultados de los test en el día, a más tardar en 24 horas”. Pero en las últimas dos semanas algunos resultados han alcanzado un retraso de hasta 72 horas en los prestadores privados. Aunque aclaró que en algunos centros “siempre fue así”, la situación, según la infectóloga, es aún más grave en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), donde los resultados demoran hasta siete días y “en algunos casos las personas hacen 14 días de cuarentena en espera del hisopado porque tuvieron contacto con un caso positivo, y no se lo hacen”, expresó. No obstante, la intensivista consideró que esta situación de sobredemanda no significa que el sistema esté colapsado, pero planteó que “quizás haya que pensar en cambiar la estrategia en la asistencia de la atención primaria”.

Al observar los reportes diarios del Sistema Nacional de Emergencias, la infectóloga señaló que desde “varios días atrás” las cifras totales de test estaban en “una media de entre 4.000 y 6.000”, mientras que el domingo se hicieron 8.502 análisis, algo que consideró “bastante raro” al tratarse de un fin de semana, cuando generalmente esos días baja el número de estudios. En ese sentido, conjeturó que lo que hubo fue una disminución en la práctica de test los días anteriores.

Un problema que detecta la especialista es que todos los servidores de salud apelan a los mismos laboratorios, “entonces están bastante desbordados”. Paciel desconoce si en los laboratorios hay falta de insumos para satisfacer la demanda, aunque al menos “no hay comunicación formal al respecto”. “Estaría bueno que si hubiese un problema de insumos se comunicara, porque eso también puede ser una de las causas”, sugirió.

Las consecuencias de las fiestas

Por su parte, el infectólogo de Médica Uruguaya Henry Albornoz dijo a la diaria que el aumento de casos registrado el domingo puede responder a más de una razón. Por un lado, sostuvo que puede haber ocurrido un “rebrote” o “brotes” de la enfermedad por “muchas transmisiones a partir de reuniones familiares y de otras reuniones sociales vinculadas a las fiestas”. En el caso del aumento de casos registrados el domingo, el infectólogo lo vincula principalmente a los festejos de fin de año, por la cercanía de las fechas. Albornoz sostuvo que en Navidad ocurrió algo similar: al cabo siete u ocho días se registró un aumento de casos producto de las reuniones sociales. El especialista sostuvo que esta es una valoración que han hecho varias instituciones.

Otra razón que planteó el experto es que al haber habido “dos fines de semana largos, por Navidad y Año Nuevo, eso podría haber generado cierto retraso o acumulación en los test a realizar”. Albornoz coincidió con Paciel en que existe una demora en el resultado de los test en los servicios privados, de entre 48 y 72 horas e incluso “más”. “De todos los test que hay que hacer, se logra resolver en las primeras 48 horas 60% o 70%, pero queda el resto, que se acumula”. Eso se resuelve en “en 72 horas o 96”, manifestó. Eso pasó bastante en los eventos de fines de semana largos, explicó, ya que en esos días la disponibilidad de personal no es la misma porque hay profesionales que se han tomando licencia, la actividad es menor y además a los pocos días hubo otro feriado [el 6 de enero], lo que contribuyó a complicar la actividad. No obstante, consideró que “no está descubierto el servicio, para nada”, ya que se cubre una parte con los recursos disponibles.

Albornoz señaló, por otra parte, que no se puede desconocer que hay mayor circulación del virus. “Cuando vos tenés un aumento de casos, puede pasar que unos días después se estabilicen los números, pero después viene el período de incubación desde que aumentaron los casos, y es esperable que empieces a diagnosticar y encontrara muchas personas que estuvieron expuestas a esos casos nuevos”, explicó. Según dijo, “el pulso real de las cosas lo vamos a tener con los números de esta semana”.

La médica de familia y comunidad y magíster en Epidemiología Jacqueline Ponzo, que trabaja en Canelones, dijo a la diaria que “la situación de demora en los resultados se está dando en todos los prestadores” y que también ocurren demoras en la toma de la muestra. Particularmente en el departamento de Canelones las demoras con ASSE y con los prestadores privados “han sido muy importantes”. Ponzo relató la situación de personas sintomáticas y adultos mayores que han esperado hasta seis días para que se las fuera a hisopar. “El problema está instalado y es bastante general”, comentó la experta. Advirtió que las demoras pueden ser incluso de más días y que esa situación “dificulta mucho la situación de las personas afectadas y de la adhesión a la cuarentena, porque demora tanto la toma de la muestra que la persona opta por salir”. Esta situación se logró revertir recién esta semana en algunas zonas de Canelones.

Generar conciencia

Con un promedio de 700 y 800 casos nuevos diarios de coronavirus, Paciel consideró que es necesario “volver a generar conciencia en la población, sin generar pánico”. “Estamos de acuerdo en que el miedo no es bueno, sobre todo el miedo que no se acompaña de estrategias para buscar soluciones”.

La infectóloga sostuvo que lo que es claro es que “lo que hay ahora no está funcionando”. En ese sentido, manifestó que es necesario generar nuevos mensajes para que “las personas entiendan cuáles son las consecuencias de una escalada de casos”.

Uno de los problemas que destaca la especialista son los informes diarios que se basan en cifras, porque tienen “una doble cara”: por un lado, “pueden generar conciencia”, pero, por otro lado, también “pueden desensibilizar, porque la población todos los días recibe número de muertos, de personas en CTI y número de casos”. Opinó, en este sentido, que se debe tratar de que la población les ponga “caras” a esos números, que “entienda que no son cifras, sino personas”, “personal de salud sobreexigido”, “personas con otras enfermedades que quedan postergadas” y otras “que a veces fallecen solas porque sus familiares también tienen covid-19”.

Paciel considera que no se trata de “quedarse en casa”, sino de evitar aglomerarse. “Si salís, hacelo a espacios públicos abiertos; si tenés que trabajar, hacelo con todas las medidas de seguridad posibles. Tratá de proteger a tu burbuja y usá las medidas de protección personal”, recomendó.

Un punto importante, sostuvo, es focalizarse en la población joven, porque “pedirle que haga cuarentena, sin darle otras opciones, es muy complejo, sobre todo en esta época”. Según dijo, es un grupo poblacional sobre el que trabajar porque es, según los datos de los reportes del Ministerio de Salud Pública, la población más “afectada y claramente en la que hay más casos”. “El virus está circulando en la población más joven, y la explicación de eso es que es la gente que más trabaja, que más se mueve, la gente que menos cumple con las medidas de protección individual”, manifestó.

Para la infectóloga, habría que aplicar medidas más restrictivas, pero primero “hay que lograr que las personas cambien la percepción de lo que está pasando”. “Si tú sólo aplicás medidas restrictivas, te va a pasar que la gente va a seguir haciendo fiestas clandestinas, va seguir tirando de la piola, porque no le cae el mensaje de que esto es cuidarnos entre todos”, aseguró.

“Es de esperar que el panorama se siga complicando”, afirmó. Y agregó que es necesario “estar preparados para el peor de los escenarios”, pero a la vez “tiene que haber un cambio en el mensaje, en la actitud de la población, y para eso tiene que haber un cambio en las directivas del gobierno”. Por eso, recordó, “el gobierno está con un grupo de asesores excelente y espero que de verdad los escuche”.