“Es un dispositivo interdisciplinario que brindará atención especializada en salud mental en forma ambulatoria y diurna, una alternativa a la hospitalización para niños y adolescentes que presentan patologías psiquiátricas graves y cuentan con una red social de apoyo de familia o la institución que los ampare”, explicó en la presentación Gabriela Garrido, profesora y directora de la Cátedra de Psiquiatría Pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Agregó que el proyecto tiene “un fuerte componente sanitario” pero también socioeducativo, porque integra a educadores sociales y terapeutas ocupacionales.

Álvaro Galiana, director del hospital pediátrico, expresó que uno de los principales objetivos del hospital de día es “lograr el menor daño posible durante la internación, porque sacar al niño de su ambiente habitual siempre es un problema y sentimos que se avasallan los derechos. Hacemos bien por un lado pero daño por el otro, y la idea es promover que permanezcan en el hospital pero que sean tratados por diversos especialistas, recibiendo buena atención y una asistencia de calidad, porque en esos casos es muy importante permanecer y sentir apoyo”, concluyó.

Además de ser docente, Garrido, que es integrante del equipo de Salud Mental del Pereira Rossell, agradeció al área de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública por el asesoramiento y el trabajo compartido durante el proceso. Manifestó su deseo de que se extiendan los vínculos de trabajo interinstitucionales para abordar esta temática “que impacta cada vez más en la población adolescente” y señaló la importancia de trabajar en coordinación con organismos como Primaria y Secundaria, así como con el equipo docente y los estudiantes de la Facultad de Medicina.

Garrido homenajeó al médico psiquiatra Miguel Cherro, director de la Clínica de Psiquiatría Pediátrica del Pereira Rossell entre 1989 y 1998, quien participó en la actividad. “Nos enseñó a no trabajar en solitario, a ser partícipes en proyectos integrados y coordinados, a salir del consultorio para trabajar junto con otros actores de primera línea en la promoción y la prevención de los problemas mentales de la primera infancia”, valoró. En cuanto a los antecedentes del proyecto, Garrido explicó que “no es un invento uruguayo”, sino que se basaron “en muchas experiencias internacionales como el hospital de día del hospital San Juan de Dios, en Barcelona, o los dispositivos de atención de salud mental infantojuvenil en el nuevo Hospital Pediátrico de Santiago de Chile”.

Conductas preocupantes

Estos nuevos dispositivos, que buscan que el niño reciba atención sin desvincularse de su entorno, son, para Garrido, “fundamentales”, porque “los trastornos de salud mental en primera infancia han sufrido un incremento a nivel mundial”, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud. “Más del 20% de los niños padecen a lo largo de su vida una enfermedad mental, y a nivel global los trastornos mentales afectan entre a 10% y 20% de los menores de 18 años, porque además las enfermedades del adulto se inician en estas franjas de edades”, detalló Garrido.

Sobre la situación actual de Uruguay, la especialista mencionó que en el primer estudio epidemiológico de salud mental que desarrolló junto con Cristina Pivet, la encargada del servicio de psiquiatría infantil del hospital pediátrico, “quedó en evidencia que 22% de los escolares tenían problemas identificables en esta área de la salud y que los principales problemas se ubican en el crecimiento y en el desarrollo de los aprendizajes, de la conducta, del maltrato infantil y del consumo de sustancias”, puntualizó Garrido. Remarcó que es por esto que “el hospital asume una problemática cada vez más profunda, porque las situaciones han ido cambiando y se han ido agravando”. Agregó que durante la pandemia detectaron y abordaron muchas “conductas autolesivas, violencia hacia la infancia y también ejercida por niños y adolescentes”, que si bien no surgieron durante la pandemia “se agravan en ese contexto”.

“La nueva Ley de Salud Mental y la implementación del Plan Nacional [de Salud Mental] puede ser una excelente oportunidad para la mejora de la promoción, la atención precoz, la detección y la rehabilitación de los problemas vinculados a la salud mental de la infancia y la adolescencia que involucran a toda la sociedad”, concluyó.

Sobre el final, el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, expresó que considera “muy importante todo lo que refiere a la salud mental”; contó que es un tema que se empezó a manejar con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, durante la creación de la Ley de Presupuesto Nacional, y agregó que “ASSE es el organismo ideal para implementar la Ley de Salud Mental”. En ese sentido, dijo que se han creado 126 funciones de alta dedicación para el área de psiquiatría. “No somos instituciones separadas, tenemos que trabajar en red apoyando a todo el sistema, es fundamental”, finalizó.