Los test diagnósticos de SARS-CoV-2 por la técnica molecular de PCR fueron la estrella de la estrategia de testeo desarrollada por el Ministerio de Salud Pública (MSP) durante el primer año de la pandemia de covid-19. El 31 de marzo, ante el mayor nivel de transmisión comunitaria, el MSP resolvió priorizar la realización de los test de detección de antígenos, que tienen la gran ventaja de mostrar el resultado en apenas 15 minutos. A partir de ahí, los test de antígenos son recomendados como primera opción para las personas con síntomas respiratorios, para quienes hayan estado en contacto con una persona con SARS-CoV-2 y no tengan síntomas y para los pacientes que vayan a ser hospitalizados.

El tema es que los test de antígenos no son tan sensibles como los de PCR para identificar la infección en personas asintomáticas, y por eso el MSP no los recomendaba, hasta el 31 de marzo, como primera opción. Según supo la diaria con base en fuentes del MSP, la sensibilidad de los test de antígenos en personas sintomáticas supera 95%, pero en personas asintomáticas se ubica entre 79% y 80%.

El test de antígenos que da positivo se toma como positivo. En cambio, si da negativo la persona tiene que volver a ser evaluada. En caso de que tenga síntomas, se tiene que hacer un PCR dentro de las 48 horas siguientes a que se hizo el test de antígenos, que es el que terminará dilucidando si tiene o no coronavirus. En el caso de los asintomáticos, si una persona mantuvo un contacto estrecho con una persona con covid-19 y el test de antígenos da negativo, debe mantener la cuarentena y hacerse un segundo test de antígenos dentro de un plazo de cinco a siete días del último contacto con el caso confirmado.

El flujograma que emitió el 9 de abril el MSP para los prestadores de salud señalaba que, si ese segundo test de antígenos daba negativo, el caso debía descartarse como sospechoso y, por ende, finalizar la cuarentena. Ese criterio choca con el algoritmo que divulgó la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, que no propone descartar el caso después del segundo test de antígenos negativo, sino que propone hacer un PCR, si es que hay disponibilidad de este tipo de test, y si no lo hubiera, la persona tiene que seguir en cuarentena hasta completar los diez días de haber tenido contacto con la persona con el virus.

El 21 de abril, luego del reclamo de los médicos, el MSP cambió su disposición inicial, y mantuvo reuniones con los prestadores de salud y técnicos de esas instituciones para informarles que en casos en que el segundo test de antígenos dé negativo, el médico podrá ordenar un nuevo testeo mediante la técnica de PCR y el mantenimiento de la cuarentena, en caso de que lo considere necesario. Eso corre tanto para las personas asintomáticas convivientes con quienes tengan SARS-CoV-2 como para quienes hayan tenido contacto en una “comunidad cerrada”, definida como un lugar físico o una actividad común (un refugio, un residencial, un centro educativo) en que no hayan podido asegurarse las medidas de protección.

Esta información estuvo disponible este viernes para el público, en un documento que publicó el MSP titulado “Recomendaciones para la vigilancia y control de casos y contactos covid-19”.

El lunes, Carlos Batthyány, director del Institut Pasteur, comentó en una entrevista con el programa Mejor hablar, de M24, que con esta forma de testear a los casos asintomáticos “la capacidad de identificar pacientes positivos va a disminuir en forma significativa”, porque “el médico puede solicitar o no el PCR” después del segundo test de antígenos negativo.

En cambio, al ser consultado por la diaria el martes, el director general de la Salud, Miguel Asqueta, opinó que los test de antígenos están funcionando muy bien y que “cumplen una función maravillosa”. Hasta el 30 de abril, 45% de los test que se hacían eran de antígenos.

Los datos que publica cada día el Sistema Nacional de Emergencias incluye los test de antígenos y los de PCR.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomienda la utilización de los test de antígenos cuando hay circulación comunitaria del virus, como ocurre en este caso en Uruguay, porque permiten la detección precoz de casos. Fuentes técnicas consultadas por la diaria destacaron esta cuestión, pero coincidieron al afirmar que la identificación de pacientes positivos va a caer por la aplicación de test de antígenos a personas asintomáticas, aunque no se animaron a decir si será en forma significativa.

Esa caída tiene, además, una segunda variable que puede provocar un subregistro de casos de covid-19, que es el cambio en la estrategia de rastreo. En las últimas semanas, y tal como publicó El País el 23 de abril, el MSP dejó de hacer un rastreo activo de cada contacto de un caso positivo de covid-19 y reservó esa estrategia para hacer el seguimiento de los brotes. En otras palabras, las direcciones departamentales de Salud llaman, si tienen posibilidades, a los contactos de cada caso positivo para recomendarles que se hagan el diagnóstico. Pero como eso ya no es garantía, se apela a la libertad responsable, a que cada persona haga cuarentena y solicite el test en caso de haber estado en contacto físico directo o en contacto estrecho con un caso positivo de SARS-CoV-2 (se considera contacto estrecho al que ocurrió a menos de dos metros de distancia y durante un acumulado de 15 minutos o más).