Mediante la donación de sangre de estudiantes universitarios, el Hospital de Clínicas quiere lograr autosuficiencia del área metropolitana

Unos 200 estudiantes de la Facultad de Medicina y de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica de la Universidad de la República (Udelar) se inscribieron para donar sangre de forma voluntaria este lunes, de 8.00 a 18.00, en una actividad organizada por el Hospital de Clínicas, el hospital Pasteur y el Servicio Nacional de Sangre (SNS) de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).

La jornada se enmarca en el Día Mundial del Donante de Sangre, que se conmemora cada 14 de junio, y tuvo como antecedente otras dos desarrolladas en mayo y junio, también en el Hospital de Clínicas. Para la edición del lunes, los estudiantes que se agendaron completaron una encuesta que permitió conocer que de 1.100 encuestados de la Facultad de Medicina, 90% estaban dispuestos a donar sangre y 82% nunca lo había hecho.

El Hospital de Clínicas necesita entre 3.000 y 3.500 donantes al año. Unos 1.000 estudiantes ya han donado sangre mediante este programa, que, además de estas jornadas, ofrece la posibilidad de concurrir con agenda previa, en un proceso que tarda entre 35 y 40 minutos. Con ambas modalidades, se prevé llegar “a la autosuficiencia total” del servicio e incluso sobrepasar esta cifra y poder volcar ese excedente “a todo el sistema”, explicó a la diaria Ismael Rodríguez, profesor de la Cátedra y Departamento de Medicina Transfusional del Hospital de Clínicas.

A largo plazo, el Clínicas aspira a involucrar a todos los estudiantes de la Udelar con el propósito de captar, para 2022, al menos a 15.000 jóvenes que donen de forma voluntaria dos veces por año para lograr la autosuficiencia de toda el área metropolitana, sostuvo.

El docente relató que a partir del 13 de marzo de 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria, el número de donantes “cayó significativamente”. Sin embargo, valoró que los estudiantes de la Facultad de Medicina y los médicos del Hospital de Clínicas lograron mantener la cifra gracias a sus donaciones. “Eso nos motivó a ampliar el programa”, señaló.

“La Udelar tiene 100.000 estudiantes, toda gente joven. El rector, Rodrigo Arim, conjuntamente con las distintas facultades, se han sumado a esta movida, y ya hay más de 8.000 estudiantes que tienen la voluntad de venir a donar al Hospital de Clínicas”, subrayó Rodríguez.

El docente citó algunas cifras para recalcar la importancia de la donación de este grupo de jóvenes. “Cuando hicimos el estudio de pruebas serológicas para enfermedades transmitidas por la transfusión en la población general de nuestro país, dio alrededor de 5%. En el caso de estos donantes voluntarios, el porcentaje de serología positiva disminuyó a 2,7%”, detalló. “Esto habla de que nuestros estudiantes de la Udelar han comprendido la importancia de la donación, de la entrevista previa y de cómo se hace la selección. Participan de forma muy activa de todo eso”, agregó.

Donación voluntaria

La donación de sangre “ha sufrido una inestabilidad desde el 13 de marzo del año pasado hasta ahora” que provocó que en el plazo inmediato hubiera un detenimiento en la afluencia de donantes, explicó a la diaria Lourdes Viano, directora del SNS. Pero, luego, diferentes estrategias puestas en marcha dirigidas a donantes fidelizados y organizaciones solidarias -grupos de donantes que tienen algo en común, como puede ser el lugar de trabajo- ayudaron a acercarse al número habitual de donantes. “El trabajo junto con la comunidad es lo que nos da el respaldo en estas situaciones y durante todo el año. Un banco de sangre o un hemocentro requiere del ingreso diario de sangre porque es un flujo de entrada y de salida”, afirmó Viano.

En este sentido, la directora aseguró que el objetivo principal del SNS es que 100% de los donantes sean voluntarios -actualmente son 50%-. La otra mitad se completa con los “donantes de reposición”, aquellos que concurren a donar cuando un conocido requiere una transfusión. “Como coexisten los dos sistemas, nosotros pensamos que muchos de los que son donantes de reposición en realidad son voluntarios pero se preservan por si, por ejemplo, algún familiar lo requiere. Es decir, tienen la actitud de donar pero lo hacen en ese momento”, explicó.

Otro de los aspectos relevantes es que los donantes se fidelicen a un servicio, ya que así se los puede monitorear en forma periódica. “Esto da una seguridad mayor al producto obtenido, a pesar de que en Uruguay se emplean para la evaluación de la sangre reactivos de última generación. Pero igual es necesario contar con la confiabilidad de ese donante”, expresó Viano.

Para seguir latiendo

El lema elegido este año por la Organización Panamericana de la Salud en el marco del lunes 14 de junio es: “Dona sangre para que el mundo siga latiendo”. Viano opinó que esta frase “expresa la importancia de la donación” y recalcó que “ese brazo solidario que se extendió permite que otra vida siga latiendo”.

Cada persona que dona sangre puede salvar a dos o tres pacientes. Uruguay necesita por día 300 bolsas de sangre de 450 centímetros cúbicos. En esta línea, Rodríguez recordó que los países de altos ingresos, según establece la Organización Mundial de la Salud, tienen entre 26,7 y 31,1 donantes cada 1.000 habitantes. “En Uruguay tenemos 29,8. Por lo tanto, estamos muy por encima de la media internacional”, añadió.

Sin embargo, dijo que existen “problemas distributivos”. A modo de ejemplo, ilustró que los días previo a juega la selección uruguaya, 1.500 personas se acercan a los servicios a donar sangre para tener el día libre. “Nosotros estamos cambiando esta modalidad, buscando que se done de forma voluntaria”, indicó.

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