Diputados y diputadas de los partidos Nacional, Colorado y Cabildo Abierto presentaron, en abril, un proyecto de ley que encomienda a los ministerios de Salud Pública (MSP), de Desarrollo Social, de Educación y Cultura, y a los institutos del Niño y Adolescente y de la Juventud (INJU), organizar y promocionar acciones que tiendan a la concientización y prevención del suicidio adolescente. Fue aprobado por unanimidad en la Comisión de Salud de Diputados y este martes será tratado por el plenario de esa cámara.
En diálogo con la diaria, la diputada cabildante Silvana Pérez Bonavita, miembro informante del proyecto, afirmó que “se va a votar” y que “es un tema re importante” porque si bien “los suicidios se dan en cualquier grupo etario”, el material de prevención no les llega a los adolescentes “porque tienen otro tipo de consumo de información que no pasa por ver un informativo” sino más que nada por redes sociales” y “redes educativas”.
Durante el tratamiento en la Comisión de Salud, Lorena Quintana, directora del programa de Adolescencia y Juventud del MSP, expresó que entre los diez y los 24 años, 70% de las muertes son violentas; entre ellas, hace diez años el primer lugar lo ocupaban los siniestros de tránsito (60%), le seguían los suicidios (26%) y por último los homicidios (14%), pero ahora, si bien continúan en primer lugar los siniestros de tránsito, “están casi en igualdad con las otras causas de muerte, ya que los suicidios, los homicidios y los accidentes están en el entorno de 33% y 34%”. “Podemos decir que en 2018 cada cuatro días se suicidaba un adolescente en Uruguay, y en 2019 esa cifra pasó a uno cada tres días”, resumió.
El INJU, el MSP y la Administración de los Servicios de Salud del Estado están trabajando para el desarrollo de una estrategia integral, dijo en comisión Felipe Paullier, director del INJU. Álvaro Usher, integrante del programa de Salud Mental del MSP, comentó que se elaboraron propuestas para la prevención del suicidio 2021-2025 que fueron “elevadas a los distintos ministerios”, entre ellas, modificar el copago de los tratamientos de personas que intentaron suicidarse, y que es necesario fortalecer el primer nivel de atención.
Pablo Hein y Gabriela Novoa, del Grupo para la Comprensión y Prevención de la Conducta Suicida de la Universidad de la República, coincidieron en la importancia del tema pero señalaron que sería mejor implementar una estrategia más integral. Hein explicó a la diaria que “la campaña debería apuntar a sensibilizar en otras cosas que tienen territorio en común con la violencia de género, con la violencia intrafamiliar, con la violencia entre ellos, y ahí está el bullying”. Agregaron que es necesario trabajar en la formación de los docentes, especialmente de los de Educación Física, porque tienen contacto con los chiquilines en espacios deportivos, donde se trabaja desde otro lugar y donde asoman “temas de frustración”.
Novoa comentó que tal como se plantea la campaña “nos quedamos cortos”, porque a partir de la campaña de sensibilización que le llegue al adolescente “tiene que haber dónde ir, dónde atenderse y dónde sentir que uno es recibido”.