“Seminario por la vida” se tituló una actividad que organizó el jueves la diputada Silvana Pérez Bonavita, de Cabildo Abierto, en el marco de la aprobación del proyecto de ley “Campaña Nacional de Concientización y Prevención del Suicidio Adolescente”, que tiene media sanción y ahora está a estudio de la Comisión de Salud del Senado. Tal como explicó el ministro de Salud, Daniel Salinas, en este momento en Uruguay el suicidio es la primera causa de muerte en jóvenes de 15 a 24 años y requiere “un abordaje transdisciplinario” que excede el margen de acción del área de la salud, y por eso en el seminario estaba también el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, y el director del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), Felipe Paullier.

Pérez comentó que el proyecto apunta a crear estrategias de colaboración para solucionar y dar respuesta a la problemática. En diálogo con la prensa, expresó que la idea es “que el INJU sea uno de los organismos centrales”, y que a través de él se buscará “comunicar en lugares y redes sociales que frecuentan los jóvenes”. De aprobarse la campaña, la legisladora adelantó que se hará “un estudio de mercado [para ver] en dónde tenemos que estar presentes con la información, a través de qué interlocutores, por qué no utilizar influencers, y generar más herramientas, como puede ser una Línea Vida pero que no sea telefónica, sino una especie de chat”, canal por el que se comunican más fácil los jóvenes, señaló.

Salinas dijo que las cifras de suicidio se han mantenido “incambiadas” en los últimos siete años, en el entorno de 700 por año. Alegó que desde el sistema de salud “se han tomado una serie de medidas”, que se siguen protocolos de atención y de seguimiento de personas que tuvieron intentos de autoeliminación que se crearon en la administración pasada; luego, en diálogo con la diaria, el ministro dijo desconocer en qué medida se está haciendo ese seguimiento, pero comentó que el Ministerio de Salud Pública (MSP) está trabajando para mejorarlo a través de la reglamentación de la Ley de Salud Mental y de metas sanitarias que se impulsarán en 2021. En el seminario, Salinas destacó el trabajo de la Línea Vida (0800 0767 o *0767) y de la Línea de Apoyo Emocional (0800 1920) que se creó en abril de 2020. También destacó que en julio de 2021 se incluyera dentro del Modo 1 de las prestaciones de salud mental la atención de hasta ocho sesiones gratuitas para poblaciones priorizadas, entre ellas los adolescentes afectados por la covid-19 o por el distanciamiento social.

Lorena Quintana, responsable del área programática Adolescencia y Juventud del MSP, dijo que, según la Encuesta Mundial de Salud Estudiantil ‒que se hizo en 2019 y se está procesando ahora‒, “uno de cada cinco adolescentes de 12 a 17 años pensó seriamente en quitarse la vida”, que 5% no tiene “ni siquiera un amigo” y que 30% respondió que nunca o muy pocas veces se siente entendido por sus padres. “Tenemos que trabajar con los adolescentes, pero también con la familia y con la comunidad”, dijo.

Quintana sostuvo que se está trabajando “en una idea nueva, uruguaya” de incluir una consulta psicológica como parte del control de salud anual de adolescentes de 15 a 19 años. Según informó a la diaria, un grupo de docentes de Psicología y de Ciencias de la Salud de las universidades de la República y Católica, así como integrantes de la Coordinadora de Psicólogos y de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, están trabajando en esta propuesta, pero acotó que su concreción implica un “trámite engorroso” porque la prestación tiene que ingresar al Plan Integral de Atención a la Salud para que la cumplan los prestadores de salud.

De igual a igual

La actividad contó con la participación virtual de dos jóvenes reconocidos y que pasaron momentos de depresión: el exjugador de fútbol Nahuel Tuya y el músico Tomi Narbondo, exbaterista de Rombai. “Mi situación fue en el fútbol”, relató Tuya, y detalló que empezó a tener crisis de pánico y ansiedad, hasta llegar a la depresión. Al principio no le daba importancia porque “era sólo psicológico y no físico, creía que no me iba a afectar”. Pero sí. Dejó el fútbol, pero relata que ahora está bien y que desde diciembre no tiene ataques de pánico. “Es un proceso a largo plazo, no hay que desesperarse, hay que dejarse ayudar, dejarse amar, ser agradecido y ser fuerte, y ser fuerte, es algo muy difícil, que duele mucho, no sólo lastima a uno, lastima a una familia entera”, declaró. Agregó que “es un tema tabú” y que hay que darle mucha importancia a nivel institucional, del fútbol y en los liceos, porque “falta mucho”.

Narbondo comentó que “entrar en una crisis de depresión por sentirse perdido en la vida es algo que tenemos que tratar”. Remarcó: “No se está solo, es algo de lo que se tiene que hablar, hay que educar no solamente al que está pasándola mal sino también a la familia y a la población”, para que ayude a las personas que lo necesitan. Dijo que “lo bueno es que después de que aparecen estos sentimientos serios de quitarse la vida no hay nada más abajo, al haber estado tan mal, toda la vida mejora”, y pidió “que no juzguen a las personas que se sienten así”.