En el primer semestre de 2021 hubo 386 nacimientos prematuros en el Centro Hospitalario Pereira Rossell, que representan 13% de los 2.978 nacimientos que ocurrieron en ese hospital. La cifra muestra “una tendencia al aumento” que, si bien no es marcada, se arrastra desde 2019, cuando constituían 12,2%, según Leonardo Macías, coordinador del Servicio de Recién Nacidos del Pereira Rossell. Los datos fueron presentados ayer en el marco de una jornada organizada por la Fundación Álvarez Caldeyro Barcia en el Día de la Prevención de la Prematurez.
Daniela Armas, presidenta de esta fundación, aseguró que la prematurez es “un problema de salud” y que sus causas son “multifactoriales”. Por esta razón, explicó, presenta una complejidad en su abordaje. “Debemos seguir haciendo hincapié en las causas que llevan al parto de pretérmino y en las herramientas con las que contamos para prevenirlos”, recalcó.
En los primeros seis meses del año, 1,6% de los recién nacidos fueron prematuros severos, como se cataloga a los que pesan menos de 1.500 gramos; en 2020 se había registrado un pico de 2,0% pero, con relación a los últimos cinco años, “es un número que se mantiene”, consideró Macías. Aquellos que pesaron hasta 2.499 gramos representaron 9,5%. En este grupo sí se empieza “a notar un ascenso” (en 2016 se ubicó en 8,8% y en 2020 en 9,3%) y la tendencia en este primer semestre sigue siendo el aumento”. El alza más marcada se observa en el prematuro tardío, en aquel que está más cercano al término del embarazo. En los mayores de 2.500 gramos el número también “se ha mantenido más o menos constante”, oscilando de 89,6% en 2016 a 88,7% en 2020, mientras que en el primer semestre de este año se ubicó en 88,9%.
Macías hizo hincapié en los recién nacidos que pesaron menos de 1.500 gramos, aquellos prematuros que tienen “más morbimortalidad” -como se denomina a la tasa de muertes por enfermedad en una población y en un tiempo determinados- que ha sido “constante” en los últimos años. En el primer semestre, 0,8% pesaron entre 1.000 y 1.499 gramos, 0,4% entre 750 y 999 gramos, y 0,4% menos de 750 gramos.
El porcentaje de sobrevida de los prematuros aumentó en aquellos recién nacidos que pesaron menos de 750 gramos, que pasó de 30% en 2017 a 36% en 2020. También se incrementó la proporción de sobrevida en el caso de los que pesaron menos de 1.000 gramos que alcanzó 65% cuando en 2017 era de 51%. Aquellos que pesan menos de 1.500 gramos la sobrevida se mantuvo en 80%.
Durante el primer semestre de 2021, se observó “una tendencia” a la baja en la tasa de mortalidad neonatal que se ubicó en cinco cada 1.000 nacimientos, cuando en 2020 ascendió a 6,8 cada 1.000, pero acotó que estos datos se deben “tomar con pinzas” porque aún no terminó el año. El coordinador del servicio puntualizó que, si a la cifra del primer semestre se le resta la tasa de mortalidad por malformaciones incompatibles con la vida, la mortalidad se ubicaría en 3,4 cada 1.000 nacimientos.
Durante 2017 y 2018 la primera causa de mortalidad a nivel neonatal fue la prematurez extrema, pero desde 2019 fue desplazada por las malformaciones congénitas. En los primeros seis meses de 2021, siete de los casos de mortalidad neonatal fueron por malformaciones congénitas, cuatro por prematurez extrema, tres por infecciones hospitalarias y una por una complicación quirúrgica.
Según Macías, además, “parece haber una tendencia en aumento del cero control del embarazo” durante los primeros seis meses del año, cuando hubo 70 casos (2,4%). En 2020, se habían registrado 113 (1,9%), el menor valor desde 2016. En tanto, la captación precoz de embarazos en el primer trimestre registró un aumento “leve” si se compara la cifra de 2016 (63,5%) con la de 2020 (69,9%). “Si bien nos gustaría que este número siga avanzando”, en el primer semestre de 2021, se mantuvo en 69,2%, acotó.
Por otro lado, de los 2.978 nacimientos registrados en este primer semestre hubo 33 muertes fetales, tres menos que en todo 2020 cuando la cifra se ubicó en 36, la menor de los últimos cinco años. En 2016, por ejemplo, hubo 82 muertes fetales.
De acuerdo a los datos brindados por la Unidad de Atención Temprana, 61 pacientes prematuros, con un peso menor a 1.500 gramos, egresaron en 2019. De estos, la unidad le hizo el seguimiento hasta los 18 meses de edad gestacional corregida a 97% de los bebés, informó la doctora Manuela de María, del departamento de Neonatología del Pereira Rossell. En estos casos, el total de sobrevida luego del egreso significó 94%, mientras que dos pacientes con displasia broncopulmonar severa fallecieron. Los reingresos hospitalarios hasta los 18 meses fueron de 41% y las infecciones respiratorias fueron las patologías más frecuentes.
Por último, Daniel Borbonet, director del departamento de Neonatología del Pereira Rossell, recordó que pensar en prematurez generalmente viene seguido de la pregunta de cómo quedarán. En este sentido, destacó que “90% de los niños que pesan más de un kilo no tienen ninguna morbilidad” y aquellos que pesan menos de un kilo, 82% no queda con ninguna secuela.