El sábado se celebra el Día Internacional del Médico y la Médica y, en ese marco, integrantes del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y la Federación de Médicos del Interior (FEMI) en diálogo con la diaria repasaron las principales dificultades actuales de la profesión y las necesidades de incrementar los esfuerzos en algunas áreas, por ejemplo, la dotación de especialistas en el interior, y que las condiciones vuelvan a ser lo más similares posible al panorama prepandemia.

“El trabajo médico y el ejercicio profesional están desafiados y atravesados por distintas variables de gran importancia”; algunas son globales y otras “muy particulares” de Uruguay, expresó Zaida Arteta, presidenta del SMU. Agregó que en el país el colectivo médico se compone por “un alto grado de mujeres, que supera el 60%”.

La presidenta del gremio consideró que, por una parte, en los últimos años se han mejorado las condiciones de trabajo con diferentes acciones, como nuevos cargos de alta dedicación y la reforma del trabajo médico, pero, a la vez, “distintas empresas de salud están generando precarización laboral”, por ejemplo, incumpliendo el pago de algunos derechos básicos como la licencia maternal o la nocturnidad, es decir, “derechos mínimos de cualquier trabajador”.

Explicó que en el ejercicio médico, para poder desarrollar un vínculo con una comunidad, “es necesario tener el diagnóstico y conocer a las personas que asisten” al centro de salud, pero si, por el contrario, lo que se impulsa es “un vínculo laboral precario, con salarios bajos y contratos que no establecen obligaciones al empleador”, como “sucedió durante la pandemia pero continúa sucediendo”, es complejo. Además, “en un contexto en el que se cubren vacantes sin llamado a concurso y sin importar en qué condiciones va a trabajar la persona”, se genera que la respuesta del sistema de salud “no sea la mejor”. En resumen, según Arteta, “el sistema de salud no planifica la incorporación de los recursos humanos”, menos a largo plazo.

Por otra parte, se refirió al período de pandemia y dijo que fue un momento en el que “todo valía” porque era un contexto de emergencia, pero ahora ya “no se puede tolerar una consulta de cinco minutos” por cada paciente, porque “no existe”. Consideró que ahora es momento de pensar “en la calidad” de la atención, porque muchas veces se reitera el concepto de “medicina humanizada” y en realidad se trata de que el médico cuente con empatía y certificación profesional, pero también con “el tiempo y el espacio adecuado para poder brindar ese tipo de atención”.

Dijo que es hora de que el sector médico se plantee las cosas importantes para modificar y trabajar durante 2023 y 2024. En este sentido, el gremio se encuentra en plena negociación en el Consejo de Salarios del Grupo 15 pero continúa sin avances.

“Las negociaciones están totalmente trancadas”, sostuvo Arteta. Agregó que al contexto que relató se suma que “las mutualistas no tienen la intención de otorgar ningún recurso para los salarios médicos y la capacitación” y “plantean a los médicos que los próximos tres años tengan menor remuneración que los años anteriores”, aunque “las empresas han tenido ganancias”, por lo que “un recorte salarial a los médicos es inaceptable”.

Según Arteta, la fundamentación de las empresas para no incrementar los pagos es “económica”. Si la negociación no avanza, el Poder Ejecutivo emitirá un decreto para establecer los montos. “Si sucede así nosotros sabremos que no firmamos algo con lo que no estamos de acuerdo”, concluyó.

Por último, evaluó que las empresas mutuales “son sin fines de lucro” y su objetivo principal “debe ser garantizar la calidad de atención” de los usuarios y no priorizar el marketing “como a veces sucede”. En cuanto a la situación sanitaria, remarcó que hay temas que requieren urgencia y se deben priorizar a la brevedad.

Recursos en el interior

Patricia Nava, secretaria de FEMI, sostuvo que el principal problema, que además se sostiene con el paso de los años, es la falta de radicación de especialistas en el interior del país, “que se agrava al norte del río Negro”.

Según Nava, a lo que está apostando FEMI es a una futura mejora de la situación con la carrera de Medicina en el regional norte del país. “Se espera que se genere un grupo de médicos que seguramente se van a radicar en la zona, no necesariamente en Salto o Paysandú, pero sí en toda la región norte”, dijo.

Consultada sobre si hay alguna especialidad particular que quede vacante, consideró que “es diferente según el departamento”, pero aún así hay localidades en las que faltan las especialidades básicas, sobre todo “en el medio rural, donde los médicos cada vez son menos y no se observa un plan de cobertura” de las vacantes.

Por último, dijo que “los recursos están recargados” en la mayoría de los servicios y además “la mayoría de los médicos trabajan en el sector público y en el privado” paralelamente.