“Nosotros tenemos que tratar de controlar esta situación antes de que lleguen los virus comunes, para que no pase lo que pasó en otros países [del hemisferio norte]: el invierno de ellos fue un invierno con circulación viral de influenza, VRS [virus respiratorio sincitial], adenovirus, bastante semejante a lo habitual. Tenemos que hacer todo el esfuerzo para evitar eso”, expresó en diálogo con la diaria Catalina Pírez, profesora grado 5 de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República y vicepresidenta de la Comisión Honoraria de Lucha Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes (CHLAEP). La especialista pidió que los niños “reciban las vacunas contra covid pero también las vacunas del esquema, de neumococco, tos convulsa, influenza tipo B, todo lo que es respiratorio, porque es la única manera de que no se tenga superposición de problemas”, comentó.

Agregó que entre julio y octubre de 2021 la circulación de virus respiratorios en Uruguay “fue brutal” en comparación con lo que había pasado en 2020, aunque no alcanzó el nivel de antes de la pandemia, algo que sospecha que puede ocurrir en 2022, “cuando uno vuelva a la circulación normal, porque nunca tuvimos una circulación normal más covid”, razonó. “Hay pruebas que todavía no pasamos, como abrir las fronteras completamente”, agregó.

Coberturas vacunales

Hasta este jueves, según datos del monitor de vacunación, había recibido la primera dosis contra el coronavirus 47,2% de los niños y niñas de cinco a 11 años, 80,6% de los de 12 a 14 años, y 89% de quienes tienen entre 15 y 19 años; las dos dosis las tenía 12,7% de los de cinco a 11 años (comenzaron a darse el 23 de febrero), 74,8% de los de 12 a 14 años y 85,4% de los de 15 a 19 años; la tercera dosis, que hasta el momento sólo está autorizada para adolescentes con factores de riesgo, alcanza a 12% de los niños y adolescentes de 12 a 14 años y a 20% entre quienes tienen de 15 a 19 años.

Sobre esta proporción, Pírez valoró que “comparado con otros países estamos conformes” aunque no tanto si toma en cuenta “los niveles de cobertura propios, porque con otras vacunas llegamos a 80%, 90%”. Matizó la disconformidad al considerar que la dosis para los más chicos comenzó a darse en vacaciones, y en medio del pico de la ola de contagios por la variante ómicron, y que los niños que tuvieron el virus deben esperar ahora 90 días para vacunarse. “Estamos en un buen momento pero lejos del que uno desearía para todos, teniendo la posibilidad, un país chiquitito, con vacunas disponibles... Pero bueno, no podemos decir que estamos mal”, evaluó.

De todos modos, el nivel de cobertura vacunal contra otras enfermedades no está en un momento óptimo. Pírez mencionó que según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), la cobertura del Certificado Esquema de Vacunación, que alcanzaba en Uruguay entre 95% y 96%, “bajó a 84%, 85%”, mientras que otras que son opcionales, como la del virus del papiloma humano (HPV), que se ubica entre 27% y 30%. “Para otros países 85% puede ser la cobertura, pero para nosotros no es bueno, porque hay 10% que se atrasó”, dijo, y añadió que es una opinión compartida por la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP), la Facultad de Medicina, la CHLAEP y los vacunatorios, porque si hubiera un ingreso de sarampión, si bien la proporción de 85% no es mala, está lejos de la cobertura que solía haber, y la diferencia puede llevar a la aparición de brotes.

Efectividad de las vacunas covid

El lunes, seis investigadores del Departamento de Salud del Estado de Nueva York publicaron un estudio ‒que aún no ha sido revisado por pares‒ que determinó que entre el 13 de diciembre de 2021 y el 30 de enero de 2022, durante el pico de la ola de ómicron, la efectividad de la vacuna de Pfizer-Biontech contra la infección cayó de 66% a 51% en adolescentes y de 68% a 12% en niños de cinco a 11 años; según ese estudio, también se registró un descenso de la efectividad de la vacuna contra las hospitalizaciones, que cayó de 85% a 73% en adolescentes y de 100% a 48% en niños de cinco a 11 años, motivo por el cual los investigadores remarcaron la importancia de vacunarse.

Pírez comentó que ese estudio es preliminar y está acotado a una ciudad, y que de todos modos la vacuna protege contra los casos de gravedad.

El informe semanal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos del 1º de marzo también informó sobre el descenso de efectividad de la vacuna de Pfizer-Biontech contra la infección de niños de cinco a 11 años durante el predominio de la variante ómicron, y que la efectividad contra la enfermedad que requirió consultar en centros de urgencia y emergencia fue de 46%. Ese reporte indicó, también, una disminución de la protección en edades pediátricas luego de los 150 días de haber recibido la vacuna, y un repunte en adolescentes de 16 y 17 años que recibieron la tercera dosis (81%).

Pírez expresó que la protección de las vacunas “baja un poco para ómicron”. Mencionó que según datos del MSP, la efectividad de la vacuna de Pfizer contra la infección en adolescentes era de 91% y, con base en lo que pasó en otros países, estimó que ahora, con ómicron, debe haber bajado a alrededor de 70%. “Pero, de cualquier manera, las chances de enfermar son siempre mayores para los no vacunados que para los vacunados”, remarcó, y especificó que “el no vacunado tiene entre cinco y siete veces más probabilidades de enfermarse que el vacunado y tiene 11 veces más probabilidades de internarse”. Además, destacó la protección contra las formas graves de la enfermedad. “Para adolescentes y para adultos está clarísimo que las personas vacunadas no se internan, no fallecen, y en pediatría, en adolescentes, la prevención del síndrome inflamatorio multisistémico es muy alta”.

Con respecto al alto número de contagios que hubo en la ola de ómicron entre personas vacunadas, Pírez sostuvo que “estas vacunas están pensadas para evitar la forma grave y la muerte”, y que “de paso previenen formas leves y las personas vacunadas se enferman menos”. “El contagio se puede dar igual, y se da igual para esta variante ómicron que es mucho más contagiosa, pero las probabilidades de una persona de enfermarse si no está vacunada son infinitamente mayores”.

Negó que haya sido mejor haber optado por las dosis de Sinovac en lugar de las de Pfizer. Dijo que cuando Uruguay optó por la de Pfizer fue “para la variante delta, que era la que teníamos” y que esta dosis es “la que sirve”. “En Chile demostraron que el mejor comportamiento para delta y para ómicron siguen siendo estas plataformas de ARN mensajero”.

Riesgo-beneficio

Pírez expresó que, como pediatra, no puede asegurar que a un niño o a un adolescente le “va a ir bien” si tiene covid-19, ni puede asegurar que no tendrá el síndrome inflamatorio mulsisistémico. “Nadie en su sano juicio puede pensar que una recomendación sea no vacunarse”, afirmó, y dijo que “los beneficios de vacunarse son mucho más que los riesgos”.

Según la pediatra, los efectos adversos de la vacunación son “realmente pocos”. Sostuvo que “en niños no hemos tenido reporte de efectos importantes” y que en adolescentes hubo dos casos de miocarditis pero fueron leves.

Pírez comentó que las familias preguntan acerca de la recomendación de darles la tercera dosis a sus hijos. Aclaró que “por ahora” en Uruguay sólo está recomendada para adolescentes que tienen comorbilidades, pero mencionó que la agencia de medicamentos europea y los CDC de Estados Unidos la indican “para todos, tengan o no tengan comorbilidades; sería un paso siguiente que nosotros tendríamos que dar”, advirtió.