“Mi legajo siempre estuvo limpio; de hecho, en el motivo de mi despido sólo dice despido”, contó a la diaria Sandra Sugo, una exadministrativa del Casmu que fue despedida el 29 de abril. Según Sugo, desde diciembre de 2021 hasta la fecha son 52 los despidos arbitrarios. “Ese día fui a trabajar como todos los días, pero marqué tarjeta y enseguida me llamaron a una reunión en Recursos Humanos; allí mismo me despidieron”, recordó.
Sugo llevaba 27 años de servicio en la mutualista, se desempeñó en varios roles y por último estuvo en el área de coordinación de resonancias magnéticas. Manifestó que a su entender hubo cosas que se planearon: “Me despidieron con 49 años, en abril yo cumplía 50, y con esa edad me correspondía un año de seguro de paro, con 49 sólo seis meses”, explicó. El seguro de Sugo se termina el próximo mes y pretende iniciar una acción legal contra la empresa.
En cuanto a su último tiempo de trabajo, comentó que “era horrible” porque se comenzaron a instalar cámaras de seguridad por todos lados y “teníamos miedo hasta de hablar”, dijo. Consultada sobre el apoyo que le brindó la Asociación de Funcionarios del Casmu (Afcasmu), consideró que el gremio “no hizo nada para trancar el despido”.
Sandra Barcelo tenía tres años de trabajo más que Sugo y 58 de edad cuando fue despedida, pero el Casmu a ella sí le dio un motivo de despido.
Al parecer, en diciembre de 2021 la empresa organizó una fiesta para sus funcionarios, luego del evento Barcelo publicó un estado de Whatsapp y reflexionó sobre “la cantidad de trabajadores a los que se le podría pagar con el dinero invertido en la fiesta”. Después de eso comenzó su licencia reglamentaria y al volver, a fines de enero de 2022, la dirección le comunicó que estaba despedida. “Me informaron que estaba desafectada de la institución por motivos ajenos a la disciplina”, explicó a la diaria.
La exfuncionaria considera que “el despido fue injusto, por varios motivos”. En primer lugar, porque su comentario “fue algo personal y privado”; luego, porque “supuestamente” la empresa respaldó su decisión “en un reglamento que comenzó a regir el mismo día del despido”; por último, agregó que el Casmu le adjudicó actitudes tales como “arengar a sus compañeros, mentir y hablar mal de la institución”, lo que Barcelo niega.
Barcelo tampoco sintió respaldo de Afcasmu e inició acciones legales contra el Casmu de forma particular. Según manifestó, su intención es “dejar precedentes para que no siga ocurriendo lo mismo con sus compañeros”.
Otra de las funcionarias despedidas fue Rutd López, quien trabajó como auxiliar de servicio durante diez años, continuó dos en portería y también en jefatura de servicios. Según contó a la diaria, su despido se debió a que una encargada de supervisión del sexto nivel en una de las torres “hizo una nota manifestando que no sabía trabajar en equipo”. Según López, la verdadera razón fue que “se ofendió porque [López] corrigió a una auxiliar de servicio que estaba tendiendo una cama, cuando esa no es una de las tareas de las auxiliares”.
“Luego de la nota solicitó mi despido, pero mis jefes me devolvieron a portería” y allí, durante la pandemia, cuando aún regían protocolos de restricción de ingreso en las instituciones de salud, ocurrió un hecho con un grupo de usuarios que generó una denuncia contra la funcionaria, por lo que la empresa finalmente la despidió. “Lo injusto es que el Casmu no investigó la denuncia y con ese fundamento me despidió”, dijo, en octubre de 2021.
López le hizo un juicio al Casmu y logró una indemnización económica y el cambio de carátula de su historia laboral, pero aun así entiende que “son situaciones injustas” y que se la despidió “sin notas o suspensiones previas”, en una medida “radical y arbitraria”.
Afcasmu: los “despidos arbitrarios son uno de los puntos por los cuales los trabajadores están en conflicto”
Soraya Larrosa, vicepresidenta de Afcasmu, afirmó en diálogo con la diaria que los “despidos arbitrarios son uno de los puntos por los cuales los trabajadores están en conflicto”, y que desde diciembre de 2021 hasta la actualidad son 52 los funcionarios despedidos “sin incumplimiento funcional o que hayan pasado por una debida investigación previa”, es decir, un sumario.
Según Larrosa, la respuesta de la directiva del Casmu a los reclamos de los trabajadores es que la empresa “tiene el derecho de despedir a quien quiera”.
Hasta el momento los funcionarios han hecho reiterados paros de 48 horas ante un comportamiento “sumamente intransigente” de la institución. Ayer, en asamblea y con votación de la mayoría, decidieron esperar cambios hasta noviembre.
Este tipo de despidos son denunciados por Afcasmu desde octubre del año pasado y en enero de 2022 reavivaron las problemáticas preexistentes y reivindicaron el reclamo. En aquel momento, Sonia González, la presidenta del gremio, explicó a la diaria que los paros respondían a “los despidos arbitrarios” y los atribuyó, entre otras cosas, a las tercerizaciones.
la diaria se comunicó con el presidente del Casmu, Raúl Rodríguez, pero no obtuvo respuesta.