Un grupo de médicos del Casmu que hasta hoy se desempeñaban en el Programa de Gestión Urgente (PGU) difundieron un comunicado, al que accedió la diaria, en el que denunciaron que este lunes, a través de un mail, el director técnico del Casmu, Nicolás Maseiro, les informó de la reducción de cargos del Servicio de Internación Domiciliaria (SID). La decisión fue tomada “sin previo aviso a los trabajadores”, que son más de 50, y a pesar de que “ya habían” guardias asignadas para noviembre y diciembre, aseguran.
Al momento, “no hay garantías” de que se vaya a recibir alguna indemnización económica por las guardias que ya estaban distribuidas, dado que se está “ante un despido con una pérdida de los puestos laborales”, afirman.
El comunicado añade que la mayoría del grupo de trabajadores médicos afectados ingresaron a la institución en el contexto de la pandemia y que una vez superada la emergencia sanitaria el servicio “evolucionó” al PGU, programa en el que se centraba la atención de los pacientes extrahospitalarios de manera telefónica.
Uno de los sectores asistía y valoraba telefónicamente a los usuarios que se comunicaban al 1727, pero la tarea también consistía en la revaloración de pacientes frágiles institucionalizados, cuadros agudos sin resolución diagnóstica que permanecían en domicilio, pacientes con comorbilidades severas y otras tareas que “priorizaba acercar servicios médicos a domicilio para evitar el traslado” a la emergencia. A su vez, se les realizaba un seguimiento a los pacientes que ya habían consultado en emergencia y a quienes estaban en internación domiciliaria.
La denuncia puntual es que en 24 horas el servicio dejaría “de existir”, lo que implica la desaparición de los diferentes modos de atención mencionados y la pérdida de derechos de los trabajadores, algo que “reafirma las frágiles condiciones de trabajo a las que estamos expuestos” y redunda en una “peor asistencia a los usuarios”, sostienen.
Por su parte, fuentes del Casmu informaron a la diaria que en mayo de este año la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) compró servicios al Casmu en el marco del Plan Invierno, por lo cual la institución “tomó la decisión de ampliar los recursos”, y como este martes el plan se termina, “la logística vuelve a funcionar igual que previo a esta zafra”. Los médicos que se desempeñaban en el servicio en cuestión “pasarán a ser suplentes” y tendrán “prioridad” para ser convocados cuando haya necesidad de cobertura. La atención a los socios “no se verá afectada de ninguna manera”, según la institución.
Paro y asamblea
Este martes los trabajadores del Casmu nucleados en la Asociación de Funcionarios del Casmu (Afcasmu) realizaron un paro con asamblea de 10.00 a 18.00 por disconformidades con la empresa que se perpetúan desde hace meses. Según informó el gremio en un comunicado, tras una reunión que se realizó hace algunos días en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), se generó en otra instancia entre Afcasmu, la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) y autoridades de la mutualista, en la que se planteó “la necesidad” de conocer oportunamente las decisiones que se toman con respecto a los ajustes de funcionamiento, “especialmente el envío a seguro de paro de los trabajadores” que se produjeron en las últimas semanas.
A su vez, según los trabajadores, la institución les informó que los envíos a seguro de paro y el eventual cierre de algunas áreas de funcionamiento refieren a los “ajustes necesarios para realizar el cese del Plan Invierno” de ASSE. También se informó que serán redistribuidos en “otras áreas” y que “no se verán afectados sus derechos”, mientras que los suplentes pasarán a “convocatoria”. Sin embargo, para la asociación de trabajadores es necesario revisar la falta de cobertura de foguistas y electricistas.
La empresa se comprometió a analizar la situación informada y a mantener los servicios para el correcto funcionamiento del sanatorio. Además, informó que los seguros de paro no se incrementarán y que “se compromete a no cerrar ningún centro médico”. Los trabajadores solicitaron nuevamente el acceso a la información económica del prestador, “especialmente los flujos contables”, y se comprometieron a manejarlos “bajo reserva” para que sean analizados por el economista de la FUS. La directiva les comunicó que este punto se analizará.
Las denuncias sobre despidos y una eventual situación crítica de la empresa es manifestada por diversos colectivos desde hace un tiempo considerable. Uno de los últimos grupos de trabajadores en plantear disconformidades con los pagos y las condiciones de trabajo fueron los psicólogos.