El Ministerio de Salud Pública (MSP), junto a la Sociedad de Dermatología del Uruguay y otros organismos, lanzó este miércoles una nueva campaña de prevención del cáncer de piel. En términos generales, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, informó que en Uruguay las cifras de este cáncer son preocupantes y que crecen año tras año. Especificó que se trata del tipo de cáncer “más prevalente en la sociedad uruguaya” y que, a pesar de tener prevención primaria y secundaria, su incidencia y prevalencia están en aumento.

Los tipos de cáncer de piel se clasifican en basocelular y espinocelular –los más frecuentes y de “mejor pronóstico”, que se curan con cirugía y suelen detectarse temprano– y melanoma, que es “el más conocido, porque si bien es menos frecuente, tiene mayor mortalidad, sobre todo cuando se diagnostica tarde”. Según Rando, en Uruguay el cáncer de piel tiene las tasas de incidencia y de mortalidad más altas de América Latina y es una enfermedad que se puede presentar a cualquier edad, aunque hay algunos grupos de riesgo identificados, por ejemplo, hombres mayores de 60 años y personas con ojos y piel claros.

La ministra remarcó la importancia de concientizar a la población sobre los efectos de la exposición a los rayos UVA y UVB. Sobre los primeros especificó que son rayos “muy dañinos” y que hay varias medidas que se pueden tomar para evitar las consecuencias de la exposición. Algunas de ellas incluyen evitar el sol entre las 10.00 y las 16.00 y protegerse con sombrero y ropa oscura. En los casos en que la exposición no pueda ser evitada, se recomienda utilizar protectores solares con factor de protección 30 o más, aplicarlo 30 minutos antes de la exposición y reaplicarlo cada dos horas.

Este año se relanzó la campaña “La sombra te cuida”, que la cartera implementó el verano anterior junto con el Ministerio de Ambiente, “debido a su éxito”. La iniciativa difunde una serie de recomendaciones y alertas sobre la exposición al sol y “pone énfasis en monitorear a través de la sombra el grado de exposición al sol”, a partir de la premisa “cuanto más chica la sombra, más exposición”.

Por su parte, Marisa Fazzino, directora del Programa Nacional contra el Cáncer del MSP, brindó algunas cifras específicas sobre la incidencia y la mortalidad del cáncer en el país. Sostuvo que se diagnostican unos 3.207 casos por año, es decir, nueve personas por día, que se clasifican en 2.938 de cáncer basovascular y espinovascular y 269 melanomas. Fallecen unas 145 personas al año y el melanoma es el que provoca más muertes, ya que suma 89 por año.

Tanto en incidencia como en mortalidad, “estamos en los primeros del mundo”, sostuvo la jerarca. Sobre las cifras de los tipos de cáncer menos agresivos y más frecuentes, Fazzino aclaró que “hay dificultades para diagnosticar” y puede haber un subregistro, porque muchos casos se resuelven rápidamente, incluso en el consultorio.

Sin embargo, los datos sobre melanoma son fidedignos, y la incidencia anual del tipo más agresivo es de 139 casos en hombres y 130 en mujeres. Mueren 52 hombres y 37 mujeres por año, se diagnostican tres personas por día y fallece una persona cada cuatro días. Entre 2002 y 2019 la tasa de incidencia aumentó significativamente para ambos sexos: el aumento fue de 1,19% en hombres a partir de 2004 y de 2,37% en mujeres. También aumentó la tasa de mortalidad: entre 1990 y 2020 creció 1,42% en hombres y 1,56% en mujeres.

Prevenir, observar y curar

La Sociedad de Dermatología se centró en explicar la morbilidad del cáncer de piel y las formas de prevenir, observar las lesiones y curarlas. Las especialistas llamaron a tener en cuenta la morbilidad, es decir, las consecuencias que trae tener un cáncer de piel, que aumenta el riesgo de tener un segundo cáncer de piel y tiene consecuencias en el cuerpo. Luego del tratamiento quirúrgico, que es el mejor y, por lo tanto, el que más se ofrece, suelen quedar cicatrices importantes que afectan la calidad de vida.

Sobre los anteriores puntos explicaron que prevenir es lo más importante, porque implica disminuir la enfermedad y los costos para el sistema de salud. Lo mejor de la prevención y el diagnóstico temprano es que encontrar el cáncer en las primeras etapas hace que la probabilidad de curarlo sea alta. En tanto, aclararon que las principales consecuencias provienen de la exposición al sol, pero también a las camas solares.

En cuanto a la población de riesgo, indicaron que quienes hayan sufrido cinco o más quemaduras antes de los 18 años tienen el doble de riesgo de padecer cáncer de piel y que se debe priorizar el control de los inmunodeprimidos, trasplantados, personas con síndrome de inmunodeficiencia adquirida, personas con enfermedad de Parkinson, quienes hacen deporte al sol y quienes usan camas solares.

Al momento de observar la piel hay que buscar tres cosas: lesiones nuevas, algo que cambie o algo que se vea “raro” en la piel y en los lunares, y especialmente prestar atención a su color y diámetro –identificar los que tienen más de seis milímetros y estar pendientes de si crecen rápidamente o si son rojos, algo que puede ser señal de alerta independientemente del tamaño–.

Por último, recordaron que en el Parlamento están en curso dos proyectos vinculados a la prevención de la enfermedad: uno que busca prohibir las camas solares a menores de 18 años y otro que, además de regular el uso de estos dispositivos, plantea regular el etiquetado de los protectores solares, junto a otras medidas. Por el momento, ninguna de las propuestas avanzó y las especialistas de la Sociedad de Dermatología solicitaron que se tomen medidas frente a las cifras actuales de incidencia y mortalidad para evitar que cada año se hable de peores números.