Esta semana los trabajadores nucleados en la Asociación de Funcionarios del Casmu (Afcasmu) realizaron un paro parcial con asamblea a raíz de la crítica situación que atraviesa la mutualista y de la falta de respuestas certeras de la directiva de la institución. En el acta de la asamblea, a la que accedió la diaria, constan algunas acciones que tienen previstas los trabajadores y algunas cifras sobre despidos y seguros de paro. Según el sindicato, el número de funcionarios en seguro de paro está creciendo y ya son 300, mientras que hasta julio eran 217.
Puntualmente, se colectivizó la preocupación por el crecimiento de la cifra de los trabajadores que la empresa envía a seguro de paro, la venta de algunos sectores y el “aumento de las deudas”. Se suma que los funcionarios siguen sin tener “una comprensión completa de la magnitud de la crisis financiera de la institución”, pese a haber solicitado esta información a la empresa en varias oportunidades. En tanto, para los trabajadores, la actualidad del Casmu no es ajena a la situación que atraviesa todo el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS).
El Casmu actualmente tiene alrededor de 180.000 socios, lo que posiciona a la mutualista como “la tercera más grande del país”, y, por eso, además de la cantidad de trabajadores en seguro de paro, preocupa “la calidad de la asistencia que se brinda”. Si bien la situación no es nueva, uno de los acontecimientos que generaron que los trabajadores se movilizaran esta semana fue un nuevo grupo enviado a seguro de paro, que esta vez incluyó a personal de mantenimiento, supervisores, administradores y ayudantes prácticos de cocina.
Hace aproximadamente una semana al gremio le llegó la información de que la mutualista cerraría dos centros de atención y que serían enviados a seguro de paro a 40 auxiliares de enfermería y 14 licenciados en enfermería, lo que generó preocupación en los trabajadores. De todas maneras, en uno de los últimos intercambios, la directiva del Casmu informó que el cierre se debía al cese de un plan de atención. Finalmente se acordó que “no se incremetará el número de trabajadores enviados a seguro de paro” y por el momento tampoco se cerrarán los centros de La Teja y de Punta de Rieles. En tanto, los trabajadores manifestaron “la urgente necesidad” de que no se envíe a más trabajadores al seguro de paro, porque mantener buenas condiciones de atención es “insuperable”. Además, resolvieron solicitar, una vez más, información sobre la planificación que tiene la empresa para “superar esta crisis”.
Por todas las problemáticas detalladas, los trabajadores han mantenido algunas instancias bipartitas con la empresa, en las que también lograron revertir “tres despidos” y se abordaron diversas situaciones de sanciones “que no se justificaban”. A su vez, los trabajadores están en proceso de negociación para establecer “un reglamento de sumarios” que se aplicará en situaciones de despido. Eso permitirá que los despidos se efectúen con “las debidas garantías”, para poner fin a las decisiones “arbitrarias” de la empresa.
Esta semana resolvieron mantener el sindicato “en alerta” y coordinar por intermedio de la Federación Uruguaya de la Salud reuniones con el Ministerio de Salud Pública y con el Ministerio de Economía y Finanzas para finalmente abordar las cuestiones económicas.
El SMU interviene en el conflicto de los médicos
Un grupo de médicos del Casmu que este martes fueron notificados de que al día siguiente se reducirían los cargos en el Servicio de Internación Domiciliaria del Casmu también reclaman respuestas y denunciaron la situación ante el Sindicato Médico del Uruguay. En diálogo con la diaria, Daniela Paciel, secretaria general del gremio, confirmó que el sindicato está en negociaciones con la directiva de la mutualista y que “se va a buscar la forma de que los trabajadores no se vean perjudicados”, porque “70% de ellos es el único trabajo que tienen”.
Dos de los principales reclamos de los trabajadores médicos consisten en que al momento “no hay garantías” de que se vaya a recibir alguna indemnización económica por las guardias que ya estaban distribuidas hasta diciembre, inclusive, y que el servicio que fue incorporado durante la pandemia se cerró sin previo aviso.