El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) dio este jueves una conferencia de prensa para ratificar sus reclamos sobre las carencias en sectores pediátricos del Hospital Pereira Rossell y del Hospital del Cerro de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Las autoridades del gremio, acompañadas por varios de los colectivos que trabajan en los centros en cuestión, informaron que fueron convocadas por la unidad de negociación de ASSE para intentar llegar a un acuerdo, pero luego de la reunión confirmaron que desde este viernes tomarán algunas medidas, como no cubrir algunas guardias en el Pereira Rossell.

Tras la reunión, en la tarde, fuentes del SMU informaron a la diaria que desde el prestador público “hay algunas propuestas” de avance que por ahora “no son suficientes” y que en los próximos días, luego de evaluarlas, se efectuará una segunda instancia de negociación para intentar destrabar el conflicto.

En la conferencia, el SMU, a través de su presidente, José Minarrieta, respaldó “a los equipos médicos de todos los sectores involucrados”: neonatología, cuidados intensivos, cuidados intermedios y puerta de emergencia, tanto del Pereira Rossell como del centro de salud público del Cerro. El reclamo sucede porque luego de un “largo proceso de negociación y diálogo de unos dos años” con las autoridades de ASSE hasta ahora sólo se han obtenido “respuestas negativas o dilatorias” que terminan impactando “negativamente en la calidad de la asistencia a los usuarios”, en este caso, niños.

El gremio reclama puntualmente que no hay la dotación suficiente de pediatras en neonatología, en el CTI pediátrico y en la puerta de emergencia del Pereira Rossell y del Cerro. El déficit que denuncian varía en las distintas dependencias: en neonatología del Pereira Rossell es de 3.600 horas mensuales, lo que equivale a unos 17 funcionarios que faltan para que el servicio “pueda funcionar a pleno”. Otras de las dificultades que identifican, según indicó Minarrieta, es que si bien terminó el invierno, este año “no hubo la caída de consultas que hay habitualmente”. El déficit en la cantidad de médicos se replica en los recursos humanos no médicos.

Sobre el centro de salud del Cerro, Minarrieta aseguró que el tipo de contrato “no favorece la adherencia” y que allí se está trabajando “con un médico menos en cada turno” de lunes a viernes y los fines de semana con un médico solo para un lugar con “gran demanda”, que en pediatría recibe entre 70 y 80 consultas diarias.

Daniela Paciel y José Minarrieta; atrás, Juan Guerrero, Romina Mannise, Soledad Tórtora, Leonardo Macías, Walter Pérez, María José Abisab, Álvaro Dendi, durante la conferencia que brindó el SMU.

Daniela Paciel y José Minarrieta; atrás, Juan Guerrero, Romina Mannise, Soledad Tórtora, Leonardo Macías, Walter Pérez, María José Abisab, Álvaro Dendi, durante la conferencia que brindó el SMU.

Foto: Mara Quintero

A su vez, según el gremio, “se sabe” que en neonatología del Pereira Rossell hay médicos que están contratados de manera “precaria, mediante comisión de apoyo”, que son los que no estarían tomando sus guardias a partir de este viernes. Eso “va a generar un problema importante en la asistencia” y “seguramente implicará derivar niños a otros sectores, cosa que no queremos”, sostuvo Minarrieta. Para el SMU, “el riesgo ya está planteado y lo que se está haciendo es tratar de que se solucione”, porque no se trata “de un aumento salarial, sino del aumento de dotaciones, de tener la cantidad de médicos que se necesitan para brindar una atención adecuada”.

Otras de las preocupaciones que los médicos mencionaron refiere a una cantidad importante de derivaciones hacia el sector privado. Al respecto, este miércoles, en el Parlamento, el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, sostuvo que los pacientes se derivan porque en el Pereira Rossell la cama “cuesta 78.000 pesos por día, pero 42.000 pesos nos sale contratada”. El SMU rechazó los dichos de Cipriani y valoró que el CTI “no es un almacén” y que este tipo de cuentas “no tiene sustento médico”.

Los costos de atención tienen un componente fijo, que refiere a la capacidad de equipos médicos y no médicos que asisten al paciente, y un componente variable que depende, entre otras cosas, de la gravedad de las situaciones que se tratan. Los pacientes que se trasladan a sectores privados generalmente “son de menor gravedad y el costo de su asistencia, por lógica, es menor, por eso la realidad no corresponde a los costos que se están manejando en el sector público” y “menos en un hospital que es un centro de referencia” para la atención pediátrica, planteó Minarrieta.

Sobre este último punto, los médicos agregaron que “preocupa” que la tendencia de derivar hacia el sector privado continúe, porque desde el CTI pediátrico del Pereira Rossell “se han trasladado más cantidad de pacientes que los que han quedado” en el hospital. Es una tendencia que “asombra, preocupa y hace que nos preguntemos cuál es el rumbo de la institución”, aseguró Minarrieta.