Tal y como le adelantó el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, a la diaria, el gobierno modificó el decreto que les exige tener seguro de salud a los extranjeros que ingresen país.
En el nuevo decreto se agregan dos excepciones al principio general “todos”. Una, establece la excepción de los casos fundados en la Ley de Refugiados (18.076), aunque deberán “ser analizados caso a caso”, tomando especialmente en cuenta a quienes ingresen al país por motivo de “reunificación familiar” con extranjeros que ya hayan obtenido la residencia permanente.
La segunda contemplación es con “otras situaciones justificadas” que también se relacionen con reencuentros familiares. También se agregan excepciones “humanitarias” gestionadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores ante la Dirección Nacional de Migración.
En principio, la medida generó polémica, ya que algunos especialistas remarcaron que el documento original generaba un “empeoramiento de la política migratoria” y aportaba una normativa contraria a las políticas internacionales que establecen “no regresividad en materia de derechos humanos”. Sin embargo, a la brevedad, Salinas y autoridades del Ministerio de Turismo aclararon que el decreto buscaba “mejorar el acceso de los turistas”.