La Cámara de Representantes del Parlamento aprobó este miércoles el proyecto de ley que crea una Comisión Nacional de Bioética. El proyecto, que fue impulsado por el diputado del Partido Nacional (PN) Rodrigo Goñi, contó con el apoyo unánime de la Comisión Especial de Innovación, Ciencia y Tecnología de la cámara baja. La iniciativa se suma a una lista de proyectos similares presentados en otros períodos legislativos, que no lograron la sanción del Senado.

De aprobarse en el Senado, se creará un comité multidisciplinario conformado por 15 miembros honorarios que deberán contar con “formación en bioética u otras especialidades afines con los problemas éticos a abordarse en función de las competencias asignadas”. Según detalla el proyecto, quienes deseen integrar la comisión serán electos por un comité especial que será presidido por un representante de la Academia Nacional de Ciencias e integrado por tres miembros del Poder Legislativo –repartidos entre los tres partidos más votados–, uno del Poder Ejecutivo, uno del Poder Judicial, uno de la Universidad de la República y, por último, uno de las universidades privadas. El carácter de sus resoluciones no será vinculante, lo que significa que no habrá obligación de cumplir con ellas.

Durante su intervención en el plenario, Goñi indicó que la conformación del órgano consultivo significa “cumplir con una asignatura pendiente en la agenda de los derechos humanos en Uruguay”. Para el representante nacionalista, la ley se enmarca en “un tiempo en el que los cambios vertiginosos en el mundo de la ciencia tienen impactos nunca antes vistos”.

De esta manera, Goñi llamó a no confiar en la ciencia ciegamente, puesto que los avances pueden significar tanto un beneficio como un riesgo. El diputado se refirió, a modo de ejemplo, a las potencialidades de la modificación genética en seres humanos y a un posible acceso desigual a estas por parte de la población.

Goñi declaró a la diaria que la aprobación del proyecto de ley significó “una enorme satisfacción”. Según calificó, “una agenda de derechos que no proteja los riesgos que implican las nuevas tecnologías es una agenda renga”. El diputado nacionalista confía en que también sea aprobado por el Senado, “porque está hablado” y cuenta con el apoyo de todos los partidos, así como de múltiples autoridades.

Consultado sobre la composición del Comité de Selección de la comisión, que comprende más cargos políticos que académicos, el diputado nacionalista explicó que el mecanismo escogido “es similar” al utilizado para la elección de cargos en la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo. Adicionalmente, resaltó como una “novedad” que en el proceso de selección de candidatos participen miembros de la academia.

Por su parte, Lilián Galán, diputada por el Frente Amplio (FA) y presidenta de la Comisión Especial de Ciencia y Tecnología, comentó a la diaria que se estudiaron proyectos similares de otros países, donde también “se funciona de esa manera”, pero planteó que la integración del Comité de Selección “fue uno de los puntos en discusión”.

La diputada frenteamplista reconoció que, a pesar de no encontrarse “muy convencidos” al principio, el trabajo en conjunto así como la introducción de “cambios sustanciales” llevaron a los representantes del FA a apoyar el proyecto. De esta manera, tal como Goñi, Galán entiende que el proyecto de ley no tendría problemas en ser aprobado en el Senado.