El Sindicato Médico del Uruguay (SMU), por mayoría de 11 en 13 integrantes presentes, resolvió este miércoles reclamar el “reintegro inmediato” de Álvaro Niggemeyer, exconsejero y médico capitalizador del Casmu que fue expulsado en un contexto de acusaciones de persecución política y hostigamiento por parte de la directiva de la mutualista. En su resolución, el SMU define el despido de Niggemeyer como “injusto, arbitrario y abusivo” y acusa a la dirección de la empresa de perseguir y hostigar “a gran parte de su personal médico”.
Si bien inicialmente Niggemeyer fue expulsado como capitalizador y consejero a instancias de la Comisión Fiscal, este martes recibió la noticia de que también fue despedido como médico de la institución, lo que fue cuestionado por la lista que lo respalda, El Casmu que Queremos, que advirtió que tanto la agrupación como el médico tomarán “las acciones correspondientes” ante un despido que calificaron como “injusto, ilegal, antiestatutario y con claras motivaciones políticas”.
El Comité Ejecutivo del SMU reclama el reintegro de Niggemeyer a sus cargos médicos técnicos titulares: cardiólogo de policlínica consulta centralizada, cardiólogo supervisor del sector internación, consultas cardiológicas de críticos y de nefrología y médico intensivista de guardia. Asimismo, declara sus cargos en conflicto y comunica esta decisión “a todos los y las colegas para evitar que su cargo sea cubierto”.
El gremio resolvió solicitar una reunión al Consejo Directivo de Casmu “con carácter de grave y urgente, con el fin de que reintegren al colega a su cargo”. De obtener una negativa, en 24 horas el SMU solicitará una reunión tripartita con la empresa y el Ministerio de Trabajo. Además, convocará a una asamblea general para el martes 6 de febrero, “con la finalidad de analizar la evolución de esta situación y definir acciones ante la persecución laboral en Casmu IAMPP por razones político-empresariales”.
En esa línea, el SMU solicita “a los y las colegas de Casmu IAMPP que sientan presión, persecución y/o acoso por parte de la empresa se comuniquen con el SMU, por vías confidenciales dispuestas especialmente para esta situación que daremos a conocer a través de nuestras redes, o por comunicación directa con presidencia y/o secretaría”.
Al sistema político y las autoridades sanitarias, el SMU solicita “que conformen una mesa de diálogo y negociación para superar esta situación crítica”. “El Casmu ha sido y es un puntal del SNIS. Que esta posición se mantenga dependerá de que todos los actores involucrados asuman el compromiso de buscar como objetivo principal la calidad asistencial de los usuarios y el equilibrio del SNIS en su conjunto”, reflexiona.
El SMU rechaza en su resolución “las acciones de acoso y presión a los trabajadores, que buscan generar miedo por la eventual pérdida de su fuente laboral”, y resuelve “continuar con la denuncia de situaciones de acoso laboral ante las autoridades correspondientes, sobre la base de que dichas acciones generan un ambiente de trabajo inaceptable que repercute en la asistencia de más de 180.000 usuarios”.
En línea con lo anterior, el SMU menciona un “reciente informe de la Asesora Letrada de la Inspección General del Trabajo donde se califica como ‘infracción muy grave’, que merece ser sancionada con una multa de ‘grado máximo’, a la situación de acoso y violencia laboral sufrida por el personal del servicio de neonatología de la institución Casmu IAMPP, remarcando la inacción de la empresa en la protección de sus funcionarios en tiempo y forma”, actuaciones que surgieron de una denuncia presentada por el SMU y los médicos involucrados, en 2023. Para el gremio, las acciones del ministerio “indefectiblemente, demuestran la existencia de una forma arbitraria y autoritaria de conducir la institución”.