Leonardo Cipriani dejó la presidencia de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) este jueves, tras cuatro años y dos meses de gestión. De hecho, su permanencia en el cargo fue destacada por varios de los jerarcas que colmaron el salón de actos de la institución para su despedida, ya que desde que existe el prestador público Cipriani fue el presidente que perduró más tiempo.
Al cierre de la gestión asistieron varias figuras de la política nacional, entre ellas, Álvaro Delgado, el precandidato nacionalista por el que Cipriani hará campaña. También estuvieron presentes autoridades del Ministerio de Salud Pública, del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio del Interior, y de diversas dependencias de ASSE.
Desde este viernes, la presidencia de ASSE será ocupada por Marcelo Sosa, quien durante la gestión de Cipriani se desempeñó como vicepresidente. El cargo de Sosa será ocupado, a su vez, por Néstor Graña, actual director de Salud Bucal de ASSE, aunque en su caso se requiere una venia del Senado.
Resumen de gestión
La oratoria de Cipriani se extendió durante más de una hora y se centró especialmente en logros en los que el expresidente se explayó, como “el aumento de funcionarios, especialmente en áreas asistenciales” y las “mejoras en las condiciones laborales y los beneficios” para las funciones de alta dedicación. Destacó que durante el período se incorporaron 2.344 nuevos funcionarios, quienes se desempeñan en roles “cruciales” para la institución, y se crearon 224 funciones de alta dedicación en psiquiatría, medicina interna, pediatría, medicina intensiva y nefrología, entre otras especialidades, y “se reforzó” la dotación de profesionales médicos en el interior del país.
Cipriani también centró su discurso en temas que fueron motivo de debate durante toda su gestión: la incorporación de equipamiento, las remodelaciones e inauguraciones de centros, el stock de medicamentos, los traslados (entre ellos, a través de SAME 105) y la salud mental. Sobre estos temas, afirmó que se instalaron tomógrafos en varios hospitales, entre ellos, en el Hospital Español, en Maldonado y en Artigas. Recordó que se pusieron en funcionamiento tres aceleradores lineales, en el Hospital Pereira Rossell, en el Instituto Nacional del Cáncer y en el Hospital de Tacuarembó.
Sobre los tiempos de espera, especialmente para las cirugías, sostuvo que se redujeron y que aumentaron en cantidad tanto las cirugías coordinadas como las urgentes, las cuales pasaron de “75.991 en 2019 a 82.914 en 2023”.
Vinculado a los medicamentos, Cipriani resaltó la creación de la Dirección de Medicamentos y el proceso de unificación en un solo sistema informático, denominado E-medicamentos, para controlar el stock de todo el país desde un mismo centro. Agregó que, “contrario a lo que se dice”, la disponibilidad de los fármacos en ASSE “se mejoró” y aseguró que, si falta alguno en particular, “es por falta de entrega de los laboratorios y no porque el prestador no compre”.
Por otra parte, Cipriani se refirió al vínculo con la oposición. “Le quiero agradecer mucho a los legisladores de la oposición que nos acalambraron a pedidos de informes”, ironizó. “Rompimos récord en respuestas”, agregó luego, aunque lamentó que “muchos” de los pedidos de información “fueron reiterativos”.
Un pasaje “tapado de opacidades”
Una de las legisladoras de la oposición que más pedidos de informes realizó al prestador público durante los últimos cuatro años fue la diputada por el Frente Amplio Lucía Etcheverry. En diálogo con la diaria, la legisladora discrepó con casi todos los puntos que detalló Cipriani. “Habrá que chequear y verificar con mucho más cuidado las cifras”, pero “reconozco la creatividad para contar las cosas”, expresó, y mostró “preocupación porque se construya tan creativamente algo que no se condice con la realidad”.
En cuanto a las incorporaciones, por ejemplo, de sistemas informáticos, Etcheverry recordó que “son gestiones que venían del período pasado”. Contrario a lo que manifestó Cipriani, para la diputada la característica principal de la gestión del expresidente fue “la enorme desprolijidad en el manejo de los recursos humanos y administrativos, opacidades y falta de transparencia”. Etcheverry fundamentó la afirmación en que prácticamente todos los cargos directivos fueron “contratados de forma directa, por incidencia política”.
En cuanto a los medicamentos, la diputada dijo que todo está registrado en los presupuestos anuales y en la Rendición de Cuentas, donde se registró que respecto de 2019 hubo “37% menos de inversión” que recién “empezó a repuntar en 2023”.
Sobre los varios pedidos de acceso que cursó, dijo que lamenta “si le molesta” a Cipriani, pero apuntó que está entre los derechos de un legislador. Asimismo, acotó que “muchos pedidos hechos a ASSE fueron desde su propio partido político”. Sobre las respuestas, agregó que en los documentos “siempre primó la pobreza e inconsistencia”, algo que “también muestra la falta de transparencia”, porque desde ASSE llegaron “planillas ilegibles”, algo que “se le planteó a Cipriani en cada comparecencia”. Por último, sobre esto, agregó que para los mismos pedidos llegaron “distintas respuestas”.
Varios de los pedidos de acceso a la información cursados por Etcheverry fueron sobre la contratación de ASSE a la empresa marítima ITHG para traslados. Sobre esto, luego de muchas idas y vueltas con el prestador, la diputada dijo que lo que entiende es que “se privatizó el servicio”, con aproximadamente 1.600 millones de pesos facturados hasta el momento.
Para Etcheverry, ASSE quedó en una “grave situación” y Cipriani utilizó el organismo para “prosperar en Canelones” en una eventual candidatura a la comuna de ese departamento.