El Ministerio de Salud Pública (MSP) continúa exhortando a que la población se vacune contra la gripe, ya que hasta el momento adhirieron a la campaña unas 431.282 personas, aunque en los grupos de riesgo establecidos por la cartera, que comprenden a embarazadas, personal de salud, niños menores de cinco años y personas mayores de 65, el porcentaje de vacunación contra la gripe todavía no llegó a la mitad de lo esperado.

Este miércoles, en el marco de un desayuno organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, dijo que este año, durante los últimos meses, hubo un “aumento precoz” de las infecciones respiratorias con respecto al año pasado. No obstante, y si bien aclaró que “es temprano para evaluar” cómo se van a comportar los virus el resto del invierno, acotó que por el momento “no está planteado adelantar las vacaciones de julio” ni implementar ninguna otra medida sanitaria.

Respecto de la situación del sistema de salud, la ministra dijo que “hay un estrés”. No obstante, apuntó que esto no requiere tomar una medida “extrema” y que no se está ante una “saturación de los CTI”. Señaló que tanto en el sector público como en el privado ya se reforzó la cantidad de camas en CTI y en cuidados intensivos, así como el personal de salud, en el marco del plan invierno que se aplica cada año. La cartera vigila la situación en ocho centros centinela que monitorizan la cantidad de casos y los virus que están circulando.

Por último, sobre los niveles de vacunación antigripal dijo que “no son tan bajos”, teniendo en cuenta que Uruguay suele alcanzar entre 400.000 y 500.000 vacunados por año al finalizar la campaña, y ahora “estamos en 440.000”. No obstante, aclaró que pretenden “llegar a más personas, por eso decimos que [esta cifra] no satisface nuestras expectativas”.

Coletazos de la pandemia

En diálogo con la diaria, Lorena Pardo, pediatra y profesora adjunta de la Unidad Académica de Bacteriología y Virología del Instituto de Higiene de la Universidad de la República, coincidió en que con respecto al año pasado se observa un adelanto en el pico de casos de infecciones respiratorias, “al igual que ocurrió en 2023 en comparación con 2022”.

Consultada sobre los motivos de esto, la especialista dijo que seguramente las medidas para disminuir la covid-19 influyeron en la circulación de otros virus. Al respecto, explicó que durante dos años hubo cambios en los hospederos de los virus, es decir, las personas, y los organismos “ya no son iguales que antes de la pandemia”. Poblaciones específicas, como los niños pequeños, “ni siquiera generaron inmunidad natural”. También han ocurrido cambios propios del virus: si bien no circula una “variante mayor” con respecto a los años anteriores, actualmente se observan “variantes menores” que generan cambios.

A su vez, la especialista detalló que no se modificaron sólo las infecciones respiratorias, sino que después de la pandemia se pudieron observar cambios en otras enfermedades, por ejemplo, en el resurgimiento de Streptococcus pyogenes, una bacteria que causa una gran cantidad de infecciones. También se está “observando” qué pasa con el meningococo, con la tuberculosis y con otras enfermedades infectocontagiosas, que por haberse limitado durante un buen tiempo el acceso a los sistemas de salud, “se han disparado”.

Sobre eventuales modificaciones en los cuadros virales y en la intensidad de los síntomas, la especialista puntualizó que el primer error es pensar que todos los cuadros corresponden a gripe, pero que cuando ese es el diagnóstico se debe tener en cuenta que desde siempre la gripe da fiebre, en general, “bastante más alta” e intensa que los síntomas respiratorios causados por otros virus, como el adenovirus.

En cuanto a qué podemos esperar en los próximos meses, Pardo añadió que “luego del pico de influenza”, lo que se espera es que aumente la circulación de otros virus, como el virus sincicial respiratorio, que se presenta mayormente en niños.

Respecto de la vacunación, opinó que es una medida que, teniendo en cuenta la situación epidemiológica de los últimos años, “sería bueno adelantar” el próximo año, aunque hay tiempos que no se pueden modificar porque para crear las vacunas los virus se vigilan en el hemisferio norte cuando en nuestra región es verano, y en base a esto se proponen las vacunas. “Ese tiempo de estudio no se puede alterar, pero hay cuestiones comerciales que sí podrían modificarse para empezar antes” la campaña, sugirió.

Sobre la adhesión de la población, dijo que si bien “es importante que se vacunen en cualquier momento”, lo más efectivo es que se haga al inicio de la epidemia. “En esto Uruguay tiene un debe”, consideró Pardo.