Este viernes, los ministerios de Salud Pública, Ganadería y Ambiente ratificaron el plan para reducir la resistencia antimicrobiana elaborado entre 2020 y 2023, con el liderazgo de la Organización Panamericana de la Salud, junto con otros organismos internacionales y fondos de la Unión Europea.
El documento es una herramienta para la erradicación de la resistencia antimicrobiana y se espera que en Uruguay se implemente en breve, con un cronograma que se extiende hasta 2028; por ello se consolidó el compromiso de las actuales autoridades.
Tras distintas consultorías, intercambios y asesorías de expertos, talleres y revisión de planes de otros países como referencia, se definieron varias líneas a implementar a nivel nacional.
Una de ellas es la formación de técnicos que tengan competencia en el tema. En la misma línea, el plan plantea reforzar los conocimientos y la base científica por medio de la vigilancia y la educación.
Otro de los planteos es reducir la incidencia de las infecciones más frecuentes, entre ellas la infección urinaria, con especial foco en higiene y prevención. También hay un importante apartado que pretende alcanzar la utilización óptima de los antibióticos, con fiscalización que evite la venta de antibióticos sin receta.
El documento, al que accedió la diaria, detalla que la resistencia a los antimicrobianos es “una pandemia silenciosa” que constituye una de las amenazas para la salud más compleja que enfrenta en este momento el mundo.
Si bien los antimicrobianos “son fundamentales para proteger a las personas ante enfermedades que pueden ser mortales”, no son exclusivos de la salud humana e inciden en la salud animal, vegetal y ambiental, en el bienestar animal, la economía, la seguridad alimentaria, la inocuidad de los alimentos, los medios de subsistencia y el desarrollo.
En los últimos años, el aumento de la resistencia a los antimicrobianos “es una amenaza creciente para el tratamiento efectivo de las infecciones causadas por bacterias, virus, parásitos y hongos” y constituye uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, generando un aumento de la mortalidad, la morbilidad y del gasto en salud.
Bajo el concepto de “una sola salud” plan propone varias acciones interministeriales para mejorar la situación: educación a la comunidad, áreas en cada ministerio que trabajen el tema, capacitación profesional, vigilancia e investigación, creación de un protocolo y buenas prácticas.