Este miércoles el directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) aprobó la presupuestación de 312 funcionarios. La aprobación contó con los votos de Marcelo Sosa, el presidente del prestador público, así como del vicepresidente, Néstor Graña, y el vocal Julio Micak.
Por su parte, la representante de los usuarios, Natalia Pereyra, y el representante de los trabajadores, Pablo Cabrera, abandonaron la sesión del directorio por entender que no contaban con información suficiente para emitir el voto, al igual que hace casi un mes, cuando el directorio presupuestó a otros 412 funcionarios.
En diálogo con la diaria, Cabrera dijo que se retiró de la votación de este miércoles para ser consecuente con la decisión que tomó con la lista interior. “De los incluidos en la última [presupuestación] nos informaron antes de votarla, pero entendimos que no podíamos dar una opinión del todo favorable para todos los nombres, aunque no votamos en contra por principios”, agregó. Según Cabrera, otra razón para no votar fue que consideró que la lista de nombres debía ser estudiada con detenimiento. Si bien “hay una ley que es muy clara con respecto a presupuestar, también tiene que existir un análisis ético y político”, agregó el representante de los trabajadores.
“No todos los nombres están atados a las mismas condiciones, entendemos que los cargos tienen que estar atados a los concursos”, concluyó.
Por su parte, Pereyra dijo a la diaria que no votó porque tampoco tuvo tiempo de analizar los nombres que incluye la lista de presupuestaciones. Detalló que si bien le solicitó al directorio dividir la lista en cargos administrativos y asistenciales, no tuvo apoyo para eso. “La ley ampara el proceso pero no especifica tiempos”, por lo tanto, se podía analizar”, agregó.
Por último, Gustavo Gianre, secretario general de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, expresó en diálogo con la diaria que los trabajadores no están de acuerdo con el modo de presupuestación aplicado por el prestador público porque se presupuesta “a granel” y “no es momento” de presupuestar.
Según Gianre, la federación está en diálogo desde setiembre con ASSE por este tema, pero le quedan muchas preguntas por responder sobre los funcionarios incluidos en la lista, por ejemplo, qué cargos van a ocupar y con qué criterios van a ingresar a la institución.
Otro de los organismos preocupados por el mecanismo utilizado es el Sindicato Médico del Uruguay (SMU). Según supo la diaria, desde hace semanas el gremio solicitó una reunión al directorio de ASSE para tratar el tema, pero no recibió respuestas. Ante los primeros 481 presupuestados, el SMU manifestó en un comunicado que “la única información previa brindada por ASSE al respecto fue un comunicado público donde establecía cuáles eran los requisitos y el procedimiento para la presupuestación, pero nunca se informó sobre prioridades o criterios de selección”. Además, “tampoco ha brindado información relacionada con cuántos médicos solicitaron ser presupuestados y no lo fueron, ni las razones”.
Consultadas por la diaria, las autoridades del prestador público prefirieron no dar declaraciones y sólo expresaron que el 87% de los presupuestados corresponde a cargos asistenciales y que el criterio fue el mismo que en la presupuestación anterior, es decir, un mecanismo que el directorio aprobó en 2011 y la Rendición de Cuentas de 2023, que establece la presupuestación de funcionarios que acumulen más de 18 meses de función y cuenten con una evaluación positiva.